En lo que va del año la cadena del cerdo está siendo, de las tres cadenas de carnes líderes, la más afectada por Covid-19. El capón tipificado, de pagarse en promedio unos $ 75 el kilo vivo en febrero y marzo, pasó a valer $ 68 en abril, $ 59 en mayo y $ 56 en las tres primeras semanas de junio, un ajuste de un 25% en términos nominales en pocas semanas; por el contrario, el precio del novillito (Liniers) se ha mantenido relativamente estable en todo este período, según destaca un reporte de la Fundación Mediterránea con autoría de Juan Manuel Garzón y Valentina Rossetti.
En un contexto muy delicado para las granjas, una buena noticia es que la cantidad de animales faenados, que venía muy golpeada en los meses de marzo y abril, se recuperó en mayo, superando las 600 mil cabezas, con un importante crecimiento respecto al mes previo (43 mil animales más) y también en relación a los niveles de un año atrás (2%). Sólo en dos meses del año pasado (julio y diciembre) se había logrado faenar más de 600 mil animales. En 17 de las 22 provincias con faena declarada (MAGyP), el nivel de actividad de la industria frigorífica porcina aumentó en mayo respecto de abril.
Sólo 4 jurisdicciones, Buenos Aires, Córdoba, Mendoza y Entre Ríos, explican el 91% de la expansión de la faena y sólo 1 de ellas (Buenos Aires) el 65% del crecimiento. Otro dato interesante es que en tres provincias, Buenos Aires, Mendoza y Tucumán, la faena de mayo se ubica como la más alta (récord) de los últimos 17 meses. La pandemia y la decisión política de confinamiento obligatoria, con prohibición explícita de operar para muchas actividades productivas, generaron efectos muy negativos sobre la cadena porcina.
Según las estadísticas de la Dirección Nacional de Control Comercial Agropecuario, la cantidad de animales faenados cayó en el mes de marzo (-2,7%, interanual) y volvió a retroceder en el mes de abril (-4,7%), en un contexto donde la oferta de animales para faena era probablemente muy similar a la del año previo; lo anterior implica que los animales estaban, pero no el interés comercial por faenarlos y venderlos.
De las más afectadas
Mientras que el precio del kilo vivo de cerdo fue perdiendo un 25% en su valor nominal, el informe de la Mediterránea sostiene que el valor del novillito en el mercado de Liniers se ha mantenido relativamente estable en estos meses. En tanto que el precio del pollo parrillero ha tenido sus subas y bajas, pero el valor promedio actual ($ 56) no es muy distinto, por caso, al de los meses de febrero ($ 57) o abril ($5 9).
En mayo, a consecuencia seguramente de la baja de precios del capón y la mejor adaptación de la industria y la cadena comercial al nuevo escenario económico y financiero, la faena superó las 600 mil cabezas, creciendo un 2% interanual, y alcanzando un techo de actividad que sólo en dos meses del 2019 había logrado perforar.
Con este desempeño, la faena acumulada en cinco primeros meses quedó prácticamente sin cambios respecto a la del año anterior (2,77 millones de cabezas, -0,2% i.a.).
El repunte de mayo observado a nivel nacional esconde matices según provincias. En la comparación interanual, se encuentra que en 16 de las 22 provincias con faena declarada, el nivel de actividad de la industria frigorífica porcina aumentó en mayo, mientras que cayó en 6 jurisdicciones. La mayor caída, en términos absolutos, se observó en Córdoba, con 1.250 cabezas menos que en el mismo mes del año anterior, para la provincia una contracción de 1,3% interanual.
Por su parte, Buenos Aires, Mendoza y Santa Fe explican gran parte de la expansión nacional: entre las tres agregaron casi 7.000 de las 12.000 cabezas que se sumaron en mayo. Sin embargo, solo para Mendoza la suba fue significativa, del 17%.; para Buenos Aires y Santa Fe, dada la escala que alcanza en ellas esta industria, la expansión apenas superó el 1%.
En la comparación intermensual, se encuentra que en 17 de las 22 provincias con faena declarada, el nivel de actividad de la industria frigorífica porcina aumentó en mayo respecto de abril, cayendo en sólo 5 jurisdicciones. La mayor caída, en términos absolutos, se observó en Misiones, con 497 cabezas menos y una contracción del 10,5% contra mes previo. Por su parte, Buenos Aires, Córdoba, Mendoza y Entre Ríos explican gran parte de la expansión nacional: las cuatro jurisdicciones agregaron 38.920 de las 42.895 cabezas que se sumaron en mayo respecto de abril (Buenos Aires, por lejos la más importante, con 27.861); la suba fue significativa en las 4 jurisdicciones, pero destaca el aumento del 41% de Mendoza.
Una medida de la “difusión” de la expansión de la industria, es decir, de cuán difundida está la misma entre sus integrantes, está dada por la cantidad de establecimientos que incrementaron su faena en relación al total.
A nivel nacional, en el mes de mayo el 60% de las plantas mejoró su desempeño respecto a un año atrás. En Río Negro, Tucumán, Jujuy, La Rioja y Tierra del Fuego, provincias con no más de 4 frigoríficos porcinos, la expansión de la industria tuvo su máxima difusión, alcanzando a todos sus actores.
En Buenos Aires, San Juan y Santiago del Estero la mitad de los mismos aumentó la faena mientras que la otra mitad la redujo. En Córdoba, Chubut y La Pampa, menos de la mitad mejoró el desempeño. Por último, en las restantes provincias, los que incrementaron la faena representaron entre el 60% y 80% del total.
Finalmente, otro dato interesante es qué tan cerca o tan lejos estuvo la faena de mayo en cada provincia respecto a la faena máxima observada en los últimos 17 meses (desde que se dispone de estadísticas completas).
Se observa así que en mayo tres provincias lograron récords de faena, Buenos Aires, Mendoza y Tucumán (ratio 100% de faena mayo vs faena máxima), mientras que otras provincias de peso en la industria nacional, caso de Córdoba o Santa Fe, estuvieron al 92,5% y 95,5% de sus máximas faenas observadas en este período.