La inscripción digital obligatoria en el Registro de Uso Permanente de la Tierra (RUT) había generado preocupación entre productores por lo complejo del trámite y por el plazo para completarlo (del 6 al 31 de mayo). Sin embargo, desde el Gobierno de Mendoza decidieron postergar el plazo un mes, hasta el 30 de junio, y se podrá optar por actualizar los datos con el sistema tradicional.
El RUT tiene distintas finalidades, pero se suele utilizar para adherir al Seguro Agrícola, al Fondo Compensador y para la ley de Emergencia Agropecuaria, por eso suele estar en la órbita de la Dirección de Contingencias Climáticas (DCC). Todos los años debe renovarse, aunque la nueva versión digital implicaba una reinscripción en el sistema, presentando más papeles.
“El gobierno no quiere que ningún productor quede afuera del RUT. Para aquellos que han encontrado inconvenientes, vamos a utilizar el mismo sistema que se venía utilizando, podrán renovarlo como lo hacían tradicionalmente sin mayor dificultad”, comentó a este medio Julio Eluani, director de la DCC. Y agregó que “quienes ya lo hicieron de manera digital, bienvenidos sean, porque será el estándar de aquí en más”.
El tema había implicado cruces entre el oficialismo y la oposición en la Legislatura de Mendoza. Incluso, el Partido Justicialista llegó a decir que la falta de extensión del plazo era porque al gobierno “no le importaban” los productores y porque quería excluirlos del seguro agrícola, que subsidia la Provincia.
Eluani contestó que la ley actual establece que el Ejecutivo debe tomar medidas para hacer un registro claro del uso de la tierra, sin establecer fechas exactas. “No creemos que sea necesario una ley nueva, el tema tomó un volumen inusitado. Creo que dando la posibilidad de renovarlo como siempre, ya queda descomprimida la situación”, comentó el funcionario. Ya sea con el sistema digital o el tradicional, se podría contratar el seguro y cubrirse ante contingencias climáticas.
Alivio y reclamo
Las asociaciones consultadas coincidieron en que es un alivio que se extienda el plazo, aunque reiteraron el pedido de que el Estado cruce información entre sus organismos para facilitar la opción digital. Es que algunos papeles que pide el sistema ya lo tienen otras reparticiones (como Irrigación o el INV) y consideran que no tiene sentido que el productor deba hacer un trámite ante catastro o escanear documentos para dar una información que ya está cargada.
Desde el Centro de Viñateros y Bodegueros del Este, su director ejecutivo Mauro Sosa comentó que antes habían hablado con la DCC y que la extensión del plazo era algo esperable, aunque, nuevamente, insistió por la falta de conexión entre organismos públicos. “El enojo era porque se le pedía al productor escanear documentos y cumplir procedimientos de 10 pasos cuando apenas tiene conexión a internet, si es que la tiene”, criticó Sosa.
Uno de los puntos más complejos era pedir la geolocalización de la finca o la chacra, algo que incluso había pedido antes el Senasa utilizando otro programa digital. “Mucha gente llegaba a ese punto y no podía continuar, ese es uno de los datos que se podrían pedir entre entidades”, ejemplificó Sosa.
Por su parte, Nicolás Vicchi, subgerente de la Asociación de Cooperativas Vitivinícolas (Acovi) celebró que se extendiera el plazo “en función del nivel de demanda de información que se necesita” y reiteró la propuesta de que se pueda asistir a los productores asociados a través de las cooperativas vitivinícolas, con apoyo del personal de la DCC. Antes, cuando se hacía la actualización, las cooperativas y Acovi podían renovar el RUT, pero el sistema digital exige una cuenta y una clave para cada productor.
Acovi remite consultas de productores a las autoridades para buscar soluciones, pero algunas son muy puntuales, por ejemplo si basta con escanear un documento. “Es importante que, frente a una solicitud de información, no se le genere mayor perjuicio al productor, cuando el mismo Estado podría utilizar la información que ya tiene. Eso además de que haya un tiempo considerable para instrumentalizar la actualización de la base de datos”, agregó Vicchi.
Por último, Sosa esperó que la actualización del RUT ayude a lograr una mayor formalización del agro en Mendoza: “Queremos que todas las actividades tengan los controles de la vitivinicultura. Ahora, si solo será para identificar a un productor y darle el seguro agrícola, para Mendoza Activa o para un proyecto en particular, me parece que lo más práctico sería que el Senasa y el gobierno provincial intercambien la información que se requiere”.
Un apoyo con reparos
La semana pasada, otras asociaciones de productores habían brindado un apoyo parcial al RUT digital, alertando sobre la dificultad para completarlo y la falta de internet en el campo. Como se estaba formando una base de datos nueva, se pedían muchos más papeles y comprobantes que en una actualización tradicional.
En ese marco, la Asociación de Viñateros de Mendoza (AVM) se puso a disposición de productores para ayudar a cargar los datos, así como se daba asistencia en las delegaciones de la DCC y en oficinas municipales. Para Matías Manzanares, gerente de AVM, la digitalización era “un avance” para facilitar después otros trámites, pero criticó que “la conectividad en el campo sigue siendo una complicación” y que muchos productores debían moverse hasta zonas con mejor señal para conectarse.
Por otro lado, Gabriela Lizana, presidente de la Asociación de Productores del Oasis Este de Mendoza (Aproem), destacaba como positivo que el trámite se podía completar online y que no haya que ir de manera presencial, pero cuestionaba la complejidad del sistema y las trabas que iba a generar en productores, especialmente en los mayores. “Puede llegar a ser bueno si se lo hace algún contador o alguien lo ayuda, pero no es un trámite sencillo”, comentó.