A lo largo de este 2023 la actividad avícola ha tenido que enfrentar problemas con la inflación, pero además se sumaron los grandes inconvenientes que dejó la sequía y los que provoca la restricción a las importaciones. Y lo más complejo es que hacia fin de año, los productores consideran que la situación se volverá cada vez más difícil, de seguir por este sendero.
Mario Alberto Maroto, productor avícola dedicado a la venta de huevos aseguró que “no viene fácil la cosa, está bastante complicada por el tema de la escasez de cereales y también por los problemas que estamos teniendo para conseguir todo lo que es insumos de origen importado para la elaboración de los alimentos balanceados”.
Para la elaboración de los alimentos que consumen las aves se utiliza habitualmente, maíz, soja, girasol entre otros y “en volúmenes no tenemos este año la disponibilidad que hemos tenido años anteriores. Hoy nos cuesta conseguir cereales porque los productores están reacios a vender, esperando tal vez un mejor precio o una mejor cotización de dólar y también tenemos el agregado de que este año por la sequía la oferta está muy acotada. Nos está costando mucho conseguir los insumos básicos que necesitamos”, explicó Maroto.
Pero la problemática es más profunda debido a la escasez de insumos importados. “En la elaboración de alimentos balanceados usamos núcleos vitamínicos y todos sabemos que Argentina no es productora de vitaminas ni de aminoácidos y todo eso son insumos son importados. Si bien veníamos teniendo un aprovisionamiento medianamente normal, unos meses atrás se empezó a complicar. Uno pide 2.000 kilos de un producto y te mandan 1.000 nada más o te dicen que te van a entregar en dos veces”, detalló.
Para el productor avícola, esa situación “nos viene haciendo trabajar con cierta inquietud” porque “inclusive los proveedores habituales nos hablan de que hacia fin de año no tienen seguridad si van a llegar con mercadería como para poder abastecernos. Eso no abre un interrogante sobre cuáles van a ser la forma en que vamos a terminar produciendo hacia fin de año”, dijo con tono de preocupación Maroto.
Como consecuencia de las restricciones, los productores enfrentan otro inconveniente a la hora de hacerse de los insumos, el aumento por la escasez.
“Además, al haber escasez de esos insumos, los valores también en dólares han variado y hoy en día, productos que en el mercado los pagábamos tres dólares el kilo, hoy ya tenemos que hablar de que nos piden 8 dólares el kilo o 10 dólares. Hablando siempre de insumo como aminoácido o núcleos vitamínicos y todo eso no hace más que afectarnos en los costos”, afirmó.
Para Maroto, estos problemas pueden impactar de lleno en la producción y provocar una caída, porque “si uno en algún momento no consigue un insumo y tiene que darle de comer a las aves con lo que tenga, por ahí la formulación nutricional no necesariamente permite que las aves logren un pico de producción óptimo, entonces, eso puede llegar a afectar la producción, sin duda”, remarcó.
Antonio Olmo, de la avícola Lujan, también hizo mención a los problemas de costos que acarrea la actividad, pero se enfocó más en la incertidumbre que genera la inflación.
“Menos mal que por lo menos estamos abasteciendo el mercado, pero hay muchos problemas con los costos porque se están elevando día a día. Yo diría que los costos hoy en día se están cubriendo, pero nada más”, sostuvo Olmo
“Lo que qué pasa que vos vendes hoy día un pollo y después tenés que esperar 60 días para vender el pollo que vas a criar con la plata que he recuperado hoy día. Y si tenés un 10% o 12% de inflación mensual, dentro de 60 días, te va a faltar más del 20%, de lo que cobraste hoy. Salvás la plata que gastaste hoy, pero no salvás lo que tenés que gastar para vender un pollo dentro de dos meses. Acá, la inflación es un problema para todas las empresas”, reflexionó el productor.
En la perspectiva hacia adelante, pensando que hay elecciones y se elegirá un nuevo presidente, los productores se esperanzan en que “llegue alguien que realmente tome las riendas como para originar un plan económico y tratar de estabilizar la inflación y de incentivar la producción. Hoy día la mayoría de las empresas tiene en stand by cualquier tipo de inversión hasta ver realmente cuál es el rumbo que va a tomar la Argentina”, dijo Mario Alberto Maroto.
En tanto, Antonio Olmo, simplemente dijo que “tenemos una empresa familiar y tenemos que ponerle ganas a todo lo que viene, nuestra producción es de productos que son perecederos, desde que nace hasta cuando se consume, solo esperemos que después de las elecciones tengamos gente con buenas ideas de gobierno, nada más, porque acá lo que faltan son buenos gobiernos y más trabajo”.
