La pelea fue la más sensacional que se haya registrado en la historia pugilística del mundo. Desde el primer momento de iniciarse el match, Firpo y Dempsey, saliendo de sus rincones respectivos, se trenzaron en una lucha formidable, cayendo ambos y levantándose enseguida bajo una lluvia de golpes furibundos.
Ambos pugilistas recorrieron todo el ring, descargándose mutua y sucesivamente los más potentes puñetazos hasta que por último, y no sin antes haber puesto en serio peligro el título que detenta Dempsey, Firpo cayó sin conocimiento.
Ochenta y cinco mil personas pagaron para presenciar el duelo de los dos gigantes, saliendo de la arena muy satisfecha, a pesar de que la batalla principal no alcanzó a durar cinco minutos.
Durante la pelea, Firpo tuvo gestos algo bruscos: parecía que estuviera desconcertado ante la enorme muchedumbre y la gran cantidad de dinero puesto en movimiento a raíz de la pelea, como también por la oportunidad que se le presentaba para adjudicarse el campeonato mundial.
Durante el primer round Firpo cayó seis veces. En una de ellas, mientras se hallaba de espaldas y respirando fuertemente, Dempsey bajó la guardia creyéndolo vencido, pero Firpo se incorporó, aplicando a su adversario un golpe que le hizo pasar a través de las cuerdas del ring.
Dempsey había caído bajo el borde del ring, del lado de las tribunas de los periodistas, quienes lo ayudaron a reincorporarse. En tal momento el campeón daba la impresión de que para él todo había terminado; volvió al ring como pudo, inmediatamente, temblándole las piernas. Se hallaba débil y respiraba dificultosamente.
Por otra parte, en el rostro de Mr. Kearns, manager de Dempsey, se reflejaba el inminente peligro de la derrota. Palideció tan enormemente, que su rostro parecía una hoja de papel.
Firpo lo atacó nuevamente con un poderoso golpe de derecha al mentón, enviándole otra vez contras las cuerdas. Esta vez, Dempsey sin fuerzas, sólo atinaba a mantener sus manos sobre la espalda de Firpo, abrazándolo y tratando de parar los golpes. La gente le gritaba: ¡Mátalo!, ¡mátalo!
Los sudamericanos expresan la creencia de que Firpo hubiera ganado de extenderse el primer round sólo unos treinta segundos
Segundo round
Durante el intervalo, los “segundos” de ambos boxeadores trabajaron frenéticamente para reponerlos. Ni bien se anunció la reiniciación de la lucha, Dempsey se lanzó como un tigre contra Firpo, con un empuje extraordinario. Sin embargo, Firpo esgrimiendo su derecho como una mazo lo paró en la mitad del camino, asestándole un golpe que hizo estremecer al campeón mundial.
Dempsey, a quien no se le puede negar que posee mayor experiencia, entró en el clinch, del cual salió airoso y retrocediendo un poco reanudó el ataque, golpeando fuerte la mandíbula de Firpo con sucesivos puñetazos de derecha e izquierda, lo cual hizo caer al argentino.
Este se levantó a los seis segundos, pero sus piernas le temblaban, se hallaba muy debilitado y sangraba por la nariz y por la boca.
Entonces, Dempsey aprovechó la oportunidad y, con la mayor sangre fría, atacó nuevamente a Firpo colocándole una serie de golpes.
Firpo, en completo estado de inconsciencia, cayó de espaldas, su mirada era vidriosa y demostraba su fin/Fragmento del comentario publicado por Los Andes.
