Flores comestibles: arte y sabor

Refrescantes, con aplicaciones estéticas y gastronómicas, estas especies son un aliado ideal al momento de sorprender a los comensales. Además de color y sabor, aportan elegancia y estilo a una preparación.

Flores comestibles: arte y sabor

Flores de calabaza, jazmines, malvas, claveles, caléndulas, lavandas, pensamientos, rosas, violetas, no sólo se limitan a embellecer jardines, floreros y balcones.

Hoy forman parte de una tendencia  que las incorpora a la cocina y las hace comestibles, llamada también eco-gastronomía o gastro-botánica, en el marco de una línea nutricional que busca incorporar productos orgánicos a la alimentación del ser humano.

Desde la antigüedad, ingerir flores estuvo especialmente ligado a los lujos de la realeza, pero, desde hace un tiempo, las sociedades modernas lo han incorporado a sus usos y costumbres, especialmente por el recurso visual que representan.

Según Paula Bortoli, de la consultora ambiental Nativa, con sede central en Córdoba, "las flores se usan en la gastronomía desde hace mucho tiempo (griegos e hindúes la utilizaban en banquetes y agasajos); hoy es muy común en Europa y en América, es México el país que está en la cima de la gastro-botánica. En Argentina estamos comenzando a avanzar y queremos que chefs y empresarios gastronómicos comiencen a considerar este hábito como una buena costumbre alimenticia".

Introducir flores en los platos según la experta forma parte de una experiencia gastronómica que abarca muchos sentidos: la flor se ve, se huele y se degusta. Provoca con su textura, sorprende con su sabor. Se pueden usar para decorar, dar frescura, perfumar o saborizar nuestros platos.

Las flores, como toda especia vegetal tiene ciertas particularidades y es fundamental al momento de utilizarlas en un plato o en un trago, saber seleccionarlas. No cualquiera se puede comer. Durante los talleres que la especialista realiza, enseña lo criterios para seleccionar las flores comestibles: mientras algunas van mejor con las carnes, otras se adaptan más a las ensaladas o postres.

“La planta para poder vivir genera defensas y si tiene gran concentración de hormonas no es aconsejable ingerirlas. Muchas sí se pueden comer, poseen vitaminas (a, b, c y d),  minerales y micronutrientes, aunque en proporciones pequeñas. Aportan además buena cantidad de aminoácidos y proteínas”, asegura Paula Bortoli.

“Hoy no hay mercado de flores comestibles y lo que nosotros proponemos es cultivarlas en el propio hogar, experimentando junto al tradicional huerto boutique de aromáticas y hortalizas, el propio huerto de flores comestibles. Se debe evitar comprarlas en viveros o florerías, e intentar adquirirlas en alguna tienda naturista especializada”.

Previo a su utilización en la cocina, las flores se deben sacudir; luego hay que remover los insectos que pudieran tener, deben ser lavadas con agua fría y posteriormente deben airearse, colocándolas en papel absorbente. Recordá: sólo deben comerse los pétalos, no los tallos ni los estambres.

¿Te animás a cultivarlas y a experimentar ? Compartimos tres recetas de las que Paula brinda en su taller de huerta orgánica y flores comestibles.

Desafío y compromiso para pensar escenarios futuros

Paula Bortoli  forma parte de Nativa Consultora Ambiental, conformada por profesionales de las ciencias biológicas que brindan servicios a empresas y talleres de educación ambiental. Su misión es consolidar el concepto de sustentabilidad como proyecto de cambio, demostrando que la misma se puede aplicar a todo tipo de actividades.

“Vimos una necesidad de profesionales al lado de quienes ocupan puestos en la toma de decisión e incursionamos hacia la educación ambiental como herramienta de concientización y sensibilización con políticos, docentes y empresas que realizan trabajos de RSE”, comenta Paula.

La empresa asume el desafío y compromiso de pensar escenarios futuros, posibles y construibles donde se priorice el cuidado de los bienes comunes naturales. Proponen introducir acciones que permitan el progreso y la conformación de una sociedad justa, participativa y diversa. Entre otros clientes, ha desarrollado la huerta orgánica de aromáticas, hortalizas y flores comestibles a la Posada del Quenti.

Manos a la obra

Budín de Banana

Ingredientes

1/2 taza de aceite
 1 taza de azúcar mascabado
 3 huevos
 1 taza de salvado de avena
 3/4 tazas de harina integral orgánica
 2 cditas de polvo de hornear
 1 cdita de sal
 3 o 4 bananas maduras
 1/2 taza de nueces
 Azúcar impalpable y gotas de jugo de naranjas para un glasé

Procedimiento

Colocar las bananas en una licuadora o pisarlas para puré, agregar aceite, azúcar mascabado y los huevos.

En un bowl unir lentamente los ingredientes secos y las nueces picadas.  Colocar la preparación en un molde aceitado y enharinado.

Hornear 30 o 40 min a fuego moderado.

Hacer un glasé de naranja (con 5 cdas de azúcar impalpable y una gotas de jugo de naranja), mezclar hasta obtener la consistencia deseada (más bien espesa). Cubrir el budín, dejar unos minutos y colocar sobre el glasé los pétalos de las flores comestibles jugando con los colores.

Muffins de naranja  sin TACC

Ingredientes

1/2 taza de aceite
 1 taza de azúcar
 2 huevos
 2 tazas de harina mezcla sin TACC
 2 cditas de polvo de hornear sin TACC
 Ralladura y jugo de una naranja
 Esencia de vainilla

Procedimiento

Batir los huevos con el azúcar, agregar la ralladura y jugo de naranja, la vainilla, el aceite, y mezclar bien todo. Tamizar la harina con el polvo de hornear e incorporar a la preparación. Mezclar todos los ingredientes.

Rellenar pirotines y hornear 30 o 40 min a fuego moderado.

Se puede hacer el mismo glasé que para el budín anterior y se decora también con pequeñas flores comestibles en su superficie.

Cheesecake de frutos rojos y flores

Ingredientes

Para la base:

180 gr de galletitas dulces, sin relleno, molidas   
 80 gr de manteca derretida

Para el relleno:
 450 gr de queso crema, ablandado
 150 gr de azúcar
 2 cucharaditas de esencia de vainilla
 2 cucharaditas de ralladura de limón

Para decorar:

1 taza de frutos rojos, procesados
 150 cc de crema de leche, batida a medio punto

Preparación

Mezclar las galletitas dulces en la procesadora junto con la manteca derretida. Volcar en vasitos o moldes y presionar.

En un bowl, batir juntos el queso crema, el azúcar, la esencia de vainilla y la ralladura de limón. Finalmente agregar la crema semi batida.

Incorporar pétalos de las flores a la preparación y volcar en los vasitos sobre la base de galletitas. Extender parejo y llevar a la heladera por lo menos una hora.

En la procesadora, procesar los frutos rojos con azúcar a gusto hasta lograr un coulís fino. Colar y reservar. Justo antes de presentar el cheesecake, salsear por arriba con el coulís de frutos rojos. Colocar el resto en una salsera y llevar a la mesa. Se puede presentar con trozos de fruta fresca y decorar con más pétalos de flores comestibles.

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