La cuarta generación de la familia Barbera viene desarrollando, desde el Grupo Broda, diversas actividades que no están ligadas a la gastronomía. Así, ha incursionado en los sectores inmobiliario, financiero, de seguros y tenían en la mira el farmacéutico. Ahora, ha elaborado un proyecto con una empresa latinoamericana, para cultivar cannabis medicinal en la provincia, de modo asociado con pequeños productores.
Joaquín Barbera, CEO del Grupo Broda, explicó que se han aliado con Terraflos, que es el holding de cannabis medicinal más grande de Latinoamérica, para evaluar la posibilidad de desembarcar juntos en Mendoza. El primer objetivo es obtener una licencia de cultivo para empezar a trabajar con pequeños productores, quienes pueden desarrollar un emprendimiento rentable en pocas hectáreas y producir de modo orgánico, con lo que se regenera el suelo.
Con esto, detalló, se iniciaría el primer negocio, que es la venta de flores de CBD al mundo. Terraflos actualmente exporta a Israel, Suiza y Australia, entre otros países. Se debe aclarar que la planta de cannabis tiene algunos compuestos, como el THC, con efecto psicoactivo –provocan alteraciones en la percepción y en el estado de ánimo- y otros, como el CBD, que, si bien actúan sobre el sistema nervioso central, no generan estas consecuencias y tienen propiedades que alivian los síntomas de enfermedades como epilepsia, Alzheimer, Parkinson, esclerosis múltiple, y se utilizan también en pacientes que se están realizando quimioterapia y en personas dentro del espectro autista.
En una segunda instancia, agregó Barbera, apuntarían a obtener la licencia de producción del extracto o activo farmacéutico, con destino a la exportación. Esto demandaría una inversión significativa para construir un laboratorio de extracción con certificación de buenas prácticas de elaboración. Actualmente, Terraflos desarrolla esta operación en Colombia.
El CEO del Grupo Broda destacó que se trata de un proyecto de inversión importante, que desarrollarían con socios estratégicos, y que permitiría establecer en el país una nueva industria que no sólo requiere de mano de obra intensiva en el proceso de cultivo y de cosecha, sino que además involucraría otras empresas en el armado del laboratorio.
Pero advirtió que necesitan una reglamentación clara para poder avanzar. En este sentido, planteó que se necesita que el gobierno provincial y el nacional trabajen en conjunto, para autorizar la exportación, como también los municipios (con uno de los que han empezado a hablar es Santa Rosa).