Jair Bolsonaro, actual presidente de Brasil, confirmó la intención de que el Gran Premio de Fórmula 1 se haga en Río de Janeiro lo que sería dar un paso al costado con Interlagos para 2020. Para ejecutar este objetivo tendrá que hacer de cero un circuito nuevo, que se ubicará en la zona de Deodoro -en la parte oeste de la ciudad-.
El Gran Premio de Brasil tuvo su lugar en el calendario de la Fórmula 1 desde 1973. Se celebraron 36 ediciones, como se hará en 2019, en el Autódromo José Carlos Pace -Interlagos- de Sao Paulo, aunque hasta en diez ocasiones, la Fórmula 1 viajó al circuito de Jacarepaguá, en Río de Janeiro.
El proyecto también querrá llevar nuevamente al MotoGP y en el proyecto de autódromo se busca seguir el modelo de circuitos como el Circuit de Barcelona-Catalunya, Silverstone o Austin.
"Un nuevo autódromo va a ser construido, su construcción demorará de seis a siete meses y el Gran Premio se llevará a cabo en Rio de Janeiro el año próximo", señaló Bolsonaro durante una ceremonia militar en esta ciudad, sin especificar cuándo se iniciarán los trabajos.
"En Sao Paulo hay participación pública (de la municipalidad), con una deuda enorme. Mantener la Fórmula 1 allí no es más viable, por eso volverá a Rio", agregó el presidente.
Bolsonaro puso la firma el miércoles un memorando de acuerdo para la construcción de un nuevo autódromo en la zona militar de Deodoro (oeste), que ya fue sede de algunas instalaciones durante los Juegos Olímpicos de Rio de Janeiro-2016, principalmente equitación, y kayak.
El presidente prometió que el nuevo autódromo se construirá "sin dineros públicos" y que provocaá "7.000 empleos directos e indirectos". El GP de Brasil de Fórmula 1 se disputó en Rio de Janeiro en 1979 y entre 1981 y 1989, antes de pegar la vuelta al circuito de Interlagos, en Sao Paulo, donde también se habían realizado sus primeras ediciones a partir de 1972.
El circuito de Interlagos es gerenciado en la actualidad por la alcaldía de Sao Paulo, que intentó su privatización desde hace años. Según la prensa brasileña, los dirigentes de Liberty Media, propietaria de la F1 desde enero de 2017, se trasladaron a Rio en noviembre pasado para discutir con las autoridades locales el eventual cambio de la prueba de Sao Paulo a la Ciudad maravillosa.