Una mujer de 36 años fingió padecer un cáncer cerebral, la descubrieron y condenaron a cuatro años de prisión en el Reino Unido no solo por las constantes mentiras a sus familiares y amigos, sino que además fue acusada de estafas por más de 278 mil euros para el supuesto tratamiento.
Se trata de Jasmin Mistry; la corte de Snaresbrook consideró probado que la mujer engañó a sus allegados con el fin de lucrarse, mostrándoles mensajes ficticios de un médico y escáneres cerebrales que descargó de Google.
En los siguientes mensajes falsos del "especialista", este comunicaba a Mistry que solo le quedaban seis meses de vida a no ser que pudiera someterse a un tratamiento en Estados Unidos valorado en 500.000 libras.
Su marido contactó con familiares y amigos para tratar de conseguir donaciones para costear el tratamiento, lo que le permitió recaudar un total de 253.122 libras (unos 278 mil euros).
Los mensajes del "médico" eran en realidad mandados por la propia imputada utilizando otra tarjeta SIM en su teléfono, según revelaron las autoridades.
La mujer fue detenida en noviembre de 2017 y confesó a la policía que no padecía ninguna enfermedad terminal y que no sabía por qué había mentido.
La policía calificó el comportamiento de la acusada como "extraño" y "sorprendente", y aseguró que hizo "todo lo posible por manipular emocional y financieramente" a sus allegados, entre los que contabilizó veinte familiares y otras ocho personas ajenas a su familia.