Cuando se cumplían dos semanas de que se había anunciado que se iban a liberar las exportaciones de carne de vaca adulta a China y el sector productivo se mostraba preocupado por la demora en la concreción del anuncio, hoy fue publicada en el Boletín Oficial de Nación la resolución que flexibiliza el cepo a las ventas al exterior de este tipo de cortes.
La normativa permite la venta a China de la llamada “vaca conserva”. El decreto otorga un cupo de hasta 100 toneladas mensuales a las empresas que tengan establecimiento faenador y de hasta 50 toneladas mensuales a las que cuenten con un establecimiento procesador de carne vacuna para exportación. Esto, siempre que las vacas se encuentren dentro de las categorías D o E. Esta asignación se realizará hasta alcanzar la faena de 140.000 vacas de esta categoría, como refleja El Cronista.
También se determinó que algunos cortes de carne vacuna -como asado con o sin hueso, falda, matambre, tapa de asado, cuadrada, paleta y vacío-, resultantes de la faena de vacas de tipo D o E, y sólo cuando hayan sido faenadas a partir de la fecha de la publicación de la resolución, estarán exentos de las restricciones a la exportación del Decreto N° 408/21.
La nueva regulación establece que el Ministerio de Agricultura podrá fijar excepciones a las pautas establecidas para aquellos cupos especiales o categorías de animales que no sean de consumo tradicional en la Argentina, “siempre que no alteren el normal abastecimiento del mercado interno”.
La Comisión de Enlace de Entidades Agropecuarias expresó, en un comunicado, que valora que el gobierno nacional haya oído el reclamo que desde la entidad vienen manifestando hace meses: “restringir exportaciones es una mala política pública que nos hace perder a los productores y al país en su conjunto.”
Los dirigentes rurales plantean que la nueva flexibilización de las exportaciones de carne vacuna, publicada hoy en el Boletín Oficial, “es un paso adelante en la búsqueda del escenario ideal, basado en la libertad comercial y exportadora, ya que es la única forma de tener rentabilidad en la ganadería, para poder dinamizar la cadena y generar mayor oferta de carne en la mesa de los argentinos”.
Pese a esto, manifestaron que ven “con preocupación las decisiones adoptadas en el mercado de maíz, que generan confusión y desconfianza en toda la cadena. Burocratizar aún más el régimen de exportaciones y desalentar la producción son malas señales para un país que necesita desarrollo productivo, generación de divisas genuinas, y producir empleo y trabajo”.
En este sentido, manifestaron que esperan que “la experiencia de la que tratamos de salir en la cadena de la carne sirva como antecedente y muestra de que, cuando se producen modificaciones por decisiones inconsultas, se generan daños en toda la cadena, afectando a los productores y resquebrajando la credibilidad de nuestro país ante el mundo”.