Ante la caída de las ventas en el mercado externo, que entre enero y julio acumulan un 29,1% de reducción, desde el sector vitivinícola plantean que las dificultades para realizar promociones y contrataciones en el extranjero hacen que todavía sea más difícil mantener los mercados. Es que el pago de servicios fue incluido en las restricciones para acceder a dólares. Y, en los últimos días, se le sumó un arancel adicional: el 25% de Impuesto País, que anunció Sergio Massa.
Ramiro Barrios, director de Comercio Exterior de Bodegas de Argentina, señaló que el país no crece en las exportaciones de fraccionados desde 2012 y que, desde entonces, vienen reclamando medidas para salir del estancamiento. Ahora, planteó, es para recuperar lo que se ha perdido. Y en este sentido, consideró que el esfuerzo va a ser doble, ya que no sólo involucra la competitividad, sino la promoción en los mercados.
Después de abril, cuando se limitó el acceso al Mercado Libre y Único de Cambios para el pago de servicios, se afectó a las tareas promocionales de las bodegas y esto es fundamental en el caso del vino embotellado, porque la marca necesita publicidad, marketing y, en la medida en que no se puede financiar eso, se va perdiendo presencia en los mercados. En los informes internacionales que han consultado, advirtió, la categoría Argentina está cayendo.
Desde hace un tiempo, BdA viene señalando que, en otros países exportadores, es el Estado quien se encarga de realizar estas acciones en el mercado externo, mientras en Argentina esto ha recaído principalmente en el sector privado. Pero cuando se implementaron las Sirase, la autorización que se debe pedir para poder acceder al dólar oficial para pagar servicios en el exterior, se ha dificultado la realización de promociones, eventos y contrataciones.
Mauricio Boullade, CEO de Barbarian Wines, comentó que, cuando viajan, tienen que pagar los gastos con el dólar Qatar (que duplica el valor del oficial porque se suman impuestos y adelantos a cuenta de Ganancias y Bienes Personales), pero cuando exportan, cobran al tipo de cambio oficial. Esto hace que, en especial para los proyectos más chicos, sea mucho más complejo asistir a rondas de negocios o vincularse de modo personal con clientes en el exterior.
Otro problema que enfrentan las bodegas se vincula con el pago de comisiones en el exterior y explicó que, en los mercados monopólicos, como el oeste de Canadá o los países escandinavos, se debe abonar una comisión al agente, para lo que se debe solicitar autorización para acceder a dólares, un trámite que es complicado.
Boullade, quien también es vicepresidente de Wines of Argentina, comentó que esa dificultad se ha trasladado a la cámara, porque tiene representantes en el exterior, participa de ferias, pide estudios internacionales de mercado y todos estos servicios están teniendo demoras en los pagos. Esto ha provocado que tengan que revisar su estrategia y ser mucho más prudentes para no quedar mal con quienes contratan, pero también para destinar el acotado monto que les autorizan a pagar a quienes trabajan para ellos afuera.
En cuanto a que se haya sumado un 25% más en concepto del impuesto PAIS al pago de servicios en el exterior, indicó que se trata de un costo adicional, pero que lo más complejo es que no liberan dólares. Es decir, por un lado, se suman costos, pero por el otro, no otorgan mayor fluidez al sistema, ni tampoco reglas claras, porque a veces sale la autorización, pero en el banco ponen alguna objeción y la necesidad de rectificación va extendiendo el plazo.