Pedro Arru: “Es una locura decir que no hay pistachos”

Pedro Arru es un productor agrícola de Guaymallén y posee 15 hectáreas de pistacho. Asegura que hay intereses detrás de la noticia que recorrió el país sobre la escasez de pistachos en Argentina. Para desmentir esa situación, aseguró “no consumimos todo lo que tenemos”.

Pedro Arru: “Es una locura decir que no hay pistachos”
Pedro Arru, productor y procesador de pistachos en Guaymallén. Foto: José Gutierrez / Los Andes

La tiene frente a sus ojos y pese a todo no lo puede creer, una noticia desde Buenos Aires recorrió el país de un extremo al otro: “Las restricciones a las importaciones dejaron a la Argentina sin pistacho”. Primero se agarró la cabeza, después se preguntó cómo podía ser posible una afirmación de esa índole, ¿qué intereses hay detrás?

Pero la respuesta difícilmente la pueda encontrar y lo único cierto para Pedro Arru, titular de Pistachos Mendoza, es la realidad: detrás suyo están las pilas de pistachos almacenados esperando por algún comprador. “Dicen que no hay pistacho, es una locura”, sentenció el agricultor de Guaymallén que, entre sus emprendimientos, tiene al fruto estrella, el pistacho.

La supuesta falta de pistachos en el país surgió a mediados de mes a partir de una heladería porteña. “Por motivos de importación y hasta que la misma se normalice: sólo vendemos como máximo un cuarto kilo por persona de pistacho. Esto es para permitir compartirlo con mayor cantidad de clientes. Sepa disculpar la molestia”, fue el cartel que estaba colgado en la vitrina. A partir de ese cartel, el mensaje llegó a las redes sociales, los medios de comunicación y la noticia estalló.

Sin embargo, la realidad es completamente distinta y Pedro Arru (62), agricultor de cuna, lo demuestra con cifras. El productor se inició en el pistacho por hobby y después lo transformó en un emprendimiento que actualmente cuenta con 15 hectáreas en producción.

- ¿Dicen que no hay pistacho, pero usted lleva años produciendo?

- Me dediqué toda la vida a la tierra y me interioricé tanto del pistacho que en definitiva me gustó la idea. Se podría decir que empecé por hobby y lo convertí en un emprendimiento. Vi muchos cultivos en San Juan y realmente me sentí capacitado para hacerlos crecer igual que ellos, así que por eso planté pistachos, como una alternativa a otros cultivos y porque el precio era conveniente en ese momento.

Cuando me inicié en Mendoza (en 2005) había nada más que dos productores de pistacho. Empecé con tres hectáreas y después fui ampliando y hoy tengo 15 hectáreas.

- ¿Cómo uno se dedica al pistacho cuando es una planta que tarda años en entrar en producción?

- Antes del séptimo año no te da absolutamente nada, vos tenés que lograr un árbol, no una plantita. Es una planta de zona desértica que es de muy lento crecimiento, entonces vas a tener que revertir ese proceso con dedicación, con fertilizante, con agua, con mucho amor.

Hay que lograr que llegue al séptimo año, que es la primera vez que te va a dar fruto la planta, con un árbol de tres metros y no con una plantita. Y hay que tener en cuenta que recién al séptimo año te da el 10% de todo lo que puede producir.

Como anécdota, este año he venido a cosechar por primera vez en 10 hectáreas, es el noveno año. Es que cuando se cumplió el séptimo año me cayó piedra, las destruyó a las plantas y se llevó la cosecha de ese año y el siguiente. Por eso vine a hacer la primera cosecha recién ahora, al noveno año.

- ¿Cuánta producción hay en una hectárea?

- El pistacho da fruto todos los años, pero tiene una particularidad: un año te da mucho y al siguiente, te da el 20% o el 30% nada más.

Lucas trabajando en la clasificación de pistachos en la empresa de Pedro Arru, productor y procesador de pistachos en Guaymallén. Foto: José Gutierrez / Los Andes
Lucas trabajando en la clasificación de pistachos en la empresa de Pedro Arru, productor y procesador de pistachos en Guaymallén. Foto: José Gutierrez / Los Andes

Siempre digo que la naturaleza es muy sabia, un año la planta produce todo lo que puede y se agota y aborta las yemas de fruto para el año siguiente. La yema de frutos que están con ese racimo de ese año se cae sola. Es algo que está muy acentuado.

Por eso un año se puede obtener entre 2.500 y 3.000 kilos por hectárea y al año siguiente 500 kilos nada más. En promedio una hectárea debe dar unos 2.000 kilos.

- ¿Cuál es el destino de la producción y que valores se manejan en el mercado?

- La producción va toda al mercado interno. La mayoría de nuestros clientes son distribuidores mayoristas de frutos secos en Córdoba, Rosario, Buenos Aires y acá en Mendoza.

Estamos vendiendo lo que es el pistacho con cáscara, tostado y salado en $3.800 pesos el kilo, a nivel mayorista por más de 100 kilos. Después tenés las pepitas solas que son los pistachos pelados, eso está en $6.800 el kilo, que son los que ocupan los heladeros, chefs, entre otros.

Pero, para tener en cuenta, ese precio que yo te estoy dando está más o menos un 30% más barato en relación con el año pasado, por qué el poder adquisitivo que hay no permite cobrarlo igual que otros años.

- ¿Pero hay pistacho este año, se vende?

- Hay producción, sí, aunque en este momento tendré vendida un 20% de la producción de este año. Para esta época, el año pasado ya lo tenía vendido todo. Es así de sencillo.

Estamos peleándola para poderlo ubicar la producción porque todos los distribuidores que nos consumen los pistachos, cuando otros años venían y compraban para todo el año, ahora están comprando lo que venden por semana. No se pueden dar el lujo de tener parado 200 o 500 kilos de pistachos porque no tiene la rotación que hemos tenido en otros años, pero es por el problema económico que tenemos, no por falta de producción.

Y ocurre que al tener ese problema tuvimos que bajar los precios para poder tratar de vender algo. Estamos vendiendo un 30% más barato (que en 2022) y todo aumentó el doble. En definitiva, como no es un artículo de primera necesidad, la venta está muy deprimida.

- ¿Que necesitan en el sector de la parte política?

- Yo te transmito realmente la realidad que estamos viviendo en este momento, todos los que nos dedicamos a trabajar y a producir, pero este mismo problema lo tiene todo el mundo que trabaja y produce.

Pero hoy en día tenés tanta desilusión y ocurre con toda la cadena productiva, porque lo único que hacés es pagar impuestos y ves que no es rentable.

En definitiva, lo único que pretendemos es una pequeña proyección, de poder decir El año que viene va a estar hasta el precio y vamos a vender a tal precio y sacamos los costos y la ganancia y eso.

El supuesto faltante

- Pedro, ¿por qué cree que salieron a decir que no consigue, que no hay pistacho?

- Para mí es alguien que quiere importar pistachos cuando hoy en día el pistacho que produce la Argentina no se lo puede consumir, porque hay tanto que no lo consumimos. Ese argumento que no hay es de alguien con alguna trama de querer importar pistacho, al dólar oficial, es así de sencillo, traer con el dólar oficial de $240 seguramente ha de ser más beneficioso.

No hay ningún sentido para que salgan a decir que no tienen dónde comprar o no hay pistacho porque a todos los productores, tanto los de Mendoza como los de San Juan, realmente nos está costando un montón vender.

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