Un joven de 23 años simuló su propia muerte durante el derrumbe de una represa en enero pasado en Brasil porque su familia no aceptaba que fuera gay.
Evandro Schwirkowsky era uno de los nombres en la larga lista de desaparecidos tras la ruptura de un dique minero en Brumadinho, de la megaminera Vale. La familia del joven, en realidad, se enteró que Evandro podía estar entre las ruinas cuando profesionales del Instituto General de Pericias se acercaron a tomar muestras de ADN para cotejarlas con las de los cuerpos que iban siendo hallados en el lugar.
De los restos del joven nunca se supo nada y su familia tampoco se preocupó demasiado en seguir la búsqueda, por lo que se asumió el deceso. La verdadera historia, digna de una ficción, salió a la luz en los últimos días: Evandro optó por fingir su muerte porque sus familiares no aceptaban que fuera homosexual.
El joven había estado en la ciudad de Brumadinho el día de la ruptura de la represa para buscar trabajo, pero salió del lugar una hora antes de la tragedia. Cuando se dio cuenta de que su nombre estaba en la lista de desaparecidos, decidió esconderse y dejar que todos creyeran que estaba muerto.
Evandro retornó a Salvador, donde vivía su pareja, Edemilson de Jesus Silva, con quien era feliz. Tras su "vuelta a la vida", el brasileño contó que su familia ni siquiera lo contactó, aunque prefirió resguardar qué pasó exactamente en los 80 días de ausencia, informó el medio local JCOnline.
"Yo pido perdón a todos, pido perdón a mi Dios. Pido perdón a mi compañero, que fue el que más sufrió. Hice todo porque mi padre no aceptaba que fuera gay y estar casado con un hombre. Sí estuve en Brumadinho, pero por gracia de Dios salí una hora antes de lo ocurrido", reveló Evandro en un video que compartió en las redes sociales.