Con valores por encima de la inflación, los costos operativos de producir uva para vinificar en el Este de Mendoza esta temporada triplicaron los valores de la anterior. Sin embargo, fue menor la suba en gastos de estructura (1,21 más), amortizaciones (subió por 2,49) y retribuciones (1,33 más). Así lo revela un informe realizado por el INTA Junín, mientras que asociaciones de productores piden que no se pague por debajo de los costos.
“Nosotros desde el Área de Economía Agraria del INTA, que hoy está en Junín, hacemos este análisis de costos todos los años”, contó a este medio Raúl Novello, referente de esa área específica. Ahora se publicó una nueva edición de un informe que determina los costos operativos y costos totales de producción del cultivo de vid en el Este para vinificar uvas varietales en espaldero y uvas básicas en parral tradicional.
Junto con el ingeniero agrónomo Alejandro García, en estos valores de producción se incluyeron los costos operativos, los gastos de estructura, las amortizaciones de mejoras y maquinarias, y los costos de oportunidad. Es decir que no sólo se habla del gasto habitual de dinero de cada temporada, sino también otros costos que permiten garantizar la continuidad de la actividad productiva.
Al mirar el informe del 2024, se supone una finca de 10 ha, con un empleado permanente y el productor haciendo tareas de gestión y administrativas (cuya principal actividad es la venta de uva). Para una estructura con espaldero tradicional, los costos operativos tendrían un valor de $1.617.981 por ha, mientras que en el caso de una parra tradicional el valor sería de $2.033.671 por ha.
Si uno compara con el informe de 2023, los costos operativos de este año son muy superiores, incluso mayores a la inflación. El año pasado se hablaba de $ 506.070 para una ha de espaldero, por lo que los actuales $ 1.617.981 son 3,2 veces más. Además, para el caso de parra tradicional, el informe 2023 indicaba un valor de $ 665.476 por ha en costos operativos, así que los actuales $ 2.033.671 son 3,06 veces más.
De todos modos, como otros ítems subieron menos, los costos totales por ha en la estructura de espaldero pasaron de $1.486.706 a $3.151.160 (2,12 veces, poco más del doble) y en la de parra pasaron de $ 1.665.211 a $ 3.967.910 (2,38 veces). Si se divide por el rendimiento y se pasa a kilo de uva, producir un kilo de varietales en espaldero pasó de $ 114,36 a $ 242,40 y hacer uno en parral creció de $ 66,61 a $158,72.
Un equilibrio difícil
Una entidad que participó en el análisis fue la Asociación de Viñateros de Mendoza (AVM), aportando valores y colaborando. “Por segundo año consecutivo, entidades viñateras de San Juan y Mendoza nos juntamos y analizamos estos costos. Puede haber un poquito de diferencia con algunas otras entidades, pero los valores andan por ahí”, señaló Matías Manzanares, secretario de AVM.
En cuanto a los aumentos de costos operativos, Manzanares señaló que han tenido aumentos de entre 150 hasta 300 % según los productos, “pero menos del 150 % nada, de ahí ha subido todo para arriba”.
Sumado a eso, el secretario de AVM señaló que para la cosecha de este año se están hablando de valores de tacho que van de 400 a 600 pesos. “En muchas fincas por $ 400 no están queriendo cosechar. La tarifa de Aprocam, del flete, también se ha disparado por las nubes, o sea que es un año bastante complicado con los costos”, agregó.
“El tema es que, por ejemplo, un kilo de uva criolla el año pasado se pagó entre $100 y $ 110, y este año están ofreciendo $ 160. Sacá la cuenta, no llega ni siquiera al 80% de aumento”, criticó Manzanares. Más allá de algunas variedades con buenos valores como Chardonnay o Sauvignon, el resto “está totalmente atrasado”.
Por su parte, Mauro Sosa, director ejecutivo del Centro de Viñateros y Bodegueros del Este, valoró que el INTA calcule “un verdadero costo” incluyendo amortizaciones y remuneraciones del capital, porque por lo general el productor sólo tiene en mente los gastos operativos que van surgiendo en el día a día.
“Lo importante es distinguir entre gasto y costo. Si hablamos del costo, como ha dicho el INTA, cabe para una superficie de 10 hectáreas, un tipo de variedad y un tipo de conducción. Y, suponiendo que ese productor, va a realizar todas y cada una de las tareas culturales que necesite al fin y al cabo. Ese número que arroja lo puedo tomar como referencia”, analizó el director ejecutivo del Centro de Viñateros y Bodegueros del Este.
