Los fines de semana, desgraciadamente, nos ponen a la cabeza de las estadísticas por accidentes de tránsito, unos fatales, otros no. Los motivos: distracción, velocidad, alcoholismo, uso de celular, etc. Nunca un mea culpa. Rutas con baches, ausencia de luz, falta de señalización, etc.
En otras provincias, donde el promedio de accidentes es mucho menor, tienen rutas impecables; nosotros, por si fuera poco, tenemos que sufrir las famosas tachuelas que, en lugar de ponerlas a lo largo de las rutas para separar las manos y salvar vidas, las atraviesan para romper trenes delanteros y cubiertas, que cuando se saltan y quedan los hierros expuestos, revientan las gomas; los lomos de burro de adoquines bien altos y peligrosos y badenes. Todo, más que medidas de seguridad, pareciera un castigo para los conductores.
Me pregunto: ¿cuántos años llevan estas prácticas de "reductores de velocidad" y qué resultados han dado? Cada vez mas accidentes.
Mendoza, edad de piedra. Sin ir muy lejos, en otras provincias de nuestro país, ya hace mucho que se usan las columnas electrónicas, colocadas a ambos lados de las rutas.
El paso de cada vehículo queda registrado, filmado y fotografiado; de cometer una falta, automáticamente llegará la multa a su domicilio y, por si fuera poco, teniendo una continuidad de este sistema en todas las provincias y límites, se puede saber el trayecto de un vehículo que se haya dado a la fuga o que haya sido robado, etc. A su vez se necesita mucho menos personal de control en las rutas.
No se puede ir en contra de la tecnología; el mundo avanza y los vehículos son cada vez más veloces. O tenemos rutas en condiciones de transitabilidad o volvemos a las carretas.
Héctor Mazzitelli
DNI 8.145.711