Con casi 50 años de experiencia en la enología, Mariano Di Paola es una de las voces más que autorizadas para hablar del vino argentino. Partícipe necesario de la historia moderna de la vitivinicultura de nuestro país, el director de Enología de Bodega La Rural y Rutini Wines viene trabajando desde hace 25 años con el Cabernet Franc, un varietal que, asegura, puede convertirse en referencia mundial desde Argentina.
Quien ha sido distinguido entre los 30 enólogos más influyentes del mundo habló con Los Andes y puso foco en el potencial que tiene este varietal para complementar al Malbec ante los ojos del mundo. Además, dio sus perspectivas para la próxima cosecha y opinó de las tendencias en el consumo, entre otros temas.
- ¿Cuál es el balance de la cosecha 2021?
- Fue una cosecha muy buena. Las lluvias hicieron que enero y febrero no fueran tan calurosos y, luego, pararon las lluvias y hubo una madurez completa de las uvas. Estoy muy feliz por la cosecha. En un año tan difícil, con tantos problemas por la pandemia, ayuda mucho tener una buena cosecha en calidad, cantidad y sanidad.
- Si bien es pronto para hablar de la temporada 2022, ¿qué esperan para el próximo año?
- Lo que tenemos es la esperanza puesta en lo que va a pasar. Todavía no ha brotado ninguna variedad en ningún lugar, pero estamos esperanzados en tener una gran cosecha. Algo pasó con esto de la pandemia y se nos han disparado las ventas en el mercado interno y las exportaciones, así que estamos necesitando tener una muy buena cosecha.
- Con el aumento en el consumo, ¿cómo se hace para renovarse y satisfacer la demanda?
- Hay que tener mucho cuidado y tratar de no cometer el error de abastecer al consumidor a cualquier costo. Nosotros no renunciamos a la calidad de nuestros vinos, por más que desde lo comercial presionen porque les falta un producto o porque quebraron el stock.
Esto no es una fábrica, así que en algunos productos no vamos a poder renovar la producción. Hay que cuidar al consumidor, que es lo más importante en la cadena vitivinícola, porque es el que consume el vino y lo paga. No podemos defraudarlo en ningún momento.
- ¿Qué demandan hoy los consumidores?
- La consistencia en la calidad ha hecho que nosotros tengamos productos que se están vendiendo muchísimo, como la línea Trumpeter, Rutini Colección o Rutini Malbec. Son vinos que siempre permiten vender todo lo que se produce.
Son problemas lindos que tenemos. Sería muy feo que, en este contexto, tuviéramos que sentarnos a hablar de que nos faltan ventas o parar la producción. Lo bueno es que no sabemos cómo hacer para poder fraccionar más.
- En la bodega elaboran varios vinos con alto tenor azucarino. ¿Cómo es la demanda de este segmento?
- Tenemos varios productos con niveles de azúcar altos. En algunos casos son cosechas tardías o muy tardías y otros son fortificados que quedan dulces. Para esto tenemos un segmento de gente que consume, pero no es algo muy masivo. Es algo que crece, pero no demasiado.
Tenemos otros productos que son un poco dulces que los hacemos con fermentaciones detenidas y alcoholes bajos. Eso también tiene su público, pero el mayor consumo actualmente se está dando en el vino tranquilo, el vino seco.
- En el segmento de los vinos tranquilos están realizando un trabajo más allá del Malbec, con una apuesta por el Cabernet Franc. ¿Qué potencial tiene este varietal?
- Así como el Malbec, que no es originario de Argentina, pero ya es como una variedad propia que encontró un hábitat, un sol y un suelo donde desarrolló características únicas, el Cabernet Franc también tiene esa posibilidad.
Plantamos este varietal en 1996 y hemos estado siguiendo su evolución. Recién en 2012 sacamos un Cabernet Franc 100% puro. Salvando las distancias, creo que hoy pasa algo parecido a lo que ocurrió con el Malbec. Ha encontrado un sol, sobre todo, que le da unas características muy interesantes y el consumidor lo está descubriendo de a poco.
En Rutini tenemos tres cosechas consecutivas que han sido distinguidas por la revista Decanter, una de las dos publicaciones más importantes del mundo que habla de vinos. La añada ‘16 tuvo 96 puntos y estuvo entre los cinco mejores Cabernet Franc del mundo y la ‘17 y ‘18 tuvieron 97 puntos y medalla de platino.
Eso nos indica que es bueno que encontremos una variedad que puede mostrar al mundo que Argentina no es sólo Malbec. Por ahí dejamos de correr el riesgo de que, si no vendemos Malbec, la gente no compra otro vino. Hoy tenemos que pensar en plantar más Cabernet Franc porque todo lo que tenemos se vende muy rápido. También celebro que haya colegas que sacaron grandes puntajes con vinos Chardonnay, porque eso demuestra al mundo que Argentina puede trabajar con otros varietales.
- ¿Qué posibilidades tiene Argentina de convertirse en referente en el Cabernet Franc?
- Creo que el Cabernet Franc argentino puede ser un referente en el mundo. Tengo la suerte de poder viajar y conocer muchas regiones vitivinícolas del mundo y, por ejemplo, el Valle de Loire, en Italia o Sudáfrica, el Cabernet Sauvignon se da con características muy distintas a las nuestras. Es un vino más liviano, un poco más suave, más frutado que especiado, como es acá. El Cabernet Franc que está dando Mendoza es diferente que el resto, quizás el único que tiene más similitud es el de Burdeos.
- ¿Cuál es la zona para el Cabernet Franc en Mendoza?
- Por la experiencia que he tenido, es en zonas altas. En nuestro caso estamos en Gualtallary, a 1.240 metros sobre el nivel del mar. También tenemos Cabernet Franc en El Cepillo y Altamira.
Son todas zonas muy frías y los resultados obtenidos son muy buenos, pero no tengo la experiencia de conocer los resultados de un vino de este varietal en la zona Este, por ejemplo.
- Hay una especie de revival del Cabernet Sauvignon por parte de muchas bodegas. ¿Cómo ven este varietal?
- Estamos creciendo mucho en el Cabernet Sauvignon, pero con la diferencia de que hay mayor cantidad de superficie plantada con el varietal. No sé si vamos a dar abasto, pero hay que seguir plantando porque es una variedad que nunca va a caer. El Cabernet Sauvignon en las tintas y el Chardonnay en las blancas, siempre van a estar presentes.