Flaco Suárez: el maestro cumple ochenta

El actor y director los festeja hoy y anticipa que también se suma la celebración por sus 55 años de carrera.

Flaco Suárez: el maestro cumple ochenta
Flaco Suárez: el maestro cumple ochenta

Llegar a los 80 años trabajando y viviendo para y por el arte. No es fácil resumir ocho décadas de existencia, y menos si se trata de la de Ernesto  Suárez, o simplemente "El Flaco". Ese actor y director mendocino al que todos identifican por su rostro particular, su caminar desprolijo y la infinita creatividad que mantiene aún vivo su humor y su carisma.

Hoy el Flaco celebra un natalicio redondo: son 80 años de lucha, aguante, pasión por el teatro y construcción con sus pares. Porque, si algo lo define, es el espíritu colectivo del teatro, la solidaridad y la empatía con el otro.

"Lo más importante es haber llegado a esta edad, con trabajo, proyectos y haber tenido el placer de vivir de lo que más amo. Y eso no lo logra mucha gente", reflexionaba en horas previas a su cumpleaños. Justamente, en 2020 cumple también 55 años en el teatro, y espera celebrarlo arriba de las tablas. Activo y lúcido como siempre, para hacer de ese mágico momento del aquí y ahora una experiencia que motiva risas y construye enseñanzas.

El rostro del teatro local

Con más de 40 obras en su derrotero, como autor, actor y director, Ernesto Suárez formó el elenco El Juglar durante sus años de exilio en Ecuador, y en Mendoza creó el grupo El Taller. Tuvo su propia sala de teatro y sigue acumulando hitos.

En diciembre pasado dejó definitivamente la docencia en la Facultad de Artes y Diseño (UNCuyo), en donde luego de su jubilación se había quedado a cargo de la Práctica Escénica. Un espacio de formación para los alumnos de teatro que marcó vidas.

Es que en esa cátedra El Flaco estaba en su salsa: imaginaba historias en las escalinatas de la Facultad de Ingeniería o en los extensos jardines del predio y se adueñaban así del paisaje, con personajes  que irrumpían en la cotidiana y a veces monótona vida universitaria.

"Después de 15 años de jubilarme en la facultad, terminé como profesor de Práctica Escénica. Fue muy emotivo, hubo muchas lágrimas, le dediqué la función a Chicho Vargas y José Carabajal, el autor de tantas canciones que estuvo exiliado conmigo. Estuve 43 años en la Facultad. Empecé como director, después de volver del exilio gané un concurso y quedé como profesor. Y cuando me jubilé me hicieron la propuesta de quedarme en la Práctica Escénica, que se hace en espacios no convencionales. Y me entusiasmé porque son cosas que me gustan. Y terminamos con un trabajo muy lindo, con temas muy fuertes que eligieron los alumnos, como el gatillo fácil, el dolor de la desaparición, el bullying y la indiferencia de la gente hacia los artistas de la calle".

Lejos de quedarse quieto, permanece en cartel con clásicos de su repertorio como "El contrato", "El trámite" o "Educando al Nene", obras de humor junto a Daniel Quiroga. Y también en su madurez se animó a cantar como lo hace en "Así lo VIP".

-¿Cómo llegás a tus 80 años?

-Ahora empezando a dirigir a Jorge Fornés y elenco, que es un orgullo. Estoy dirigiendo “Sale o sale”, una obra sobre la gente que inventa cosas y nunca le llega. Con un grupo muy bueno de actores con Jorge a la cabeza, Mariano Martínez y otros actores, con los que esperamos estrenar en marzo. Y feliz de comenzar el año con ese proyecto. Además este año cumplo 55 años con el teatro. En estos días me voy a la montaña, para hacer un par de funciones en Vallecitos. Y me llamaron de algunas municipalidades para otros proyectos. O sea que laburo tengo, espero que la salud me ayude.

-¿Cuando comenzaste, imaginaste llegar a esta edad dedicándote al teatro?

-No. Vi un murallón terrible porque había compañeros míos más grandes que ya estaban abandonando. Y éramos tantos y de repente quedás solo. A la edad que tengo estoy solo... La Gladys (Ravalle), que tiene un par de años menos que yo, sí. O el Rafael Rodríguez, que no está haciendo teatro. Pero no hay muchos compañeros que estén laburando.

-¿Te quedan cosas pendientes?

-No. He vivido cosas hermosas: conocí toda América, Europa. Hice una película hermosa y me fue suficiente. El ritmo del cine es muy cansador, en cambio en el teatro vos te activás y lo hacés. En el cine tenés que esperar que te llamen.

-Se puede decir que, con 80 años, jubilarte no está en tus planes...

-No, para nada. Sigo trabajando con el elenco De Sol a Sol, con jóvenes que me renuevan la vida. A veces me siento como un Drácula que busca sangre nueva (ríe). Dejé la docencia en la facultad pero sigo firme en el teatro. Los alumnos me enseñaron que para ser docente hay que ajironarse a la juventud y eso es lo que hago.

Después, el Flaco nos cuenta que hoy le espera una reunión familiar, con sus hijas Laura y Ana, sus nietos, su compañera y un gran puñado de amigos que cosechó en todos estos años, que hoy celebran junto a él la vida. Siempre con humor y con amor: ¡Feliz cumple, Flaco querido! 

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