Aunque "Luis Miguel, la serie" culminó hace dos semanas, la ficción de Netflix sigue dando que hablar. Y se sigue viendo en esa plataforma.
Lo interesante de todo es que Mendoza es parte de esta producción que le ganó en audiencia a "La casa de papel" y nuevamente puso en las noticias al ídolo mexicano.
Para sorpresa de muchos, la actriz, productora y escritora mendocina Flavia Atencio formó parte del equipo de guionistas encargados de escribir la ficción.
Radicada en México desde hace 20 años, Atencio vivió en Guaymallén y dio sus primeros pasos en el mundo de la actuación mediante la Escuela de Cine. De ahí saltó a una capacitación en Cuba y por decisión propia se instaló en el país azteca, donde desarrolla su carrera como actriz y guionista.
Aunque en su currículum figuran varias películas, sin dudas formar parte del equipo de guionistas de "Luis Miguel, la serie" fue un punto trascendental para su carrera.
"Trabajé con parte del equipo escribiendo otras series con este método americano, que es un sistema especial para escribir serie de televisión. Y me integré a este equipo porque ya conocía el sistema. Al comienzo sabía que iba a hacer algo delicado, porque escribir sobre Luis Miguel garantizaba que iba a tener audiencia, y más pasando por Netflix. Y eso es importante en la carrera", confiesa.
"Pero también era delicado porque Luis Miguel es un personaje vigente y había temas que anteriormente no se habían tocado", sostiene la mendocina sobre su participación en la ficción del momento quien desea poder trabajar en la argentina.
Más allá del artista
Los comienzos de la carrera de Luis Miguel y su vida familiar siempre resultaron un misterio. Es la historia de un niño prodigio que se convierte en la estrella más joven de la música latina, bate récords y atraviesa una increíble historia familiar. El período que traza la serie hace que surjan muchas preguntas que se formularon siempre y que la serie intenta responder.
–¿Cuál fue tu primera impresión al unirte al proyecto y escribir sobre un artista tan particular como es Luis Miguel?
–El proceso de investigación era una gran responsabilidad, porque teníamos que escribir sobre un personaje importante y volvernos unos expertos en su vida. Estuvimos mucho tiempo viendo entrevistas y todo el material que había, porque era un proyecto muy grande y había que tratarlo con mucho respeto. Yo participé del desarrollo de los 13 capítulos, porque todos los escritores entraman toda la serie. Pero a partir de ahí, a mí me tocó escribir tres capítulos y en parte el diez.
–¿Hubo muchos más condimentos de ficción que de realidad en la serie?
–Hay mucho de realidad y mucho de ficción también. Porque nosotros somos responsables de que viva el drama, de que la ficción haga avanzar la trama, para que el público se enganche con la serie. Creo que parte del éxito de la serie es cómo pudimos entramar este pasado, el presente de la historia, los dos tiempos en que transcurre la serie y hacer que existiera tensión entre las escenas. Y para eso tuvimos que generar bastante ficción, sobre todo porque hay muchas situaciones importantes que conocíamos en general y no en particular.
–Eso hizo necesario crear algunos personajes...
–Luis Miguel cuenta algo de lo que pasó, pero no exactamente cómo pasó, dónde, quiénes estaban ahí. Entonces teníamos que generar ficción alrededor de todo eso. Y crear personajes que nos hicieran avanzar en la trama. Por eso hay muchos personajes ficticios, pero los sucesos más importantes son reales.
–Hay algo que llama la atención, y es que Luis Miguel deja de tener contacto con su madre por bastante tiempo. ¿Esto es real? Porque se lo nota bastante frío con sus vínculos familiares.
–A nosotros también nos costó entender un poco eso como guionistas. Porque hay que entender que en esa época la única comunicación era el teléfono fijo y las llamadas de larga distancia eran carísimas. Y Luis Miguel, en ese momento, daba doscientos conciertos al año, se la pasaba viajando de un país a otro. Entonces era difícil encontrarlo y el padre comenzó a crear mentiras con respecto a su madre. Y para Luis, su padre era todo en ese momento. Era él quien le decía que la madre los había abandonado, que tenía otra familia, y eso era una ofensa que en principio Luis Miguel se creyó. Además en ese momento el cantante no sabía lo que era el padre realmente.
