El primer paso lo dio en la Patagonia, su territorio de origen, cuando partió para Buenos Aires a estudiar como pupilo. En esa ciudad -abducido por el teatro- hizo su iniciático derrotero poético y militante.
El segundo paso lo dio en 1975, cuando se fue a Brasil autoexiliado, cansado de caer preso, rumbo a Bahía, el sitio que lo consagró como “Reina del Carnaval”.
Otro más lo dio al volver, llamado por los espíritus del Parakultural, a una Argentina de cicatrices abiertas.
Y el último paso lo está dando ahora, montado en la música, trayéndonos su última versión de lo que entiende por “escena”.
Fernando Noy es poeta, performer y soberano de la noche, colaborador de varios medios culturales y hasta letrista de rock. Su vida, en sí, es la novela que la cultura alternativa le adeuda a los años dorados del under porteño.
Desde que recibió su primer premio a los once años hasta su último poemario, “Piedra en flor”, pasando por la efervescencia callejera y el festín artístico del Instituto Di Tella.
En todo caso, el capítulo clave sería sobre aquellos que él llama “el engrudo”: aquel pegamento creativo donde agitaban la escena artistas como Batato Barea, Alejandro Urdapilleta, Humberto Tortonese, las Gambas al Ajillo o Tino Tinto.
Acaso su cosmovisión poética -la que considera a la palabra como un arma milagrosa- se expandió a través de esas amistades lumínicas con las que compartió tanto, entre ellas, Olga Orozco, Marosa Di Giorgio.
Cuatro poemarios ha publicado como autor: El poder de nombrar (1971), Dentellada (1990), La orquesta invisible (2006) y Piedra en flor (2012). Pero su anecdotario continúa siendo inagotable.
Amores a la violeta
Esta noche, Noy llega a Mendoza para la presentación de “Violeta”, el nuevo disco de Cecilia Zabala, guitarrista y compositora. Una cantautora que combina la interpretación y creación de música, con la guitarra y la voz y que ha sabido mezclar, a través de toda su carrera, la sensibilidad, la técnica y la intuición.
Juntos, realizan un espectáculo llamado “Violeta Secreta” que enhebra el recitado de décimas y canciones emblemáticas de Violeta Parra, la puesta visual y un entramado a modo de ritual potente.
León Gieco, que es el productor del disco de Zabala, comentó el proceso de descubrimiento: “Un día revisando mi biblioteca encontré un libro que contenía composiciones originales para guitarra de Violeta Parra.
No recuerdo bien cómo llegó a mis manos, pero al instante pensé que era importante dar a conocer esas músicas. Al tiempo se lo mostré a Osqui (Amante) y a él se le ocurrió que Cecilia sería ideal para este proyecto.
Estas dieciséis piezas, la mayoría creadas antes de su segundo viaje a Europa en 1961, constituyen un lado desconocido de su obra. En ellas se puede percibir su gran creatividad y capacidad de síntesis.
Que hayamos podido hacer este disco me hace muy feliz por lo que significa la música de Violeta Parra en la cultura latinoamericana”.
El espectáculo comprende, entonces a Cecilia Zabala en guitarra española de 7 cuerdas, requinto, voz; a Fernando Noy en recitado, puesta en escena; a Leo Chajud y Andrés Saitta en video e iluminación; a Mariana López en vestuario.
Imposible perdérselo.
Ficha
Violeta Secreta
Día y hora: Hoy, a las 21.
Lugar: Sala Azul del Espacio Cultural Julio Le Parc (Mitre y Godoy Cruz, Guaymallén).
Entrada: $30 general.