El día para Florencia Peña parece tener más de 24 horas. El trabajo, la familia, los proyectos; va y viene de un lugar a otro sin descanso. Pero siempre con una sonrisa y chiste de por medio que calme tanto trajín.
Su vida real no es nada parecida a la de una estrella, algo que deja muy en claro en “Casi Diva”, la obra que protagoniza junto a Sebastián Almada, y tras su exitosa temporada en Carlos Paz se sube al tren de gira por los escenarios del país.
“Me tomé unos días ahora, volví el lunes y se me junta todo. Necesitaba descansar un poco, trabajo mucho, mucho. Siempre estoy a mil, yendo, viniendo, de una reunión a otra”, dice entre risas la actriz horas antes de viajar a Mendoza para su presentación de esta noche y mañana en el teatro Plaza.
Y a la vista, ser Florencia Peña parece sencillo y muy divertido. Con alguna anécdota desopilante, la actriz sabe sortear las piedras que se van poniendo en el camino.
Su talento nato como humorista la llevó a la popularidad, con grandes éxitos en la televisión y el teatro. Ahora, protagonista de la comedia dirigida por Daniel Casablanca (integrante de Los Macocos y actor de “Toc- Toc”), se enfrenta a un nuevo desafío en sus más de tres décadas de oficio.
-Después del éxito de "Casi Diva", ahora comenzás la gira...
-Fue un verano muy hermoso. Artísticamente la obra es muy sólida. Nos ganamos muchos premios, con grandes críticas del público y la prensa; fue un golazo. Y la obra además es muy divertida, pero sobre todo porque está basada en reírnos de las construcciones del divismo, pero en primera persona.
Me río mucho de mí, y cuento cosas que me han pasado y que tienen que ver con mi vida artística, que por ahí la gente desconoce pero son muy graciosas, pero tiene que ver con esa deconstrucción, de que si alguien cree que yo soy una diva o un mujer alejada de la realidad, en la obra queda claro que no.
Y a través de lo autorreferencial, Florencia Peña explota al máximo su virtuosismo como capocómica. Acompañada de un gran elenco, actúa, baila, canta sobre el escenario y le permite dar un paso más en su carrera, signada por los personajes televisivos como Moni Argento en “Casados con Hijos”, “La Niñera” o su paso en la conducción con Marley en “El Show de la Tarde”.
“Me río de la pechocha, de las repercusiones de Moni Argento. Con esta obra me pasó que estoy acostumbrada a hacer teatro de texto, y acá además de que es una creación nuestra, es el primer espectáculo en donde hablo de mí. Yo no sabía lo que iba a pasar con el público, porque cuando uno habla de uno no sabés si la gente se va a enganchar. Y me di cuenta que es tanto lo que la gente sabe de mí, que no necesito explicar mucho.
También hablo mucho de mi estatura; la gente cree que soy muy alta, y mido 1,60. Entonces me río mucho de esa situación, porque la típica que me pasa es que me ven por la calle y me dicen: “¡Ay nada que ver con la tele, qué chiquitita que sos!” Es como la frase de cabecera. La verdad que artísticamente es muy sólida, y nosotros no sabíamos hasta que debutamos en Carlos Paz como iba a andar. Pero la gente llora de risa.
Y además en muy artístico; hay que bailar, cantar, hay que saber hacer humor y hacerlo bien. Es un combo redondo”, afirma sobre las repercusiones de la obra y sus expectativas.
-Fue todo un desafío para vos, porque demostrar que sos una actriz completa, y llegó en un momento importante de tu carrera...
-Sí, absolutamente. Pensaba que a partir del año pasado, de lo que me pasó con “Tu cara me Suena”, fue como un descubrimiento para mí, porque nunca pensé que podía hacer lo que hice. Y también para la gente, porque partamos de la base que muchos creen que soy Moni Argento, y que lo único que hice fue eso; porque claro, hace diez años que lo repiten.
Entonces después de 10 años algunas generaciones creen que soy Moni Argento, y siempre me encuentro con la dificultad de querer superar mi marca.
Porque después de 33 años de profesión necesito encontrar nuevos desafíos. Entonces a partir del reality, volví a conectarme con el canto desde otro lado, y luego este espectáculo. Y llega en un momento de mucha madurez artística, cumplí 40 años, hay como un balance y mirar hacia adelante a ver qué es lo que sigue.