–Le tocó la fama desde muy pequeño...
–En esa etapa Luis Miguel estaba en la cumbre de su carrera y era un adolescente. Entonces los padres pasaron a un segundo plano y él tenía que ser muy responsable con su carrera, que era muy demandante.
–¿Quién decidió que la serie fuera narrada con flashbacks entre pasado y presente?
–La estructura de la serie, contada en pasado y presente, es algo que se diseñó en el cuarto de escritores. Las jefas, Carolina Rivera y Natalia Beristáin, hicieron una propuesta de cómo podía ser la estructura, y entre todos los escritores la diseñamos. Sentíamos que la serie iba a ser mucho más interesante, con más ritmo, si contábamos paralelamente lo que sucede con Luis Miguel niño y cómo influye lo que pasa su infancia en su vida de juventud.
–¿Esperaban tanta repercusión del público?
–Ha sido un fenómeno mediático muy importante que nos llamó la atención, no imaginamos que iba a ser tan grande. La repercusión en las redes todas las semanas era muy grande, cómo estaban esperando el otro capítulo y cómo hacían eco los personajes. Y da mucho gusto participar en un proyecto con esa magnitud. Además se vuelve transgeneracional, lo estaban viendo tres generaciones distintas. Y para él fue muy provechoso porque lo volvió más cercano a la gente. Y para todos los que trabajamos también hay un antes y después.
-En ciertos tramos del relato se diluyen algunos conflictos de los personajes, ¿quedó mucho por contar o era lo que podían contar?
–Había mucho para contar en 13 capítulos. La historia daba para muchos capítulos más esta temporada. Además por una decisión de producción no se contó el pasado de los padres de Luis Miguel, algo que habíamos escrito y justificaba mucho lo que se estaba contando en la serie. Eso le daba más profundidad.
-¿Cómo repercutió en tu carrera escribir la serie?
–Antes no había trabajado para Netflix y a partir de esto se nos abrieron otros proyectos. Estamos trabajando para Sony con un thriller político. Y también un largometraje. Y en cuanto a mi trabajo como actriz voy a hacer un personaje en una serie de Amazon.
–¿Qué fue lo más difícil al escribir el guión?
–El respeto hacia Luis Miguel. Estábamos contando la vida de una persona de hoy y metiéndonos en sus conflictos más profundos. Y a la vez teníamos un compromiso con la ficción, porque estábamos creando una historia. Eso para mí fue lo más difícil.
El villano perfecto
Sin dudas, el personaje de Luis Rey, el padre de Luis Miguel se ganó el odio de todos los televidentes. También se destaca la participación del actor argentino César Bordón (como el manager Hugo López).
–Para vos, ¿cuál es el personaje más importante de la serie además de Luis Miguel?
–Para mí Luis Rey. Es un personaje con tantos matices y facetas. Es un embaucador, pero a la vez encantador. Manipula, hace lo que quiere, es el villano perfecto. Y uno como guionista disfruta crear un personaje así, sobre todo si sabe que es real. Hay cosas de él que no estuvieron en la serie, que las escribimos y son fascinantes. Y el personaje de Hugo López es entrañable, porque es la figura paterna para Luis Miguel después de la traición de su padre.
Más drama que música
Uno de los puntos que llama la atención de la ficción es que la trama se dedica a contar todos los ribetes de la vida privada de Luis Miguel y la música pasa a un segundo plano.
"Marcela", "Culpable o no", "Cuando calienta el sol", "La incondicional" y "No me platiques más", son algunas de las canciones que se recrean en la Luis Miguel la serie.
"La producción no tenía los derechos de todas las canciones. Entonces solo se escribió en relación a las canciones que sí tenían los derechos", aclara la guionista mendocina.