El Gobierno provincial presentó hoy el pronóstico de cosecha de durazno para industria. En la temporada 2024/2025 se estima que se recolectarán unas 97.728 toneladas, lo que implica una disminución que roza el 7% con respecto a las 104.887 que se cosecharon en la 2023/2024.
Se trata del primer relevamiento que se realiza desde la Dirección de Agricultura, del Ministerio de Producción de la provincia. La labor era hasta ahora desarrollada por el Instituto de Desarrollo Rural (IDR), que dejó de recibir financiamiento este año. Por otra parte, también es el primero que incluye un nuevo sistema, dinámico, a partir del cual se va haciendo un seguimiento permanente de los principales cultivos en Mendoza. De hecho, los datos presentados se ajustarán con los que se obtengan al momento de la cosecha.
Además de una merma en la cantidad de kilos, también se anticipa una posible reducción en los calibres. Esta temporada podría haber un 35% de duraznos de tamaño inferior a los 57,1 milímetros, un 13% entre 57,1 y 60,3, y un 52% mayor a los 60,3 milímetros. En comparación, en la 2023/2024 el 30% tenía menos de 57,1 mm de diámetro, se mantuvo constante el 13% entre 57,1 y 60,3 mm, y 57% tenía más de 60,3 mm.
El director de Agricultura de la provincia, Alfredo Draque, comentó que validaron los resultados de este pronóstico de cosecha con productores e industriales. Explicó que se hace un seguimiento continuo de las parcelas que se evalúan para llegar a esta estimación -para el caso del durazno para industria, son 111 en distintas partes de la provincia- y resaltó que esto es lo innovador, mientras que la metodología es la misma que se venía utilizando, para poder validar los datos y continuar con el seguimiento histórico, lo que permite hacer comparaciones.
Agregó que el resultado tuvo una validación estadística por parte de los docentes de la cátedra de Matemáticas de la Facultad de Ciencias Agrarias, quienes se encargaron del procesamiento de los datos en conjunto con los técnicos de la Dirección de Agricultura.
Draque comentó que el pronóstico tuvo una excelente recepción tanto de los industriales como de los productores, quienes habían observado empíricamente que esta temporada corresponde a una cosecha bastante cerca de la media y muy similar a la pasada, aunque un poco inferior.
Añadió que entienden que es positiva para el sector la distribución de calibres, más allá de las diferencias que pueden existir entre las fincas o parcelas incluidas en el relevamiento. Y que algunos productores señalaron que se ha producido un leve adelantamiento de la cosecha, lo que puede estar impactando en el tamaño de la fruta. De todos modos, como volverán a medir al momento de la recolección, podrían ajustar ese número.
José Luis Giuliani, presidente de la Federación Plan Estratégico de Durazno de Industria (Fedepi), comentó que es un pronóstico que marca una producción muy similar a la del año pasado, aunque el promedio histórico está en las 120 mil toneladas de durazno para industria. Sumó que hay que ver el tema de los calibres, porque existe una diferencia pequeña con la temporada anterior y puede deberse a un tema climático, que provocó que se haya adelantado unos 10 días la cosecha.
Manifestó que puede ser que esas 98 mil toneladas se modifiquen, porque cuando finalice la cosecha el Gobierno va a hacer un ajuste y destacó que puede haber una variación esperable de hasta 10% con respecto a la estimación. Explicó que, hasta ahora, el IDR hacía el pronóstico y el sector calculaba después los datos finales de la temporada en función de la cantidad de latas o de pulpa que elaboraba la industria, pero ahora tendrán los valores de las más de 100 parcelas relevadas.
En cuanto a los factores que pueden haber incidido en una producción por debajo del promedio, mencionó que esta temporada tuvieron heladas, que no fueron importantes, pero, por el cambio climático, la planta va perdiendo resistencia al frío y, si antes podía soportar -3°C durante una hora sin sufrir daño, ahora tal vez sólo tolera -2°C. También hubo dos ocurrencias de viento zonda, cuando algunas variedades estaban floreciendo o en cuaje.
Por otra parte, los montes frutales de durazno en la provincia tienen, la mayoría, una edad superior a los 15 años, aunque ha empezado un proceso de renovación. Detalló que un duraznero puede producir durante 50 años, pero a partir de los 15 o 20, por una cuestión fisiológica, mantiene la cantidad de kilos, pero se reducen un poco los calibres.
Y sumó que también afectó la cuestión económica, ya que algunos productores no han aplicado tantos fertilizantes o regado con la misma frecuencia que otros años, porque una finca que pagaba $500 mil de electricidad, ahora paga $1,5 millones, con el mismo consumo de energía.
