Para detallar qué es la Red San Carlos Produce, su coordinadora, Noelia Riollo, resume: “Es una historia sobre cómo la unión de los productores artesanales puede lograr que salgan a encontrar mercados, ayudarse en la comercialización y la logística, y cómo una política pública puede contribuir a esta comunidad”.
Aunque el objetivo inicial era que los productores agrícolas y artesanales de este departamento del Valle de Uco pudieran vender en forma directa a los consumidores locales a través de una web, fueron contactados por mercados de otras partes del país. En junio, enviaron un contenedor con $ 1,5 millón en mercadería a Santa Fe y ahora apuestan a ganar más plazas durante el verano, como también a que la red crezca.
- ¿De qué se trata esta red?
- Es una confluencia de voluntades de varios productores, sobre todo artesanales, que se unieron en un cluster que está apadrinado por una cooperativa, para dar forma legal y contable a todos los procedimientos. Es una política pública que incentivamos desde el Área de Producción e Industria del municipio. Con Silvio Pannocchia siempre pensábamos en armar un mercado central digital en San Carlos.
El problema que tenemos en el Valle de Uco es que no tenemos una feria. Después de la pandemia, han ido surgiendo algunas y también mercaditos, pero la mayor parte de nuestros productos en fresco salen por el control de Zapata hacia la feria de Guaymallén y después van los verduleros locales a comprar los tomates y pimientos que salieron de acá y los traen de vuelta. La idea, que tiene como slogan “consumir lo nuestro”, era subsanar esa situación con una web, con billetera virtual e e-commerce.
- ¿La web está activa?
- Está en construcción. En febrero, nos contactó la unión comercial de San Lorenzo (Santa Fe) y nos dijeron que querían productos artesanales, gourmet, para vender en forma directa al consumidor, porque habían realizado un estudio que mostraba que, por la pandemia, la gente se queda más en su casa y decide comer más sano, innovar, probar productos de otras regiones.
Entonces, lo que iba a ser una segunda etapa para la red se convirtió en la primera y empezamos a abrir mercaditos. Nuestro primer local comercial, aliados con una distribuidora local, está en San Lorenzo. En junio, mandamos un primer camión, con mercadería por un valor de más de $ 1,5 millón. Ya hemos tenido varias visitas a la distribuidora y han venido con otros inversores y gente que anda buscando productos artesanales, gourmet.
- ¿Cuántos productores conforman la red y de qué rubros son?
- Son más de 22 productores. Les decimos sancarlinos, pero en realidad en la cooperativa también tenemos socios de Tunuyán. Así que nace como la “Red San Carlos Produce”, pero siempre digo que su apellido es Valle de Uco, porque estamos integrando a productores de Tunuyán y Tupungato. De hecho, estamos invitando a que se sumen de cualquier lado.
Ahora, tenemos desde Paso de las Carretas hasta Tunuyán: ajo orgánico, aromáticas, miel, vinos artesanales, frutos secos (nuez y almendra) y, a partir de este verano, vamos a empezar a tener ciruela, durazno, tomate en fresco y hortalizas. También la integran quienes ofrecen servicios de empaque a otros productores, porque tratamos de que sea integral la cadena de la red.
- Además de llegar a mercados, ¿qué aporta a los productores el trabajo conjunto?
- La red está en camino de elaborar productos con una marca colectiva. Por ejemplo, vamos a tener un proyecto incubado de un productor de tomate y su producto va a salir con la marca Red San Carlos Produce y su nombre de productor. También estamos por iniciar una de agua mineral, San Carlos.
Muchas veces el productor, sobre todo el artesanal que está comenzando, destina tiempo a comercialización, gestión, marketing, packaging, que son cosas de las que no conoce, y desatiende la producción, que es lo que realmente sabe hacer. Nosotros tenemos productores excelentes en lo que hacen. Entonces, ponemos a disposición esta herramienta pública para ayudar en logística y comercialización, para incubarlos, y aquellos que hoy no tienen marca, puedan salir con una colectiva.
- La que era originalmente la primera etapa, del portal de e-commerce, ¿ha quedado en suspenso?
- No. Estamos trabajando con unos programadores locales. La red es un proyecto paraguas dentro del área municipal y tenemos una parte de economía del conocimiento. Se está trabajando en capacitaciones, cursos. Hemos tomado dos programadores locales, que nos están ayudando con la web y estamos cerrando convenio con una empresa mendocina para todo lo que es la ingeniería financiera, para que desarrollen todos los algoritmos.
Cuando uno cobra desde la plataforma no va al arca municipal. El municipio sólo apoya en la gestión. El dinero va directamente a los productores y se destina sólo un 3% a la red, para cuestiones operativas y de logística. Eso lo recibe la cooperativa Los Uqueños, que es la que está apadrinando la red.
- ¿La idea es que se sigan sumando más productores?
- Sí. Por semana se acercan dos o tres para ver cómo los podemos ayudar. Estamos buscando herramientas para todos lo que se acercan con una inquietud o preocupación y tratamos de acompañarlos y encontrar la solución en conjunto. La red tiene esto de innovación para ayudar a la comercialización y logística de productores que tienen valor agregado. Pero no es privativo para los que no lo tienen. Igual se pueden acercar y la red los acompaña, los gestiona, les ayuda y acompaña con capacitaciones.
Estamos trabajando en el mejoramiento de un matadero local, para faenamiento de ganado mayor y menor. Sabemos que, si va a empezar a funcionar, vamos a tener cueros, pero no para hacer curtiembre, que contamina, sino para apoyar a los artesanos sancarlinos, que soban el cuero y hacen artesanías. Son proyectos de cadenas de valor.
También estamos apoyando el desarrollo de un polo textil y conseguimos financiamiento de la Nación para la compra de máquinas industriales. En ese taller textil van a trabajar mujeres rurales en situación de vulnerabilidad, pero le llamamos polo porque empieza desde la cadena productiva de la lana, con puesteros que tenemos en el sur de San Carlos.
Con ellos avanzamos en el mejoramiento de la raza, en la esquila limpia, en cómo se limpian los vellones, cómo se embolsan y rotulan. Ya tenemos cursos de telar y queremos empezar con los de hilado para poder cerrar la cadena de valor de la lana en todo el departamento.