La producción y comercialización de nueces ha tenido un notable crecimiento en los últimos años, pero con este desarrollo también han surgido distintos desafíos a tener en cuenta, más allá de los aspectos climáticos que debe enfrentar cualquier otro cultivo. En ese sentido, la lucha contra la polilla de los frutos, los robos de un producto que vale mucho aún por poca cantidad y los riesgos de que el consumidor restringa su consumo son solo tres de sus problemas en lista.
Comenzando por la primera, además de verse afectado por factores como las heladas y las olas de calor, el volumen de las nueces también se relaciona con otra complicación: la lucha contra la carpocapsa fue especialmente difícil en la temporada pasada, justamente por las floraciones erráticas.
Según explicó Manuel Viera, coordinador técnico de la Asociación de Frutos Secos de Mendoza, esta plaga, también conocida con el nombre de gusano o polilla de los frutos, se alimenta de la primera floración y necesita entrar en la nuez para alimentarse, pero como en esta oportunidad hubo tres estadíos en simultáneo (flores y frutos en distintos momentos), “se complicó mucho controlar ese primer pique”.
La plaga es una preocupación no sólo por la merma, sino porque su presencia puede implicar rechazos en las exportaciones y problemas de pérdida de producción, además de mala calidad al momento del partido. Viera detalló que la misma situación se vivió en el resto de las provincias productoras de nueces, como La Rioja y Catamarca, que también estuvieron complicadas por las heladas.
Desde Iscamen han señalado en distintas ocasiones que para mantener un nivel bajo de Carpocapsa difunden y apoyan el uso de controladores biológicos (predadores naturales), sobre todo en sistemas bajo técnica de confusión sexual y de producción orgánica. También apoyan medidas de saneamiento erradicando montes abandonados o en riesgo fitosanitario.
Robos intrafinca: delito y competencia desleal
En las primeras ventas del año, entre marzo y abril y sobre todo en la zona del Valle de Uco, los robos no sólo hacen perder volumen, sino que generan una venta desleal. Los vendedores informales (ya sea porque distribuyen mercadería robada o porque tienen mercadería que no paga impuestos), pueden ofrecer a los revendedores productos a un precio muy inferior y es entonces cuando se produce la competencia desleal, frente a los establecimientos que abonan todos sus impuestos y cumplen con las reglas provinciales y municipales.
“Durante las primeras ventas, los precios se salpican por la venta de lo robado. No es solo un efecto de la inseguridad, aunque el robo hormiga es un vicio que termina por ser una cantidad relevante, sobre todo para las fincas más pequeñas; sino, que, tiene que ver con la necesidad de capacitar a los pequeños productores a que adopten la formalidad como un aliado”, comentó Viera.
Esto significa que si las reglas fueran las mismas para todos los productores, se podría controlar la procedencia de la mercadería y evitar que los ladrones de frutos secos encontraran mercado. “A río revuelto ganancia de pescadores. Es decir, mientras menos organizados estemos, más fácil es para que los que buscan actuar de mala fe puedan hacerlo. Tenemos que capacitar a los pequeños productores”, comentó el referente de la Asociación.
No descartan la necesidad de que la Policía actúe frente a los robos intrafinca, pero desde la Asociación plantearon que no es el único remedio, sino que, además, se requiere reglas uniformes para la actividad en los distintos municipios, y el sector público puede colaborar desde ese sector.
“Hoy por hoy, para quienes tienen un secadero de nueces, o un partidero, las condiciones de habilitación son muy dispares. Muchas veces no se entiende por dónde empezar los trámites y cuándo se ha cumplido con todos; hay inspecciones municipales, de bomberos y provinciales y el productor termina por preferir no involucrarse. Al sector público le pedimos hojas de rutas más claras y a los productores que se amiguen con la formalidad”, sumó.
“No dejar caer el consumo interno”
El cultivo de nogal creció exponencialmente en Mendoza, y la demanda aún más. La nuez es cada vez más popular en el mundo y la provincia es la mayor exportadora de Argentina de este producto que tiene tantas propiedades que le dicen “el cerebro que alarga la vida”.
Pero y pese a que se trata de un “superalimento” (en la medida en la que se obtienen grandes beneficios de un consumo muy pequeño, solo tres nueces), los consumidores pueden dejar de comprarlas para optar por otros alimentos más baratos, como son los subproductos del trigo y otros cereales.
Entonces, desde la Asociación de Frutos Secos, aseguran que “no hay que dejar caer el consumo interno”, a partir de la difusión de sus propiedades para la salud:
- Vitamina E: ayuda a prevenir el envejecimiento
- Potasio: para mantener los músculos y controlar la actividad eléctrica del corazón
- Ácidos grasos poliinsaturados: son el remedio natural más indicado para disminuir los riesgos coronarios.
- Fibra: ayuda a reducir los niveles de azúcar en sangre y a eliminar todos los deshechos del organismo
- Vitaminas del grupo B (B1, B2, B3, B6 y B9): favorecen el buen funcionamiento del sistema nervioso y la memoria.
- Fósforo: esencial para la buena formación de los huesos y los dientes
- Hierro: refuerza el sistema inmunológico del organismo y mejora los momentos de cansancio o fatiga.
- Zinc: aporta densidad a los huesos y estimula el sistema inmunitario.
El Nogal en Mendoza
La provincia se encuentra entra las principales productoras. Según datos del Censo Nacional Agropecuario 2018 cuenta con el 35 % de la superficie del país, posicionándose en el primer lugar a nivel nacional junto con Catamarca, La Rioja, Río Negro y San Juan.
Así, según resumió, Mariana Rios Vera, técnica del área Gestión de información del IDR, la superficie con nogal ha ido creciendo en forma paulatina los últimos años, acorde al crecimiento ocurrido tanto a nivel nacional como mundial de este cultivo.
En Mendoza en el año 2018 se alcanzó un total de 5.874 has implantadas con nogal (CNA 2018), siendo uno de los principales cultivos frutícolas (sin contar viñedos), debido a su posición relativa en cuanto a superficie. Ocupa el cuarto lugar después del olivo, ciruela de industria y durazno de industria y es uno de los pocos cultivos frutícolas que ha presentado un crecimiento sostenido los últimos años.
El nogal se encuentra concentrado en el oasis Valle de Uco, siendo el departamento con mayor superficie Tupungato, pero cuenta con plantaciones en el resto de los oasis. Por otro lado, la variedad por excelencia es Chandler y es un cultivo con alta implementación tecnológica, principalmente en cuanto a la implementación de riego presurizado.
Asimismo, la producción presenta ventajas competitivas respecto de otros productos, en cuanto a su posibilidad de mecanización de la cosecha, labor que representa normalmente un alto porcentaje en los costos de producción agrícola, posibilidad de secar en finca, por métodos tradicionales como el solar o en secaderos de diferentes tamaños, y la conservación post cosecha prolongada, siendo esta una ventaja a la hora de la comercialización.
