¿Firmaron la paz? El tiempo dará una respuesta, aunque parece que sí.
Y no es una historia más la que se vive en la Bodega. Es una trama que viene desde hace rato y con dos protagonistas de peso y muy importantes: Gabriel Heinze y Jaime Ayoví.
La novela se disparó a partir de la lesión (desgarro en el recto de la pierna derecha) que sufrió el ecuatoriano en la previa de la Copa América, cuando su selección se enfrentó en un choque amistoso ante Panamá.
La Yoya regresó a la Bodega para la pretemporada pero trabajando en forma diferenciada, y luego se tejieron muchas especulaciones con respecto al largo parate que sufre.
Fue el propio Ayoví quien manifestó a un medio colombiano que se había resentido con algunos ejercicios que le diagramó el cuerpo médico, abriendo un frente de polémica. Aunque ayer el atacante mantuvo una reunión con los encargados de rehabilitarlo y quedó todo aclarado, marcando que existe una gran relación entre los profesionales de la entidad y el futbolista.
Los dichos sobre la posibilidad de viajar a Ecuador para tratarse con facultativos de su confianza- si continuaba con la molestia-, generó una gran malestar en la dirigencia. Tanto que hasta alguien deslizó la idea de una multa económica para el delantero.
Con este panorama complejo, el interrogante mayor se da con Gabriel Heinze, quien frente a las declaraciones del goleador se mostró muy firme, con autoridad, y no se guardó palabras para criticar al mundialista.
En la vuelta del plantel a los entrenamientos, la noticia es que Ayoví se moverá mejor esta semana y y recibiría el alta definitiva. Podrá participar en algunas tareas hasta que se ponga al ciento por ciento físicamente.
Nadie lo confirma y se mantiene el hermetismo en Coquimbito, pero habría existido una charla entre el futbolista y el adiestrador con el objetivo de limar asperezas y llegar a un acuerdo sin que haya más cruces.
Veremos cómo siguen los próximos capítulos...
