Este 1 de febrero, como sucede desde hace más de 30 años, se celebra en Argentina el Día del Trabajador Vitivinícola, por tanto, tanto aquellos que se desempeñan en las bodegas, las fincas, como los empleados del Institito Nacional de Vitivinicultura (INV) hoy tienen feriado. Claves en cada una de las etapas de la elaboración del vino los responsables de la labores de la vid y cada uno de los eslabones que se despeñan para que el vino llegue a la mesa, hoy reciben su reconocimiento y merecido homenaje.
¿Cómo surgió el Día del Trabajador Vitivinícola y por qué se estableció esta fecha? Si bien el reconocimiento fue promulgado en la Convención Colectiva de Trabajo en Buenos Aires, el 27 de junio de 1975, este festejo fue instaurado el primero de febrero de 1991. La fecha fue elegida porque aquel día, en el departamento de San Rafael, se firmó un acta de acuerdo para definir formalmente esta efeméride. Asimismo, se establecieron acuerdos para garantizar derechos laborales y se estableció que este día sería feriado pago para los trabajadores del sector.
El rol claves de los trabajadores vitivinícolas en el vino
Dentro de los trabajadores vitivinícolas se incluye a todas las personas que realizan tareas en los viñedos, están en la siembra, la poda, la cosecha, la elaboración del vino, el mantenimiento de las bodegas, la distribución de la bebida nacional y más.
Su tarea es clave para el crecimiento de la industria vitivinícola y la calidad de los vinos que caracterizan al país. El 2022 no fue el mejor año para Argentina: por un lado, disminuyó su consumo interno en 2022 respecto al año anterior en el orden del 1,3%, acumulando segundo año consecutivo de caídas; y por el otro, las exportaciones cerraron con una merma del 21% en el volumen y una caída del 8% en valor. A eso se le suma una temporada 2023 complicada, marcada por las contingencias climáticas, con heladas tardías y granizo que pueden llevar a una de las cosechas más bajas de los últimos años.