Legislación: vino, el uso no es abuso

El autor asegura que es necesario trabajar para evitar los intentos de demonizar a la bebida nacional. Estima que hay viejas “recetas”.

Durante el primer semestre del año, el consumo de vino en Argentina cayó a los niveles de la prepandemia. / Foto: José Gutiérrez
Durante el primer semestre del año, el consumo de vino en Argentina cayó a los niveles de la prepandemia. / Foto: José Gutiérrez

La reciente legislación de Chile sobre Venta y Publicidad de Alcohol, requiere, entre otras prohibiciones y restricciones, etiquetar las bebidas alcohólicas y sus envases con “una advertencia clara, precisa y visible sobre las consecuencias de su nocivo consumo”. Como entre nosotros, intentos de demonizar el consumo de vino ha sido recurrente, he creído oportuno, en plena campaña política, visibilizar la ocurrente propuesta de Pierre-Louis Teissedre sobre, “Beber vino con moderación contribuye a nuestro bienestar y, por tanto, a nuestra salud”.

El profesor Teiseedre, investigador del Instituto de Ciencias de la Viña y el Vino de Burdeos (ISVV) y presidente de la Comisión de Salud y Seguridad de la Organización Internacional de la Viña y el Vino (OIV), dice, “el uso no es abuso”, y explica: “Si bebo vino con moderación con una comida, me aporta placer, sabor y emoción. Es una parte esencial de un estilo de vida feliz. Cuando estás privado de él, sientes una pérdida. La Organización Mundial de la Salud (OMS) define la salud como un estado completo de bienestar físico, mental y social. No es sólo la ausencia de enfermedades y discapacidades. Deben tenerse en cuenta todos los aspectos de la salud. Esto incluye el bienestar, que no se menciona o casi nunca se menciona en las investigaciones”, enfatizó, y agregó que “se debe salvaguardar y promover el consumo moderado de vino. Contribuye a nuestro bienestar y por tanto a nuestra salud”.

En estos tiempos en los que los defensores de la salud están logrando publicidad regular en su campaña para diabolizar el consumo de vino, es reconfortante ver artículos tan positivos. Estando comprometido con el estudio y difusión del Derecho de la Vid y el Vino, propicio que los candidatos políticos a legisladores (senadores y diputados), en especial los que se representan con un compromiso con la industria de la vitivinicultura, tengan en cuenta esa dimensión psicológica, poco explorada hasta la fecha. Necesitamos que, en su campaña proselitista, instalen un debate sobre la conclusión del enólogo Teiseedre, que “para el consumo y la salud, la educación y la prevención son más efectivas que las políticas de prohibición y señalamiento con el dedo, que nunca han probado su eficacia” porque, en general, los recursos del Estado carecen de medios para imponer su cumplimiento.

*El autor es abogado.

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