Los fiscales federales Jorge Di Lello y Diego Iglesias comenzaron a investigar, a raíz de tres denuncias telefónicas anónimas a la Policía Federal, si alguna organización del narcotráfico facilitó la fuga de los tres condenados por el triple crimen de General Rodríguez.
Por su parte, el ministro de Seguridad bonaerense, Cristian Ritondo, pidió a la procuradora bonaerense, María del Carmen Falbo, que sume a la pesquisa a los fiscales de Mercedes que intervinieron en la causa por el triple crimen de Sebastián Forza, Damián Ferrón y Leopoldo Bina.
Se trata de del fiscal de Delitos Complejos Juan Bidone, que instruyó la causa, y su colega Marcela Falabella, que junto a éste intervino en el juicio oral en el que fueron condenados a prisión perpetua los evadidos Martín (42) y Christian Lanatta (44) y Víctor Schillaci (35), junto a Marcelo Schillaci (36).
En tanto, fuerzas de seguridad nacionales y bonaerenses realizaron varios procedimientos en distintos puntos del país, uno de ellos en una quinta de la ciudad bonaerense de Chascomús, donde demoraron a su propietario, un comerciante de unos 50 años. La sospecha es que allí se acondicionó una camioneta Ford Ranger robada en La Plata el día anterior a la fuga y en la que luego aparentemente se movilizaron los prófugos el 31 de diciembre.
Los investigadores creen que ese pudo haber sido el vehículo del que, al pasar por la vecina localidad de Ranchos, se bajaron los dos hombres que balearon a los policías Fernando Pengsawath (23) y Angelina Lucrecia Yudati (33), quienes ayer volvieron a ser operados en la clínica privada en la que permanecían internados, el primero con pronóstico reservado.
Por su parte, el juez de Garantías 2 de Azul, Federico Barbarena, rechazó en las últimas horas excarcelar a Marcelo “El Faraón” Melnyk, dueño de una pizzería de Quilmes, quien está acusado de haber brindado ayuda y protección a los evadidos en su quinta de Florencio Varela el mismo día de la fuga, por considerar que existe riesgo de fuga.
A Melnyk lo imputó por el delito de “encubrimiento” el fiscal general de Azul que investiga la fuga, Cristian Citterio, quien también intenta dilucidar si los prófugos recibieron apoyo en la villa porteña Ciudad Oculta, donde el martes a la noche los pesquisas allanaron la vivienda de Laura Barboza (47).
Esta sospechosa de haber encubierto a los prófugos quedó aprehendida porque le secuestraron drogas en su vivienda, razón por la cual hoy será indagada por el juez federal porteño Sergio Torres.
Si bien la investigación está bajo la órbita de la justicia ordinaria bonaerense, los fiscales federales Di Lello e Iglesias, titular de la Procuraduría de Narcocriminalidad (Procunar), investigan una llamada anónima efectuada a la División Antidrogas de la Policía Federal y otras dos recibidas en las comisarías 22da. y 23ra. de la Capital Federal, todas el lunes pasado.
Las fuentes judiciales señalaron que en esas comunicaciones se habría brindado información acerca de personas que podrían estar dándoles protección a los evadidos y los lugares por los que habrían pasado, como así también del vehículo en el que se cree escaparon del penal.
La denuncia por estos llamados se suma a que el juez Torres ya evaluaba iniciar una instrucción a partir de otra presentación realizada el fin de semana por la ministra de Seguridad de la Nación, Patricia Bullrich.
En esa otra denuncia, el jefe de Gabinete de dicho ministerio, Pablo Noceti, dio cuenta de la posible vinculación de organizaciones de narcotráfico en la protección de los tres fugados, dijeron los informantes. Es que precisamente el mencionado triple crimen de General Rodríguez fue cometido, de acuerdo a lo establecido en el juicio oral por el caso, en el marco de un ajuste de cuentas por el millonario tráfico ilegal de efedrina.
Por otro lado, efectivos de las fuerzas de seguridad continuaban anoche con el allanamiento a la quinta de Chascomús, donde se hizo presente el fiscal de Brandsen, Mariano Subier, quien investiga el ataque a tiros contra los policías de Ranchos.
A raíz de la fuga de los hermanos Lanatta y Víctor Schillaci, el Ministerio de Seguridad bonaerense publicó ayer en el Boletín Oficial una recompensa de dos millones de pesos para aquellas personas que aporten datos para recapturarlos.
Las dudas del abogado
El abogado de los hermanos prófugos Martín y Cristian Lanatta consideró “inconcebible” que sus defendidos “vayan a entregarse” y afirmó que la fuga busca generar “un primer traspié” en el gobierno de Mauricio Macri.
En cuanto al ataque a balazos contra dos policías en la localidad bonaerense de Ranchos, el jueves pasado, Daniel Mazzocchini aseguró que le deja “muy serias dudas” y agregó: “Yo descreo que hayan sido ellos”. Por lo que especuló que fue “un escenario montado por mentes perversas”.
Además, puso en duda que la agente herida, Lucrecia Yudati, haya podido identificarlos y sostuvo que “si ahora lo hace es por una condición impuesta”.
"Quizá lo de Ranchos fue un escenario montado por mentes perversas y sin límites, para matarlos o para endilgarles responsabilidades en toda la situación”, dijo.
Averiguan si escaparon a Paraguay
Un hombre de 40 años, que aparentemente trabaja como taxista en la Ciudad de Buenos Aires, fue detenido ayer por Gendarmería en Posadas, Misiones, sospechado de haber trasladado a Paraguay a los tres condenados por el Triple Crimen de General Rodríguez, que se fugaron del penal bonaerense de General Alvear.
El taxista fue apresado a la madrugada, informaron fuentes locales vinculadas con la investigación de la fuga de los hermanos Martín y Cristian Lanatta y Víctor Schillaci.
Los voceros revelaron que el hombre se encontraba alojado desde hacía pocas horas en el hotel El Entrerriano, situado en cercanías de la avenida Costanera de Posadas.
Pero los investigadores estimaban que antes estuvo en la ciudad de Encarnación, en Paraguay, donde habría dejado a los Lanatta y a Schillaci.
Los voceros consideraban que los tres delincuentes, con el taxista al volante de su Volkswagen Cross Fox patente KVE 050, cruzaron a Paraguay por el puente internacional San Roque González de Santa Cruz.
El automóvil, propiedad del taxista, fue secuestrado por la Gendarmería. El detenido fue alojado en la sede del Escuadrón 50 de Gendarmería.