Ramiro Labay (41) tiene historia en el campo. Es tercera generación de ganaderos y lo dice con orgullo, siguió con la línea que trazaron los abuelos y después José Alberto, el papá, uno de los iniciadores de la Feria del Ternero Mendocino, hoy Fiesta Nacional de la Ganadería de Zonas Áridas.
En la actualidad, el productor ganadero está involucrado de lleno en la actividad y en la tarea dirigencial dentro del sector como presidente de la específica de ganadería de la Cámara de Comercio de General Alvear.
Así como proclama a viva voz las necesidades de la actividad pecuaria en Mendoza, también se animó a desarrollar lo que tanto proclama y considera el camino por donde se debe conducir a la ganadería mendocina: pasar de la cría a la recría y si es posible al engorde para completar la cadena y aminorar la brecha que existe entre producción y consumo en Mendoza.
Para cumplir con esa meta, inició una prueba piloto de cultivo de forraje hidropónico. Actualmente produce el alimento que consumen sus animales, eleva el kilaje de los terneros llevándolos de 100 a 190 kilos y redujo los costos en alimentación en un 40%. De eso y otros temas habló con Los Andes.
- ¿Cuál es la situación de la ganadería en estos días?
- Actualmente estamos en una transición, saliendo de la seca y con la expectativa que regresan los regímenes de lluvia aparejados a la corriente de El Niño. Necesitamos que llueva con más ganas porque los campos vienen bastante desgastados por este largo periodo de sequía.
Por esta situación, se ha destetado hacienda liviana y coincide de paso que empezamos con la campaña de vacunación anti aftosa. Por eso es que solicitamos al Senasa la eliminación de la restricción para mover terneros por 21 días para aplicar la segunda dosis. El pedido fue recibido y estamos a la espera de una respuesta.
- ¿Es tan necesario sacar los terneros en estos días?
- Sí, es muy necesario porque al haber falta de pasto, el destete precoz en zonas áridas, marginales como la nuestra, es una herramienta esencial. Esos 21 días, que en realidad se transforman en un mes o más para volver a encerrar la hacienda, son determinantes para que la vaca muera o no, continúe el ciclo y quede preñada, o no. El índice productivo varía mucho y no es igual si tenés que dejar el ternero en el campo a que si lo podés sacar a la venta o la recría.
- ¿Cambió el panorama en este 2023 con el aumento en el precio de la hacienda?
- Con el ajuste de los precios empezaron a cambiar los márgenes. El engordador que perdía $30.000 por animal al ver que los valores se están equiparando empezó de vuelta a recargar los corrales y genera otra expectativa para nosotros, productores de terneros.
- Producto de la sequía, ¿disminuyó mucho el stock de ganado?
- Todavía no se puede establecer un margen, eso lo vamos a saber cuando termine la campaña de vacunación y se realice un comparativo de las cabezas vacunadas este año con las de 2022.
Igualmente, la situación real la vamos a tener tal vez el año próximo. Después de una gran seca como esta, demora un año y medio y dos en reajustarse el stock y conocer los resultados negativos.
- ¿En su caso, tuvo que vender hacienda anticipada o hubo mortandad de animales?
- Muchos vendieron anticipado, han sacado animales a los remates de bajo peso porque hicieron un destete hiperprecoz, animales de 60 kilos cuando en épocas normales se sacan con 130 kilos. También vendieron vacas flacas que parecían viejas, pero no lo eran. Yo también vendí y tuve muerte de animales, al igual que muchos.
- ¿Qué opina de las medidas del Gobierno Nacional para contener el aumento de la carne en góndola?
- Siempre las medidas intervencionistas son negativas. Quieren controlar un mercado que es prácticamente oferta y demanda. Pueden ser medidas populistas a corto plazo, pero a largo plazo te juega en contra. Cuando quieren controlar la oferta y la demanda siempre el tiro les sale por la culata.
Además, dudo que esas medidas lleguen a todos lados. Es más para grandes cadenas de supermercados o grandes centros urbanos, pero al consumidor de la carnicería de barrio, de un departamento como Alvear, no creo que le llegue.
Para tener en cuenta, el Gobierno va a subsidiar unas 12.000 toneladas de carne cuando la demanda es más o menos de 20.000 toneladas, así que el impacto no creo que sea tan marcado.
- ¿Cómo es la prueba que realizó con el forraje hidropónico?
- Desde hace unos 5 años que venimos con mi hermano German con la idea y al fin la concretamos. El 2 de enero empecé la siembra y a los 11 días comenzamos a alimentar a los animales.
Está hecho en un galpón de 30 metros cuadrados y el objetivo es sacar entre 300 a 360 kilos de maíz forrajero diariamente. Eso equivale a unas 6 a 8 hectáreas de alfalfa.
Este sistema nos permite tener asegurada la demanda de alimento todo el año para unos 70 animales. Los estamos llevando a los terneros de 100 a 190 kilos y con una reducción en los costos de alimentación entre un 30% y 40% con respecto a la dieta tradicional. Además, cumplimos con el objetivo que es pasar de la cría a la recría.
- ¿Cómo es el sistema?
- Todos los días sacamos 40 bandejas de maíz forrajero y volvemos a sembrar 40 bandejas que a los 11 días van a estar listas para el consumo.
Es un ambiente totalmente controlado y que es totalmente natural, se controla por ozono (desinfección), no lleva herbicida ni fertilizante, no lleva nada. Es de triple impacto: en lo económico, en lo social y también en lo ambiental.
Por cada kilo de semilla obtenemos siete kilos de forraje. Pero el sistema es muy variable y así como el maíz es muy de verano en invierno podemos sembrar avena o centeno. Es una prueba piloto, pero hasta ahora nos da resultado y lo mejor que podría pasar es que más productores puedan realizarlo lo que significaría que producen el alimento que necesitan.