El proyecto de ley que analiza la Cámara de Diputados para que trabajadores y contratistas de viñas y frutales puedan gozar de una jubilación anticipada alcanzará a 35.700 personas y tendría un impacto fiscal de hasta 504 millones de pesos con un nivel de adhesión total en el primer año.
Los datos se desprenden de un informe de la Oficina de Presupuesto del Congreso (OPC) sobre los alcances de la iniciativa para que trabajadores viñateros puedan jubilarse a los 57 años, sin distinción de sexo, siempre que acrediten 25 años de servicios con aportes.
De los 35.700 trabajadores que resultarán beneficiados, unos 10.213 se enmarcan en el convenio colectivo de la actividad, el 154/91; otros 21.887 aportan en el marco del régimen de convenios de corresponsabilidad gremial; y finalmente 3.600 son contratistas de viñas y frutales.
El proyecto prevé un incremento de la contribución patronal con destino al SIPA (Sistema Integrado Previsional Argentino) en dos puntos porcentuales. Es por eso que, en materia de ingresos, ese aumento generará una recaudación adicional de 131 millones de pesos para el Estado.
Cuánto le costará al Estado
Por el lado del gasto, se calcula que habrá 2.115 nuevos trabajadores en condiciones de jubilarse a los 57 años, y se consideraron cinco hipótesis de porcentajes de acuerdo a la cantidad de retiros que se produzcan durante el primer año.
Según el primer supuesto, si el 20,6% de los casos se dan de alta, “cabría esperar un impacto fiscal neutro”, ya que los mayores gastos se compensarían con el incremento de la recaudación, a partir de la suba de la contribución patronal.
Con un 30% de altas, el costo sería de 60 millones de pesos; y con un 40%, el costo se estima en 123 millones. En caso de que haya un 50% de retiros, el costo fiscal ascendería a 187 millones, y finalmente, con una adhesión del 100% se elevaría a 504 millones.
El proyecto ya tiene dictamen favorable de las comisiones de Previsión y Seguridad Social, Legislación del Trabajo y Presupuesto, y será votado en el recinto de Diputados una vez que finalice el receso invernal.
Sin embargo, de ser aprobado deberá volver al Senado, ya que los diputados, en acuerdo con el Ministerio de Trabajo, introdujeron cambios en el artículo primero para precisar con mayor detalle quiénes quedarán alcanzados por el nuevo régimen diferencial.
Se contemplan los trabajadores vitícolas comprendidos en el convenio 154/91 o el que en el futuro lo remplace; y los contratistas de viña y frutales comprendidos en la Ley 23.154, “en tanto desarrollen actividades que generen un envejecimiento prematuro”.
Esa última frase no figuraba en el proyecto original y entidades del sector, como la Federación de Obreros y Empleados Vitivinícolas y Afines (Foeva) y la Unión Vitivinícola Argentina advirtieron que podría ser un condicionante para acceder a la jubilación anticipada.