El Ministerio de Producción de Mendoza, a través del Instituto de Sanidad y Calidad Agropecuaria Mendoza (Iscamen), anunció el cierre del operativo de control de la Lobesia botrana, una plaga que amenazaba más de 130.000 hectáreas de cultivos de vid en la provincia. El operativo, iniciado en septiembre de 2023, se extendió por los cuatro oasis productivos de la región y brindó asistencia a 7.500 productores del viticola.
Según la información proporcionada por el Iscamen, el operativo se llevó a cabo en diversas etapas, adaptándose al estado biológico de la plaga y a la fenología de los cultivos en las áreas afectadas. Desde el organismo se señaló además que se utilizaron diversas herramientas de control “para maximizar el impacto sobre las poblaciones de este insecto”.
Al respecto, José Orts, presidente del Iscamen, resaltó la complejidad del control de la plaga en los diferentes oasis productivos, donde coexisten viñedos en plena producción con otros en estado de semiabandono y de abandono. Destacó también la importancia de la colaboración y del trabajo conjunto con el sector productivo durante toda la campaña.
El operativo en números
Durante la primera fase de la presente campaña se entregaron difusores de feromonas a productores de uva en fresco y de ciruelas (con exportaciones a Brasil) para cumplir con los protocolos sanitarios establecidos. Además, se implementaron bloques puntuales en el oasis Sur, manteniendo áreas prácticamente libres de la plaga mediante la técnica de confusión sexual en una superficie de 1.000 hectáreas productivas.
Por su parte, en el mes de octubre, comenzaron los vuelos, del Servicio de Tratamientos Aéreos, en los oasis Norte y Este para controlar la primera generación de la plaga en Lavalle, San Martín, Santa Rosa, Rivadavia, La Paz, Junín, Luján de Cuyo y Maipú. Esta fase cubrió 115.000 hectáreas. Concluida esta fase, en noviembre y diciembre, se retomaron las actividades en los oasis Norte y el Este para controlar la segunda generación del insecto, con las aplicaciones aéreas y aeroaplicaciones.
A la hora de atacar la plaga del Valle de Uco, se distribuyó insecticida y se aplicaron feromonas mediante drones en áreas muy específicas, abarcando un total de 30.000 hectáreas de viñedos. Mientras que la última etapa del operativo de control de la Lobesia botrana se centró en el oasis Este, particularmente en distritos de San Martín, para controlar la tercera generación del insecto mediante aeroaplicaciones con feromonas en 13.000 hectáreas.
Todas las acciones de control se llevaron a cabo bajo la premisa del Manejo Integrado de Plagas y en el marco de la Ley Nacional 27227, que declara de interés nacional el control de la plaga; la Ley Provincial 9076 y la Resolución 449/2018 de la Secretaría de Ambiente y Ordenamiento Territorial, que establece las recomendaciones generales para llevar a cabo estas acciones.