En la provincia hay productores caprinos que están a 500 metros sobre el nivel del mar y otros que se encuentran a cerca de los 2 mil; algunos que faenan en sus puestos y asan chivos para los visitantes, y unos más que están esperando la llegada de los compradores. Pero la mayoría se ubica en zonas de secano y se ve afectada por la falta de agua y por los depredadores (zorro y puma), que han ido avanzando a medida que la población humana ha ido disminuyendo en esas áreas.
Según datos del Sistema Estadístico de Ganadería, hay 3.577 productores en la provincia, 1.599 establecimientos y un total de 734.645 caprinos. Mendoza es la segunda mayor productora en el país, por detrás de Neuquén, que tiene 820.028 animales.
El director de Ganadería de la provincia, Damián Carbó, detalló que en la provincia hay dos áreas caprineras fuertes: la del sur, en donde el gran protagonista es Malargüe, y la del norte, desde Lavalle a La Paz. El gran inconveniente que está enfrentando la producción caprina, compartido con el resto de la ganadería en zona de secano, es que la falta de lluvias afecta la productividad. El 90% de las cabras se crían en áreas sin acceso a riego.
La cabra, explicó, tiene un mecanismo de defensa cuando sus niveles nutricionales están por debajo de lo que necesita, que es abortar. De esta manera, se asegura la supervivencia, pero tiene resultados nefastos para la producción, ya que ha habido años en que alrededor de 50% de las hembras aborta.
Para evitar esto es necesario que, durante los meses más críticos (julio y agosto), se suplemente a las cabras preñadas con unos 100 gramos diarios de maíz. Sin embargo, este momento coincide con el de menores recursos del productor, ya que vendió la mayor parte de su producción a fines del año anterior. Pero reconoció que tampoco forma parte de la idiosincrasia de quien se dedica a la cría de cabras.
Todo apunta a que este año será tan seco como los dos anteriores. Esto ha provocado disminuciones en el stock bovino y caprino que, si bien no han tenido un impacto significativo todavía, tiene en alerta al sector y al gobierno provincial.