La nieve es una bendición para una provincia como Mendoza que requiere de ella cada año para subsistir hídricamente sin embargo el temporal que dejó bajo un manto blanco a una amplia zona desde San Carlos hasta Malargüe pasando por un sector de San Rafael, provocó grandes pérdidas económicas y también humanas.
La muerte de dos puesteros fue el principal saldo negativo de una nevada que no se veía desde hace una década, pero también afectó seriamente la producción ganadera con la mortandad de animales, el principal y único sustento de los crianceros, y además les hipotecó el futuro, pensando en la temporada que vienen, por lo que será una marcada disminución de productividad que todas las estimaciones dan como un hecho.
Pedro Molina (48) murió cuando intentaba resguardar a unos caballos y una rama le cayó encima a causa del peso de la nieve. En tanto Juan Carlos Cabrera (61) fue encontrado sin vida a la orilla de un camino luego de sufrir una descompensación cardíaca.
El temporal también dejó a unos 300 productores afectados con pérdidas de un 30% en los rodeos por la mortandad de animales, en particular ovinos y caprinos. Igualmente, la cifra es estimativa ya que todavía se están recabando las denuncias de los puesteros en la Dirección de Ganadería.
Con los puesteros totalmente aislados en los tres departamentos involucrados se armaron comité de emergencia para llevan alimento para los vecinos en primera instancia, después abrir caminos y ahora se está en la etapa de ayudarlos con comida para los rodeos para que no continúe muriendo el ganado.
Nadie esperaba una nevada de tal magnitud
Un invierno con temperaturas más que primaverales les jugo en contra y si bien los pronósticos anticipaban una nevada importante, nada hacía prever que la capa blanca que finalmente se acumuló sobre el campo pudiera llegar a tener un metro y medio de alto, como sucedió en algunas áreas. El temporal se inició el martes 22 de agosto y se prolongó el miércoles 23.
“La verdad es que había un temporal que estaba anunciado, pero veníamos de un invierno con poca nieve y eso generó que la gente se confiara demasiado y la magnitud de lo que cayó nadie lo esperaba, ni la gente de la ciudad, ni la gente de campo”, admitió Lisando Jaeggi, de la Asociación Rural del Secano Mendocino en Malargüe.
Por su parte el intendente de San Carlos, Rolando Scanio comentó que “si bien por un lado la nieve le favorecía a los campos para que se pongan en condiciones para la primavera, por el otro lado, la parte negativa, es que, al haberse acumulado tanta nieve, los puesteros tuvieron problemas con las cabras que no pudieron sortear ese obstáculo”.
El fenómeno afectó “desde el sur de San Carlos hasta más al sur de Bardas Blanca en Malargüe y además de nevar en la zona cordillerana lo que pasó es que alcanzó la zona baja y lo que tiene de grave eso que afectó muchas regiones que normalmente los productores usan para que los animales (se alimenten) pasen el invierno. Hay muchos lugares que la nieve superó el metro y el metro y medio. “, explicó Damián Carbó, director de Ganadería de la provincia.
El temporal “afectó a una franja que ronda el 40% del departamento de Malargüe en los que hay comprometidos unos 200 productores, hay otros 36 puesteros en San Carlos y estamos alrededor de unos 30 a 50 productores en la zona de El Sosneado en San Rafael”, detalló el titular de Ganadería.
De las cifras que manejan en Ganadería a partir de las denuncias que están recibiendo, preliminarmente se puede hablar de una mortandad de animales que ronda el 30% (animales adultos) en lo que es ganado menor, pero además hay que sumarle las pérdidas a futuro debido a que la nevada se produjo muy cercana a la época de parición de los caprinos.
“La cabra tiene un mecanismo de fisiológico por el que cuándo empieza o entra en una carencia nutricional por deficiencia de energía, hablando en criollo, varios días sin comer, se desencadena metabólicamente un proceso que genera el aborto espontáneo y ese aborto le permite a la cabra bajar sus requerimientos alimenticios y salvarse de esa situación, pero al productor le produce una pérdida económica impresionante”, comentó Damián Carbó.
