El Teatro Independencia vuelve a hospedar a nuestra prestigiosa Orquesta Filarmónica de Mendoza en esta ocasión con un concierto protagonizado por las partituras del compositor alemán Carl Orff (1895 -1982) y su célebre “Carmina Burana”.
Para conseguir la compañía adecuada, y alcanzar la talla profesional que requiera la obra, la directora Ligia Amadio convocó a grandes talentos en los roles solistas; como la soprano riocuartense Laura Rizzo, el tenor Carlos Ullán y el barítono chileno Patricio Sabaté, acompañados por tres galardonadas agrupaciones corales: Coro Universitario, con la dirección de Silvana Vallesi; Coro Estudiantes Universidad Mendoza, dirigido por Lucía Vallesi y el Coro Niños Cantores de Mendoza, con la dirección de Juana Mauro.
El autor
Carl Orf fue un músico precoz y brillante. A los 5 años había iniciado sus clases de piano, órgano y violonchelo y a los 16 años compuso sus primeras cincuenta canciones líricas breves (los lieder). A los 20 comenzó a dirigir la orquesta del teatro Münchner Kammerspiele y a los 23, dos más, la de Mannheim y Darmstadt.
En paralelo comenzó a componer piezas como la música para la puesta en escena de la obra de teatro “Leonce und Lena de Büchner” de Georg Büchner.
A los 24 regresó a su Munich natal donde continuó sus estudios con el maestro Heinrich Kaminski, mientras crecía su interés por la música antigua donde arregló algunas partituras de Monteverdi, como “Orpheus” y “Klage der Ariadne”, estrenados en 1925 y publicados quince años después.
No obsante, a los 42 años, saltó a la fama como compositor con todas las letras cuando estrenó su cantata “Carmina Burana”, reformateo moderno de una serie cantos goliardos de los siglos XII y XIII.
Carl Orff se inspiró en un manuscrito histórico llamado “Codex Latinus” que perteneció a la biblioteca del monasterio benedictino de Beuron, el cual se conserva en la actualidad en la biblioteca de Munich.
Escritos por monjes y juglares, el “Carmina Burana” y la también conocida “La poesía de los Goliardos” llamó la atención de Orff por su diversificación, que pasaba sugestivamente del humor a la tristeza y de ellos sólo eligió al azar veinte para ponerles música.
El “Carmina Burana” del compositor de Munich conformó la primera parte de la trilogía de las cantatas representadas llamadas “Trionfi”, todas inspiradas en textos latinos.
Su estreno en 1937 impactó en el público alemán y de forma casi instanténea hizo famoso a su autor.
Relación polémica
La relación de Carl Orff con el nazismo ha sido tema de discusión hasta nuestros días. De hecho su “Carmina” fue muy popular en la Alemania de Hitler y fue también denunciada por poseer argumentos racistas.
Por otro lado, el compositor fue uno de los pocos músicos alemanes que respondió en aquella época a la llamada oficial para escribir nueva música incidental para “El sueño de una noche de verano”, después de que la música de Felix Mendelssohn fuera prohibida, pedido que otros músicos contemporáneos a él habían rechazado categóricamente.