Pera mendocina: se anticipa la peor cosecha de la historia

El sector llegó a cosechar 120 mil toneladas en 2009 pero, tras la caída en la superficie, problemas climáticos y falta de inversión, se esperan solo 15 mil toneladas esta temporada.

Pera mendocina: se anticipa la peor cosecha de la historia
Señalan que la pera en Mendoza es un sector con fluctuaciones y una caída interanual del 62 %. / Los Andes

“La pera viene en caída hace rato. Yo mismo este año arranqué lo que me quedaba”, comentó un productor al momento de dar su opinión. Se trata de un sector que inició esta última semana su cosecha, con el pronóstico más bajo de su historia: 15.106 toneladas para una superficie estimada de 2.065 has. (que, según afirman algunos, en realidad es aún menor).

Los números del Instituto de Desarrollo Rural (IDR) señalan que la pera en Mendoza es un sector con fluctuaciones, con 120.958 t en 2009 (el mayor número en 15 años), 66.177 t en 2014, un aumento en 81.103 t en 2016, y de ahí en más caídas con menos de 40.000 t. En la última temporada 2020/2021, se cosecharon 39.967 t, por lo que las actuales 15.106 t pronosticadas implican una caída interanual del 62 %.

En cuanto a la superficie, según el IDR, en cuatro años se pasó de 4.500 has. (temporada 2015/2016) a unas actuales 2.000 has. “La mitad de esa pera está en el Sur y la otra mitad en el Valle de Uco y zona Norte. Es poca la superficie que tenemos, y muchos de esos montes no son de calidad de exportación”, detalló Alfredo Baroni, coordinador técnico del IDR. La pera de menor calidad se destina a mercado interno o a la producción de pulpa o jugo.

Vale aclarar que la disminución de la producción no tiene un fuerte impacto dentro del mercado interno, ya que la mayor parte de la producción nacional proviene de la Patagonia. Ahí cada supermercado analiza si le conviene comprar a tres grandes galpones patagónicos y después surtir a sus sucursales con esa fruta, incluso a las sucursales de Mendoza.

Baroni cree que “mientras haya galpones en Mendoza, siempre van a necesitar un poco de pera”, pero no augura inversiones en nuevos frutales ya que requieren de entre 4 y 5 años para empezar a dar frutos. “La inversión es alta y en la pera no podés tener un defecto como el daño de piedra, eso te lo desmerece. Es una fruta delicada”, comentó.

La caída de la pera

Desde la Asociación de Productores y Exportadores de Frutas Frescas de Mendoza (Aspeff) consideraron que la cosecha probablemente sea menor que la pronosticada. “En gran parte de Tunuyán la helada fue muy fuerte y en algunos lugares sólo quedó el 30% de la producción. Además, no creo que hayan 2.000 has. Deben ser como máximo 1.000 has. que funcionen a pleno”, comentó José Luis Navarro, presidente de Aspeff.

Navarro, que abandonó hace poco la pera, recordó que hace 20 años se dio un boom con la variedad Williams, con destino a Brasil y Europa (en especial a Holanda y Rusia). Con el pasar de los años aumentaron los costos, el dólar “se estancó” y “faltaron políticas agroexportadoras” para el sector.

“En las mejores épocas, hace 10-15 años, exportábamos 1.500 camiones por temporada. El año pasado no llegamos a los 100 camiones y esta temporada no sé si llegaremos a 50. Te pagan a dólar oficial menos descuentos. El negocio tiene muchos riesgos”, describió el presidente de Aspeff.

Una ventaja local que señalan desde el IDR es que la producción local se puede exportar a Brasil por vía terrestre gracias al trabajo de Iscamen para declarar algunas zonas como libres de plagas, mientras que la Patagonia debe aplicar otros tratamientos antes de vender su producción al exterior (por lo general, venden a través de vía ultramar).

En cuanto al mercado local, Navarro aseguró que “el mercado interno se satura con muy poco” y que alrededor de un 80% de la pera que se consume en Mendoza es de otras provincias. Si bien Mendoza se destacaba con las peras primicia, era un volumen que no llegaba al 15% y no terminaba inclinando la balanza en el mercado.

Hacia adelante, el presidente de Aspeff cree que “hay pocas posibilidades” de que la pera se recupere, mientras que “la manzana tiene mejores expectativas”, con nuevas variedades de buen tamaño, un color rojo brillante y sistemas de plantaciones con alta densidad.

Apostar al rubro

Una última opinión es la de Daniel Brunetti, productor de pera, que consideró que “los años de precios bajos” pagados al productor han hecho tanto daño como las contingencias. “A un productor conocido le dio tanta rabia con la helada que terminó arrancando lo que le quedaba de pera. Creo que hablar de 15.000 toneladas de cosecha es muy optimista”, lamentó Brunetti.

“Se han dado heladas imposibles de defender. Eso se suma a que hace años que el negocio de la pera viene en franca caída. La gente busca sustitutos como el ajo, el durazno para industria o el nogal, diversificando la producción”, describió. En su caso, al estar en una zona alta de Tupungato, mantuvieron el regado y se salvó un 70% de la producción.

“Debemos ser de los pocos que salvaron su producción. Coincidimos en que habrá muy poca pera este año y se venderá al mercado interno, porque a un dólar de $ 102 con los costos, no conviene exportar”, analizó Brunetti. Su intención es mantener la producción que tiene, aunque “el que arrancó difícilmente vuelva, porque son muchos años de inversión”.

Para Brunetti siempre es bueno apostar por el rubro, trabajando con sistemas de conducción modernos, malla antigranizo y variedades nuevas. “El que no haga eso que no invierta, porque no va a ser rentable”, aseguró.

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