En todo el territorio nacional, por día se registran 14 denuncias de acosos virtuales a menores de edad (grooming). La cifra se desprende de la fiscalía a cargo del Equipo de Delitos Informáticos de la Ciudad de Buenos Aires, que mide y reporta todos los episodios a nivel nacional.
El grooming no es un delito novedoso, pero sí del que cada vez se habla más. El del hombre en Palermo que se hizo pasar por su hija en las redes sociales para citar a quien la acosaba y golpearlo en la vía pública fue uno de estos episodios con final relativamente feliz, pero también están aquellos donde las víctimas no dan aviso a los mayores, muerden el anzuelo y el desenlace puede ser trágico.
Mendoza no es ajena a la problemática y -aunque no se tienen contabilizadas las denuncias segmentadas-, lo cierto es que existe en la Legislatura un proyecto para que se implementen políticas públicas de prevención sobre este delito.
"El proyecto surge a raíz de la problemática del avance de los adultos sobre los niños por internet y las redes sociales. Esto es algo que está penado por ley, y muchos adultos no lo saben. Por eso es que hay que obligar al Estado a que difunda entre niños y padres en escuelas, clubes, vía pública y medios. Así como hay números telefónicos para los casos de violencia de género y está el 911, debería haber un teléfono para denunciar también estos hechos", indicó el diputado Guillermo Pereyra, autor del proyecto que ingresó hace 20 días a la Legislatura.
Más allá de este proyecto, la DGE aborda estos episodios en distintos espacios; aunque no con el foco puesto sobre el grooming en sí. Los docentes trabajan con los alumnos en la prevención de estos hechos en clases de Educación sexual y en recomendaciones de autocuidado.
"La ausencia de políticas públicas lleva a que no tengamos registros. Cualquier iniciativa que tenga que ver con trabajar en políticas de prevención de grooming es algo bueno y en lo que hay que avanzar", acotó a Los Andes el presidente de la asociación Grooming Argentina, Hernán Navarro.
Desde esta ONG están trabajando en la comisión que analiza la reforma del Código Penal argentino, y que incluiría -entre otras cosas- una suba en la pena por estos delitos.
"Mendoza no es ajena a lo que pasa en el mundo. Y aunque muchos no toman estado público, abundan los episodios de grooming. Me parece una muy buena iniciativa todo lo que apunte a la prevención; pero se necesita la creación e intervención de un cuerpo interdisciplinario para trabajar en ello, y que incluya abogados, médicos, psicólogos y asistentes sociales. Porque cada caso tiene su contexto, en cada escuela y cada barrio", indicó por su parte el abogado especializado en delitos informáticos Jorge Chaves.
Cuestión de Estado
El autor del proyecto que está en comisiones destacó que en Mendoza falta información sobre el ciberacoso y los delitos de ciberacoso. Y agregó que ello motivó el proyecto, pensando en políticas que tengan como destinatarios a los niños, adolescentes y adultos.
Pereyra destacó que en 2013 se incluyó el artículo 131 en el Código Penal que establece una pena de 6 meses a 4 años para quienes delincan con esta modalidad, y reconoció esta medida "no ha tenido la necesaria divulgación y que las víctimas de ciberacoso y sus familiares muchas veces no saben a dónde recurrir ni los pasos a seguir para buscar ayuda".
El proyecto propone la creación de cartillas y folletos informativos, así como también su distribución en escuelas, clubes y ONG relacionadas con los derechos de niños. Además, establece la capacitación de docentes en la temática.
Asimismo, propone la creación de una página web con información y estadísticas referidas a la problemática en Mendoza y en el país, promoviendo además la difusión masiva de los distintos mecanismos utilizados para cometer estos delitos. La idea es que también haya herramientas para que los adultos puedan prevenir e identificar estas situaciones.
“Por ahí los padres no tienen el tiempo ni los medios suficientes para conocer en detalle este delito, el modus operandi y los riegos. Por eso es que es clave el rol del estado”, acotó Pereyra.
