El Foro de Convergencia Empresaria

A finales de enero de este año, en un primer documento, expresaban su afán de contribuir al desarrollo sostenible del país, entendiendo como tal el equilibrio entre los aspectos sociales, económicos, culturales y ambientales, promoviendo la convergencia del empresariado en torno a un espacio de diálogo orientado a generar propuestas concretas a tal fin. Se decía que "era hora de que los distintos actores productivos aprendan a verse como parte de un todo y dejar de proceder como si cada parte fuera un todo".

Incluía una valiosa reflexión señalando que es larga en la Argentina "la historia de los desencuentros: en lo político, en lo social, en lo cultural y en lo productivo". Enfrentar esa historia, en el afán de superarla, equivale a consensuar políticas públicas que sólo podrán prosperar si somos capaces de admitir nuestra propia responsabilidad en nuestros fracasos como actores de la sociedad en que vivimos y convertir esos fracasos colectivos en una fuente de aprendizaje.

Por ese entonces firmaban la declaración 27 representantes de instituciones diversas, gremiales empresarias como las del agro, los grupos CREA, la asociación de siembra directa, construcción, industria, servicios, de estudio como IDEA, colegios profesionales. En algunos casos los firmantes lo hacían a título personal, sin que ello implicara que la entidad avalaba formalmente las propuestas.

Ahora, hace unos días, el Foro de Convergencia empresarial ha hecho público un nuevo documento, que denomina "Bases para la Formulación de Políticas  de Estado". El número de firmantes y adherentes se ha elevado a 38. En la presentación pública de este documento, que estuvo a cargo del presidente del Instituto para el Desarrollo Empresarial (IDEA), se dijo que "el Foro no se formó en contra del Gobierno ni es un nucleamiento antikirchnerista. Nuestras propuestas están dirigidas a quienes sean o no gobierno. A todos los partidos políticos para que adhieran, cualquiera sea su signo ideológico".

Este documento se inicia con una importante consideración sobre el rol del empresario más allá de su empresa, al que nos hemos referido varias veces en esta columna. "Los empresarios de grandes ciudades, de pueblos chicos y del campo. Somos, antes que nada, ciudadanos de la Argentina, donde vivimos con nuestras familias, criamos y educamos a nuestros hijos y tenemos nuestros afectos, por lo cual soñamos con un país en el cual todos tengamos la posibilidad de desarrollarnos y progresar en un marco de armonía y prosperidad". Luego ratifican que el rol esencial e indelegable del empresario es el de crear valor, organizando ideas, trabajo y capital, de una manera eficiente.

La Bases proponen en el plano institucional, entre otras medidas, el fortalecimiento del régimen representativo, republicano y federal. Plena vigencia de las garantías, derechos y libertades constitucionales. Respeto de la propiedad privada y al ámbito propio de las empresas privadas. Consenso entre las fuerzas políticas nacionales y provinciales para una nueva ley de coparticipación federal. En lo económico, baja tasa de inflación mediante medidas macroeconómicas que ataquen el problema en forma integral.

Previsibilidad, estabilidad y formalidad de las reglas de juego; reforma tributaria y fiscal a nivel nacional, provincial y municipal, entre otras. En el plano social, las Bases proponen mejorar fuertemente la calidad educativa, según estándares internacionales y garantizar una sólida formación cívica. Promover una fuerte vinculación entre educación y actividad productiva. Erradicar la pobreza promoviendo el primer empleo formal, definiendo una política nacional de vivienda, agua potable y cloacas. Desarrollar una política criminal integral para combatir la inseguridad y el narcotráfico.

En total las Bases contienen 21 medidas específicas para esos tres sectores. En resumen, se trata de la base de un programa gobierno, donde han trabajado equipos técnicos reconocidos y en un amplio debate interno. Se pueden compartir o no, pero sin duda es un buen aporte, sobre todo por la claridad del ordenamiento de ideas en momentos que no abundan tales propuestas.