Una “guardería” de olivos abre sus puertas al público

Se trata de una finca a la que se han ido llevando las plantas que la gente erradica de una propiedad. Tienen tres meses de espera de pedidos y pronto recibirán visitantes.

Una “guardería” de olivos abre sus puertas al público
La Guardería, un proyecto de rescate de olivos antiguos, que pronto podrá ser visitado. Fotos: Gentileza

Hoy, los olivos antiguos, esos que forman parte de la historia familiar, tienen un lugar donde ser llevados si tienen que ser sacados de la finca en la que han vivido 50, 60, 70 años o más. Se llama La Guardería y se encuentra en Maipú. El rescate de este legado comenzó de modo no planificado, pero se fue corriendo la voz y ya tienen tres meses de espera.

Gabriel Guardia, enólogo y especialista en la elaboración de aceites de oliva, cuenta que conoció a los dos socios en esta aventura, José Muscara y Andrés Iglesias, cuando se llevaban los olivos que un vecino estaba sacando para transformar el olivar en chacra y los plantaban en un predio de 10 hectáreas. Como se dedican a otra actividad, no conocían los cuidados que había que tener para evitar que los árboles se secaran y ahí entró Guardia, para darles algunos consejos.

Como siempre le preocupó la pérdida de superficie cultivada en la provincia y que la industria mendocina no tiene suficientes plantas para abastecerse, consideró que había llegado el momento de “ponerse las botas” y sumar una acción concreta a su tarea de difusión. Y, afortunadamente, encontró eco en sus dos socios, que de inmediato se sumaron a la idea.

El proyecto empezó a darse a conocer y, cuando alguien tiene que arrancar un olivo (o varios), los contacta para que vayan con la retroexcavadora y el camión, a llevárselo. Guardia cuenta que trabajan 12 horas diarias, de lunes a viernes, y que tienen tres meses de espera. Esto, porque la mayoría de las personas no quieren transformar esos árboles, que plantó el abuelo o el bisabuelo décadas atrás, en leña, pero necesitan el espacio para plantar otra cosa o para construirse una casa.

La Guardería, un proyecto de rescate de olivos antiguos, que pronto podrá ser visitado. Fotos: Gentileza
La Guardería, un proyecto de rescate de olivos antiguos, que pronto podrá ser visitado. Fotos: Gentileza

Ahora cuentan con una alternativa, que además les ahorra dinero (porque lo sacan y se lo llevan sin costo) y les saca un problema. Pero, además, cuando se los implanta en La Guardería, se la coloca a cada planta el nombre y apellido de quien lo donó, para que puedan ir a visitarlo y saber cuál es.

Por otra parte, como en el predio de 10 hectáreas también hay una fábrica de aceite de oliva, antes de trasplantar los árboles, recolectaron las aceitunas y elaboraron una primera tirada. Sin embargo, para que esto se repita habrá que esperar unos 4 a 5 años hasta que vuelvan a dar fruta. Guardia explica que, como con el traslado se les rompen las raíces, les han quitado toda la copa y apenas ha quedado un tronco, casi al ras, para que la planta puede enfocar toda su energía en recuperar esas raíces, en lugar de en las hojas o las ramas.

Ahora, están enfocados en preparar todo para abrir al turismo. “Es recuperar un poco nuestra cultura. Imaginate que se empezaran a arrancar viñas y nos quedáramos sin Malbec. Eso pasó en Mendoza, hace 10 años, con los olivos”, recalcó.

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