En cuanto al crecimiento de los costos, Sosa no duda que sea más que el doble, sobre todo por algunos insumos puntuales que aumentaron mucho más. El más barato de los fertilizantes, la urea, aumentó un 746% desde febrero 2023 ($ 6500) hasta febrero 2024 ($ 48000); y el gasoil en el mismo periodo pasó de $182,8 a $ 880, es decir, aumentó 750%. Además, algunas curaciones subieron hasta seis veces su valor.
“El costo debería ser verdaderamente una luz de faro para que los mercados actúen en consecuencia, ya que trabajar por debajo de los costos implica una descapitalización que en el corto plazo (ya ni siquiera en el mediano o en el largo) implica la desaparición de la finca con todas sus consecuencias socioeconómicas”, afirmó Sosa.
Los costos totales de la temporada
¿Qué considera el INTA Junín para hablar de los costos de la temporada 2023-24 en el Este? La entidad hace un análisis de las diferentes tareas que se dan mes a mes, desde junio hasta abril del año siguiente, más los insumos e implementos necesarios para obtener un producto comercial. Por supuesto, es una estimación y no se puede aplicar de manera rígida a todas las producciones.
Se parte también de varios supuestos, como que se trata de una finca de 10 ha con un obrero permanente (más el dueño que hace tareas administrativas) y un sistema de riego gravitacional con agua obtenida de la red de riego, sin goteo ni bomba. También el análisis contempla temas impositivos como el Impuesto a las Ganancias e Ingresos Brutos.
Luego, el análisis se divide según se trate de uva varietal en espaldero tradicional o de uva en parral. Para cada uno de los meses, el Área Económica del INTA detalla las actividades (por ejemplo, en abril: podar y sacar sarmientos), la cantidad de mano de obra, las horas y su costo, y también los insumos físicos necesarios como un tractor o una pulverizadora. Por un lado figura el gasto de cada mes y, por el otro, el gasto acumulado.
También se presentan los gastos reunidos por sección, en pesos por hectárea. En espaldero tradicional, son $1.627.981 en costos operativos, $919.196 en gastos de estructura, $64.367 en amortizaciones de mejoras y maquinarias, $130.000 en retribución a mano de obra familiar y $409.617 en intereses. En total para espaldero, $3.151.160 por ha, lo que dividido por un rendimiento de 13.000 kg/ha da unos $242,40 por kg de uva.
En cambio, para un parral tradicional, el nuevo informe del INTA calcula unos $ 2.033.671 en costos operativos, $1.148.089 en gastos de estructura, $ 72.700 en amortizaciones de mejoras y maquinarias, $ 130.000 en retribución a mano de obra familiar, y $ 583.450 en Intereses. En total para parra, son $3.967.910 por ha, que al dividirse por unos 25.000 kg/ha nos da como resultado unos $158,72 por kilo de uva.
Consideraciones del estudio vitícola
El análisis del INTA señala que los costos de producción por kilo de uva se modifican “en función de los rendimientos y de la cantidad de aplicaciones fitosanitarias que se realicen en la finca, elevándose a medida que los rendimientos del viñedo sean menores”. Si bien lo ideal es hacer las cuatro curaciones recomendadas, muchos no hacen todas.
Desde la entidad científica remarcan que para el caso de vid para vinificar, tanto en uvas básicas como varietales, “existen tecnologías que permiten reducir costos de manera significativa (como sistemas de conducción de canopia libre, mecanización y automatización) y consecuentemente, mejoran la rentabilidad final del productor”.
Para ello, se sugiere un plan de financiamiento que contemple plazos de gracia y facilidades de acceso al crédito para pequeños y medianos productores. “Además, avanzar en la implementación de esquemas de tercerización de tareas o integración, para lo cual es necesario la diagramación de políticas de incentivo que permita que los productores, especialmente los de pequeña escala, transiten ese camino”, finaliza el informe.
Raúl Novello agregó que la idea es que todos los productores puedan acceder al documento a través de la web oficial del INTA (https://www.argentina.gob.ar/inta). El referente del Área de Economía Agraria señaló que también hacen otros análisis de costos para la olivicultura y para el sector del durazno.