-¿Te gustaría vivir como una diva?
-No, me muero. Y además si lo hubiera querido no podría, porque siempre me pasan cosas que me bajan de un hondazo, como que no me reconocen en la puerta de Telefé después de laburar 18 años. Cosas que me pasan muy graciosas todo el tiempo. Pero además creo que lo genuino es lo más valioso, y en estos años me di cuenta de que cuanto más genuina fui, mejor me fue.
Soy esto que soy, y no hay mucho revés en mí. Yo tengo una personalidad que todo lo que me sucede se ve. Porque incluso aquellas cosas que se me critica tiene que ver con ser honesta, y eso hace que haya cosas que me juegan en contra.
Creo que se confunde la honestidad, con el salir a despotricar a todo el mundo. Yo no hablo mal de nadie, me centro en ver que necesito, como mejorar. Vivo muy filosóficamente. Y en este sentido construirme como una diva me jugaría muy en contra. Tendría que meterme en un corset que me apretaría mucho.
-Nada de divismos en tu vida...
-Me gusta ir al supermercado, no maquillarme durante el día, usar zapatillas, no uso tacos durante la semana. Pero soy muy a tierra, entonces eso no lo cambio por nada.
-¿Te pesa el paso del tiempo?
-Un poco te pasa, llegás a la mitad de la vida. Cuando cumplis 40 decís: más o menos si llevo a vivir hasta los 80, con la intensidad con la que vivo (risa), te das cuenta que la mitad ya la hiciste.
Eso te pega un poco. Pero por otro lado siento que hoy, en la etapa moderna en la que vivimos, tener 40 es el mejor momento, estoy en la plenitud de mi vida. Siento que lo mejor está por venir. Y además tengo un balance muy positivo. Tengo mucho proyecto, pero también tengo mucho andado.
Maternidad, amor a la distancia y televisión
Desde su separación con el músico Mariano Otero, Florencia Peña, el amor le dio una nueva oportunidad.
En el medio, el escándalo por el video prohibido, la tuvo en vela y superó un difícil momento de exposición. Pero a los pocos meses, la actriz conoció a Ramiro Ponce de León, un abogado salteño con el que lleva dos años de relación.
Madre de dos hijos (Tomás y Juan), después de cumplir 40 años están latentes las ganas de ser madre nuevamente.
-Tenés ganas de volver a ser mamá, ¿te replanteas el tema de volver a vivir toda esa etapa?
-Claro. La duda siempre está, y el miedo si podés, si estás grande para volver a cambiar pañales. Pero la verdad que es más fuerte lo que nos pasa. Y será lo que tenga que ser. Eso es algo que más o menos uno no decide. Pero por lo pronto con Ramiro estamos tratando de encausar nuestra lejanía. Cumplimos dos años ya, pero la llevamos muy bien.
Pero tiene sus emboles, porque a veces lo necesitas en lo cotidiano. Y tiene sus cosas buenas, porque el tiempo que uno está, es un tiempo de mucha calidad, porque te extrañas, y la pasas genial, y haces cosas que con la rutina hay un desencanto.
-Pero ya es hora que se mude...
-Sí, lo que pasa es que él tiene su estudio en Salta y es difícil. Pero también vivió mucho tiempo acá entonces podemos formar algo entre Salta y Buenos Aires.
-Y en televisión, ¿hay algún proyecto cercano?
-La verdad es que no hay nada que me seduce. No hay ninguna propuesta que me diera entusiasmo. Tuve la suerte de hacer cosas muy buenas, y me cuesta encontrar un espacio. Pero ya va a suceder. Mientras tanto el teatro me funciona como el lugar de catarsis. Amo el teatro y es donde más actriz me siento.
La ficha
Casi Diva
Actúan: Florencia Peña, Sebastián Almada, Noralih Gago, Leo Bosio, Mariela Rosso y Seku Faillace.
Días: hoy y sábado 25 de abril.
Hora: 21.30.
Lugar: teatro Plaza (Colón 27, Godoy Cruz).
Entradas: $250 (platea alta), $270 y $300 (platea baja). En boletería del teatro.
