Forma parte de nuestro ADN

La vuelta de Godoy Cruz a su estadio debería ser una cuestión de Estado para todos los hinchas del fútbol mendocino y un ejemplo a seguir.

Forma parte de nuestro ADN
Forma parte de nuestro ADN

“Caminando por el viejo país, hay mucho para elegir, pero depende de lo que busques, dijo alguien por ahí. Quiero volver a las raíces, donde todo comenzó, quiero volver a las raíces, donde todo comenzó”, dice una canción de Viticus que podría adaptarse perfectamente al Tomba.

La vida está hecha de momentos mágicos que nos hacen vibrar con emoción y que forman una parte integral de nuestra experiencia. Momentos que nos anclan en aquellos instantes que confirman lo que es el placer de estar en este trayecto maravilloso que llamamos vida

“En un momento fue el gran estadio provincial”, me decía un memorioso hace un par de días y cuanta razón tiene. Recordaba los otros días que el recuerdo más fuerte que tengo con mi padre en una cancha fue en el Feliciano Gambarte, más allá de que ninguno de los dos era hincha de Godoy Cruz. Lo mismo le debe pasar a la mayoría de los hinchas del fútbol mendocino que tenemos más de 30 años. Y por eso es tan importante la movida que hacen los hinchas de Godoy Cruz para recuperar su casa, porque allí hay un sinfín de momentos.

Sin dudas que la gran noticia de la semana para la provincia fue el evento solidario que se realizó ayer en el Parque San Vicente en el que miles de hinchas del Tomba se unieron para seguir dándole aire al sueño de restaurar el Feliciano Gambarte, un estadio mítico para nuestro fútbol y por lo cual esta movida debería ser no sólo de los tombinos, sino de todo mendocino amante del fútbol.

Es que allí fue local ese equipo que hizo historia en los '70 como fue el Lobo de Legrotaglie, allí jugó la selección argentina. Allí se jugaron varios amistosos internacionales (yo recuerdo uno contra Sevilla en el '90 con el Beto Alonso y Ricardo Gareca como refuerzos), es una de la tres canchas en el país en el que jugó el Rey Pelé (la Bombonera y la cancha de Colón son las otras) con su Santos que recorría el mundo por la década del ‘60.

El estadio es para los hinchas tan o más importante que un título. Es la casa y todos sabemos lo que significa eso para cualquier ser humano. Eso no lo pensaron los dirigentes cuando hace diez años decidieron emigrar para nunca más volver. Es que uno nunca puede olvidar sus raíces, más allá de que los caminos de la vida lo lleven para otros lados. Eso sienten los tombinos que necesitan recuperar el sentido de pertenencia. Lo demostraron con la gran cantidad de murales que adornan las paredes de las inmediaciones del Gambarte. Ese es su lugar en el mundo.

Vox Populi, Vox Dei. Podríamos nombrar infinidad de ejemplos en lo que el pueblo unido cambió el rumbo de la historia. Cuando el clamor popular se hace oír, se transforma en una bola de nieve y así lo deberían entender quienes gobiernan.

Los dirigentes del Tomba hicieron oídos sordos durante mucho tiempo, aunque ahora han comenzado a engancharse con la idea, lo mismo ha entendido el municipio godoicruceño y sería bueno que para el mismo lado vaya el gobierno provincial. Se ha invertido tanta plata en traer a los Pumas, a las Leonas, los festivales de boxeo, que dar un subsidio para recuperar parte de la historia no sería descabellado.  Ojalá así se entienda.

Porque hasta ahora el entusiasmo de la gente ha permitido que se reúnan más de un millón de pesos, pero falta mucho por andar.

El desafío es gigantesco, pero a esta gente que ayer desbordó el Parque San Vicente no le importa el tiempo. La identidad siempre está y más temprano o más tarde, uno se vuelve a conectar con su pasado, redescubre las raíces y empieza a sentir que el barrio volverá a sonreír.

Un ejemplo. Así cómo los hinchas de Godoy Cruz, en esta oportunidad, están unidos para construir, hay otras hinchadas que sólo se juntan para destruir.

El caso más preocupante de los últimos días ha sido el de la Lepra, donde los hinchas ingresaron a la cancha para pegarle a sus jugadores y hasta le piden explicaciones a los dirigentes buscando un cambio de timón, claro que olvidan que los dirigentes también son hinchas y que todo lo hacen con esfuerzos económicos y personales. En algún momento, la hinchada de Gimnasia le hizo perder puntos a su equipo y eso le costó perder la categoría.

Hasta en esto, esta movida se ha convertido en un ejemplo a seguir y ojalá sirva para que haya un antes y un después en el fútbol provincial.

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