“Ese aborto espontáneo de la cabra, si bien se terminó de expresar con la nevada, es un proceso que no es de un día para el otro, se genera cuando el animal viene con una carencia prolongada de alimentación. Lo qué pasaba en esa zona es que estábamos en una sequía importante y no había nada de recursos forrajero, después viene esta nevada y terminó por provocar este gran problema”, agregó el funcionario provincial.
Ayuda a los puesteros
Las primeras 48 horas una vez que pasó el temporal, fueron las más críticas porque era imposible llegar a cualquier puesto. Ante esta situación, se emplearon aviones y hasta el helicóptero de la provincia para realizar vuelos de reconocimiento, particularmente en Malargüe, en donde estaba el mayor problema.
Así “se fue ubicando a cada uno de los puesteros y tratando de asistirlo de alguna manera, para lo que hubo mucho apoyo de los ciudadanos y de distintas instituciones”, agregó Jaeggi.
En el caso de San Carlos y San Rafael, las comunas contaron con apoyo del Ejército Argentino y Gendarmería que disponían de vehículos especiales para acceder a los puestos aislados por la nieve.
El paso siguiente fue comenzar la dificultosa tarea de abrir los caminos y así acercar la asistencia de manera directa, primero para las familias. Se entregaba alimentos y hasta medicamentos.
Acto seguido comenzaron a relevar la situación productiva y se encontraron con grandes pérdidas.
“Muchos animales van a lugares de reparo cerca de la montaña y esos quedaron muchas veces tapados por la nieve, algunos se salvaron y otros murieron. En el caso de la oveja, muere con su cría y la cabra trata de salvarse porque se produce el aborto espontáneo, es un mecanismo de defensa que tiene. Entonces ahí es donde está esa otra gran parte del problema y va a incidir a futuro, en los próximos meses cuando tengamos las pariciones. La mortandad ha sido elevada, aunque no manejamos cifras porque todavía se está relevando, pero sí se espera una disminución importante para este año”, remarcó el integrante de la Asociación Rural del Secano Mendocino.
En el caso de los bovinos, no se habla de mortandad, pero si de pérdida de animales ya que “las vacas tienen las características de estar más alejado de los puestos y hasta día de hoy la gente sigue buscando a sus animales”, añadió Jaeggi.
Pasturas y forrajes para salvar el ganado
“La estrategia primero fue salvar la vida del puestero a través de asistencia y se fue viendo la situación de cada familia que había quedado atrapada, después fue abrirle los caminos para que pudieran entrar y salir y ahora estamos en la etapa de acompañarlos en salvar su producción”, detalló Damián Carbó.
Hasta el momento por parte de entidades y también empresas privadas se donaron equipos completos con granos y rollos de pasto que fueron distribuidos en Malargüe.
La comuna de San Carlos también hizo su aporte con forrajes para alimentar el ganado.
Por el lado del Clúster ganadero se invirtió 2.350.000 en equipos de maíz y desde la Dirección de Ganadería realizaron la compra de alimento forrajero por 12 millones de pesos para distribuir entre todas las áreas afectadas por el temporal.
“Estamos hablando de 125.000 kilos de maíz, son cinco camiones, que está destinado a los productores afectados en cada zona”, dijo el director de Ganadería.
“Lo que sigue después, una vez cuantificada la pérdida, es tratar de ver cómo reponen esos vientres perdidos, ahí tendremos que generar algún plan de recuperación de vientre de animales reproductivamente activos. Mientras tanto solo queda esperar en el tiempo y tratar de seguir asistiendo hasta que los animales se puedan valer por sí solos”, sostuvo el funcionario.
En la misma línea opinó Jaeggi ya que “luego de la asistencia que hemos tenido con respecto a alimento, viene una tercera etapa que es ver de qué manera se puede acompañar a estos productores cuando no tengan ese ingreso por la pérdida de animales y productividad, va a ser una complicación este porque va a afectar la economía de los puesteros y de todo el departamento porque es parte importante de los recursos que se generan y que van a comercio y a distintas actividades”, afirmó.
El dirigente rural también consideró que esta situación tan extrema que vivieron, debe servir como un llamado de atención “de que nos debe encontrar más preparados y trabajar mucho en la previsibilidad, los productores deben entender que estas cosas pueden ocurrir en Malargüe y hay que estar ya preparados”, concluyó.