En la actualidad Robert Kubica es piloto de pruebas del equipo Williams, pero su historia con la Fórmula 1 comenzó en 2006 con el equipo BMW Sauber Team, donde compitió hasta 2009. Luego un año después pasó representar a Renault. Pero el polaco estuvo ante su gran chance en 2012, ya que el propio piloto confirmó en las últimas horas que tenía un contrato firmado con Ferrari justo antes de sufrir un accidente a bordo de un auto de Rally, en el Rally de Ronde di Andora, que lo dejó con graves lesiones en su mano.
Desde el accidente en el Rally, Kubica no volvió a competir en un Gran Premio de Fórmula 1, pero ya tuvo su oportunidad de girar sobre un auto en los ensayos. Desde hace mucho tiempo se especulaba con que Kubica tenía un acuerdo para dar el gran salto de Renault a Ferrari para la temporada 2012, pero el polaco nunca lo confirmó hasta estos días.
En un podcast de la Fórmula 1, Kubica sacó a la luz su gran secreto: que había considerado no disputar el evento de Ronde di Andora pero no quiso causar una decepción grande al equipo que había organizado esa oportunidad. Además, respondió la pregunta de si iba a acompañar al español Fernando Alonso en 2012: "Si", señaló.
Kubica ya había puesto el gancho en un contrato con Stefano Domenicali, quien en ese entonces era el jefe de Ferrari, y habría ganado menos dinero que en Renault. "La primera meta es entrar en la F1. La segunda es establecerte, para tener un buen valor, una buena reputación, que es más difícil que entrar", argumentó Kubica.
Y luego agregó: “Debes ganar un campeonato del mundo o convertirte en piloto de Ferrari. Yo no gané un campeonato, y al final tampoco me convertí en piloto de Ferrari, pero estuve muy cerca".
También, hizo referencia a lo que le tocó vivir luego del duro accidente de Rally: "Mi recuperación fue tan dura en sí misma que en los primeros 16-18 meses no era algo que me doliera. Yo estaba luchando, estaba concentrado en la recuperación, estaba pasando por un período difícil. Cuanto más tiempo pasaba, más difícil se estaba haciendo, porque la esperanza de que las cosas mejoraran desaparecía. Había momentos en que me estaba recuperando extraordinariamente bien y luego había meses en que las cirugías salían mal y retrocedía seis meses en vez de mejorar".
Y cerró: "Fue doloroso (no correr en F1) pero no fue más doloroso por saber que no iba a correr para Ferrari".