Los productores cuentan con una nueva y mejorada versión del manual de campo para implementar las denominadas BPA (Buenas Prácticas Agrícolas). Se trata del material “Implementación de Buenas Prácticas Agrícolas: Cuaderno de campo”, que fue lanzado por el Ministerio de Economía y Energía, a través de la Dirección de Agricultura, en conjunto con el Instituto de Desarrollo Rural (IDR), y el Instituto de Sanidad y Calidad Agropecuaria Mendoza (Iscamen).
Se trata de un conjunto de normas, principios y recomendaciones de manejo de la producción vegetal, cuyos objetivos son asegurar la inocuidad de los alimentos, cuidar la salud de quienes realizan tareas agrícolas, reducir los riesgos de contaminación ambiental, y hacer un uso racional y eficiente de los recursos.
La Resolución Conjunta 5/2018 establece siete puntos para implementar las BPA para la producción de frutas y hortalizas. A partir del 4 de enero de 2021, rige la obligatoriedad para el sector hortícola. Un dato, no menor, tiene que ver con que su implementación exige el seguimiento de un protocolo de evaluación de riesgos y, además, documentar las prácticas realizadas en todas las etapas de producción.
Al respecto, Valentina Navarro Canafoglia, directora de Agricultura de la provincia, comentó: “El cuaderno de campo es un proyecto en el que hemos venido trabajando en conjunto con otras instituciones como el Iscamen y el IDR. Intentamos poner a disposición del productor agrícola una herramienta concreta para que pueda llevar un control integral sobre su actividad e implemente las Buenas Prácticas Agrícolas”.
“Implementar las BPA permite asegurar la inocuidad de los alimentos y reducir los riesgos a la salud del personal que realiza tareas agrícolas, garantizando su propia seguridad laboral. Además, permiten disminuir los riesgos de contaminación ambiental, y hacer un uso racional y eficiente de los recursos”, planteó.
Cómo se utiliza
El cuadernillo tiene más de 50 páginas con valiosa información para el productor agrícola y permite contar con un historial productivo, saber qué labores culturales se han realizado y cuáles fueron los productos utilizados durante un determinado periodo.
Según detallaron desde la cartera económica provincial, la entrega permite al usuario contar, en principio, con un diagnóstico integral de la actividad que desarrolla. Es que, una vez completada la información general, deberá llenar un formulario (SÍ/NO) de 113 ítems que cada productor debería tener en cuenta.
El apartado repasa la documentación obligatoria que permite a las autoridades contar con una trazabilidad (seguimiento) del producto, datos sobre identificación de la propiedad, productos fitosanitarios utilizados, manipulación de agroquímicos, uso de fertilizantes orgánicos y enmiendas.
También, permite contar con un panorama sobre cómo es que hace uso de un elemento vital como lo es el agua, riego, manipulación de alimentos y control de animales. Por último, si tiene acceso a asistencia técnica o agrícola por parte de un ingeniero/a agrónomo/a y si está inscrito en el registro nacional de implementadores de BPA, entidad que capacita en buenas prácticas.
Uno de los apartados trata sobre la prevención de accidentes al manipular e implementar agroquímicos. Sobre este punto, el cuadernillo brinda detalles de los equipos de protección personal y elementos necesarios con los que se debe contar, el procedimiento para el lavado de envases y el grado de peligrosidad según producto.
Al cierre, el documento cuenta con una serie de planillas para rellenar. Se trata de registros y cálculos para frutales, hortalizas, flores de corte y aromáticas, labores culturales, registro de riego, aplicación de fertilizantes químicos y orgánicos, calibración de maquinaria y equipo, monitoreo de plagas, aplicación de productos fitosanitarios, registro de cosecha, cálculo de volumen de agua a aplicar y una agro agenda para todo el ciclo productivo.
