Después de 114 carreras, el finlandés Kimi Raikkonen cruzó antes que nadie la bandera a cuadros en lo que fue una verdadera demostración de manejo en el Gran Premio de Estados Unidos por parte del campeón del mundo en 2007.
Raikkonen cerró un domingo de maravillas en Austin, ya que partió desde la posición de escolta y en el pique inicial doblegó a Lewis Hamilton en una gran maniobra en la primera curva. El finlandés cumplió con el objetivo máximo de Ferrari que era estirar la definición del campeonato.
“Iceman”, así es el apodo que tiene en el mundo de la Fórmula 1 por su personalidad un tanto fría, pudo soportar la presión que le ejerció Max Verstappen sobre el final de la carrera, aunque nunca hubo un claro intento de sobrepaso.
El último éxito de Raikkonen en la “Máxima” había sido en el Gran Premio de Australia, en aquel momento, el finlandés estaba en Lotus y consiguió el triunfo seguido por Fernando Alonso y Sebastian Vettel. Ese Gran Premio fue la última victoria de Lotus dentro del mundial de Fórmula 1.