La misma web dispondría de filtros para bloquear ciertas herramientas peligrosas y permitiría además el seguimiento y evolución de estas políticas.
Además propone la creación de una línea telefónica gratuita y un correo electrónico con el fin de brindar asistencia legal y psicológica a víctimas de ciberacoso, a sus familiares o a cualquiera que presente dudas o interés.
Para el abogado Chaves, se necesita una política de Estado concreta, aunque indicó que la problemática del grooming no se va a solucionar simplemente con un aumento de penas.
"El tema es mucho más amplio, y se requiere un tratamiento mucho más amplio. Más teniendo en cuenta que la mayoría de los chicos que esta expuesto a estos episodios o que los sufre no se los cuenta a los adultos. Todo lo que sea concientizar y prevenir es bueno, aunque tampoco garantiza ni asegura nada", destacó el especialista.
Penas más duras
En febrero, la problemática -siempre latente- tomó fuerte protagonismo en los medios. Fue luego de que un hombre se hiciera pasar virtualmente por su hija y citara en Palermo (Buenos Aires) a otro adulto que atosigaba por WhatsApp a la niña con preguntas referidas a su sexualidad, así como también enviándole y pidiéndole fotos.
Si bien este delito ya está tipificado en el Código Penal con penas que van desde los 6 meses hasta los 4 años de prisión; en el actual proceso de modificación del mismo se analiza ampliar las penas no sólo para el grooming, sino también para la producción y tenencia de pornografía infantil. Para ambos delitos, se pasaría a un mínimo de un año y medio y a 5 años como máximo.
"Con la legislación actual no se puede elevar la pena ya que no puede quedar por encima de la contemplada para el abuso sexual simple (tocamientos) y que también va entre los 6 meses y los 4 años de prisión. Sin embargo, si se levanta la vara y se eleva la pena para el abuso sexual simple, también podría elevarse para el grooming y para la pornografía infantil", resumió a Los Andes el presidente de la ONG nacional Grooming Argentina.
El ciberacoso puede ser un delito excarcelable si el fiscal considera que no hubo intencionalidad de concretar el encuentro físico.
"Es un delito autónomo, ambiguo y de peligro abstracto. Porque hay que lograr meterse en la cabeza del acosador para intentar demostrar su intención", advirtió Navarro.
Más allá del desenlace del episodio porteño, el abogado indicó que no hay que bajar la guardia como padre y como adulto. "En el caso reciente se dio todo de forma redonda, ya que el acosador utilizaba Facebook con su identidad real y porque la niña había hablado y le había contado la situación a su padre. Pero generalmente estos episodios se dan en perfiles falsos, y los chicos no hablan de estas cosas con los adultos", advirtió.
“Lo preocupante es la facilidad con que los acosadores llegan a acceder a la confianza de los chicos. El grooming es la nueva modalidad de abuso sexual infantil”, destacó Navarro.
"El grooming no es un delito nuevo, sino que está teniendo más difusión. Y es peligroso, porque la mayoría de las veces no sale todo tan redondo como ocurrió en Palermo. Los chicos no hablan con los padres, a la última persona a la que suelen recurrir es a un adulto", insistió Navarro.
Fallo ejemplar
En los últimos días, la Justicia argentina dio a conocer un fallo histórico en lo que a la lucha contra el grooming se refiere. Sentenció a un año y medio de prisión efectiva a un ex militar de La Matanza (Buenos Aires) por los delitos de grooming en concurso con amenazas.
El condenado se había contactado y se comunicaba por redes sociales con una chica. Fue su madre quien tomó el control del perfil de la niña y citó al hombre para una reunión, dándole aviso a la policía para que asistiera al lugar y en el momento indicado.
El episodio tuvo lugar el año pasado, mientras que la condena judicial se dio a conocer la semana última.
