Cuando uno piensa en preparar un plato económico, de esos que son un salvavidas a fin de mes, una de las primeras opciones que se le viene a la cabeza es un guiso de verduras. De ahí que, cuando en la góndola de un supermercado se encuentra que la papa lavada está a $359 el kilo y la cebolla a $499 pueda verse obligado a revisar esa idea. ¿Por qué están a ese precio hortalizas que suelen ser de las más económicas?
Omar Carrasco, presidente de la Unión Frutihortícola Argentina, explicó que tanto la papa como la cebolla subieron bastante, pero que en estos últimos tres días han comenzado a bajar. Y detalló los motivos de este aumento: ambas hortalizas están fuera de estación y la papa se empezó a traer de Villa Dolores (Córdoba) pero las heladas tardías en esa localidad afectaron la producción y tuvo que traerla desde Salta, Jujuy y Tucumán. En cuanto a la cebolla, está llegando desde Jujuy y Santiago del Estero, pero se está sumando la producción local, por lo que en unos 15 a 20 días debería mejorar el precio.
Algo similar, detalló, ha sucedido con el camote y el zapallo inglés, que también están fuera de estación y se comenzaron a comprar en Chaco y Santa Fe, pero, cuando allí también se terminó la producción, se empezaron a traer desde Brasil. Y, en los últimos días, los camiones quedaron varados unos días en la frontera -Carrasco desconoce los motivos- y eso hizo que desde el viernes los precios treparan.
Pero, como las ventas bajaron bastante y al comerciante le cuesta juntar el efectivo con lo que vendió en el día para volver a comprar mercadería al día siguiente, por más que el precio de las hortalizas y verduras suba porque se traen de otras provincias o países (lo que encarece el valor del producto, además de la escasa oferta), terminan bajando porque no se venden.
Carrasco insistió en la recomendación de comprar la producción local de cada momento, ya que está a precios mucho más accesibles. En este sentido, mencionó lechugas, achicoria, acelga, espinaca, repollo, coliflor, brócoli y zanahoria. También, la cebollita de verdeo, que se cultiva en la provincia y es más barata. “Si ven que el tomate está caro, pueden consumir lechuga o repollo, que están a buenos precios”, ejemplificó.
También mencionó otro producto que ha aumentado considerablemente: la palta, que llega desde Chile y Perú, y está entre $1.450 y $1.600 el kilo en los mercados de abasto de la provincia (en las verdulerías y supermercados el precios suele ser más alto).