Al mirar algunos barrios en Mendoza, una frase clásica que repiten los mayores es: “Todo esto era viña”. Sin embargo, a través de una ordenanza de la Municipalidad de Luján, puede que buena parte los distritos de Las Compuertas y Vistalba sigan manteniendo su relación con el vino. La idea es establecer una “reserva vitivinícola” para fomentar el enoturismo, una iniciativa que tiene apoyo del sector privado.
Al momento de comparar extensiones, Luján de Cuyo cuenta con un territorio de 4.834 kilómetros cuadrados, mientras que Godoy Cruz tiene 110 km cuadrados y Ciudad de Mendoza 54 km cuadrados. La extensión lujanina hace que, por un lado, se generen varios barrios dispersos unos de otros, con la dificultad de prestarles servicios públicos y, por el otro, permite que haya actividades que van desde el petróleo hasta la industria pesada.
Para evitar que ese crecimiento residencial e industrial perjudique a la vitivinicultura, el municipio planteó crear la “Zona Reserva Vitivinícola Las Compuertas – Vistalba”, con una superficie de 932 hectáreas. De esas hectáreas, hay 102,6 que son baldíos, 727,6 ha que son viñedos y bodegas y hay 27,6 ha con otras construcciones. Se trata de un espacio con 200 lotes menores a 5.000 metros cuadrados y con 98 lotes mayores a 5.000 metros cuadrados.
“Queremos ordenar y planificar desde el municipio para que cada parte de Luján pueda tener identidad y potenciarse. Por eso hemos creado una zona de reserva vitivinícola con el objeto de salvar vides históricas”, sintetizó Sebastián Bragagnolo, intendente de Luján de Cuyo. No se podrían construir barrios residenciales, pero sí generar negocios vinculados al enoturismo, como una forma de seguir estimulando las inversiones en la zona.
Se trata de dos distritos cercanos al Gran Mendoza donde, al Sur de la Ruta Provincial 82 (Panamericana), hay varias inversiones y bodegas como Riccitelli Wines, MAAL Wines, Familia Durigutti, Cheval des Andes y Finca Bandini. Además se permitirían otros emprendimientos en marcha de whisky, proyectos de hospedaje (un jugador de fútbol quiere hacer un lodge de 14 habitaciones), un restaurante o una proveeduría de artículos regionales.
Resguardar lo propio
Los distritos de Luján no son ajenos al fenómeno de expansión urbana que se da sobre todo en los departamentos del Gran Mendoza. En los últimos años se han generado emprendimientos inmobiliarios en esta zona vitivinícola. Ésa es una de las razones por las cuales Carolina Pelayes, CEO de Finca Bandini, apoya la iniciativa de generar una reserva vitivinícola que proteja a viñas históricas de Las Compuertas y Vistalba.
“Nosotros tenemos la historia de Las Compuertas. Tenemos un monumento al primer derivador de aguas de Mendoza. Hasta el día de la fecha se pueden ver las compuertas que dieron origen al nombre del lugar. Esto es como la memoria de Mendoza en muchos sentidos”, afirmó Pelayes, para quien el vino que se genera en esta zona es un motivo de orgullo.
Vale comentar que esta área está ubicada entre 900 y 1.000 metros por encima del nivel del mar, y cuenta con muchos proyectos de vitivinicultura de precisión con riego por goteo. En la zona hay una buena amplitud térmica y un perfil de suelo más rocoso que en otros lugares, lo que otorga otras características a las uvas.
Para Pelayes, es común que, cuando se viaja a otras partes del mundo, se valoren monumentos históricos, como acueductos construidos hace cientos de años, y así mismo cree que debería ponerse en valor la historia de Mendoza con aspectos centrales como la vitivinicultura y el manejo del agua. “Es como el alma nuestra, y estamos teniendo mucha mirada internacional, un turismo muy importante”, señaló antes de recordar que Mendoza es una de las capitales mundiales del vino.
Además, la CEO de Finca Bandini cree que, más allá de trabajar por marcas de bodegas, es importante trabajar en conjunto por zonas para dar un valor diferenciado al vino, con herramientas como Denominación de Origen o Indicación Geográfica.
Ordenar y potenciar
La iniciativa del municipio se aprobó a fines de 2021 en el Concejo Deliberante de Luján de Cuyo, y se estima que en un lapso de 6 meses se armará un plan de infraestructura entre la comuna y las empresas que hoy están en la zona. Eso puede implicar, por ejemplo, el armado de ciclovías, la mejora en la iluminación y la instalación de cartelería de tránsito.
Otra posibilidad que se analiza en conjunto es la de realizar un festival al año con las bodegas de la zona, por ejemplo en el pasaje o callejón De la Reta, y que el turista pueda recorrer, copa en mano, los distintos establecimientos. En cuanto al turismo, no sólo se trata de aprovechar la cercanía entre las bodegas, sino también la cercanía con el dique Potrerillos y otros locales gastronómicos como Entre Dos o Rincón Suizo.
“Se va a dar un círculo virtuoso. Una bodega va a proponer hacer un tour nocturno, otra un paseo en bicicleta y otra quizás traiga un DJ. Hemos pensado en un circuito de ciclovía entre las viñas, para ver si se abren y se puede recorrer la zona vitivinícola paseando por los viñedos”, adelantó Bragagnolo, sobre algunas ideas.
La inversión pública y la certeza de que los viñedos seguirán, también son incentivos para que el sector privado sepa que puede invertir a largo plazo y, cuando terminen de instalar la bodega, no tengan un barrio residencial al lado. La idea, en síntesis, es ordenar el territorio y aprovechar el potencial vitivinícola y turístico de una zona que, se espera, “siga siendo viña”.