Jorge Rubio, el enólogo que puso en marcha la primera champañera en General Alvear

El enólogo Jorge Rubio y titular de bodegas Familia Rubio, elabora espumantes por el método champenois. Es la primera champañera en General Alvear. Se definió como un “inconsciente”.

Jorge Rubio, el enólogo que puso en marcha la primera champañera en General Alvear
Enólogo Jorge Rubio titular de bodega Familia Rubio.

Jorge Rubio (65) levantó una bodega de la nada y cuando mira en retrospectiva parece lejana aquella época en la que colocaba las etiquetas a las botellas de vino Finca Gabriel en la cocina de la casa junto a su esposa en General Alvear.

Sin embargo, para el enólogo que lleva 46 años en la profesión que ama, pasaron apenas 20 años desde que comenzó con la pyme familiar y hoy exporta a cuatro de los cinco continentes.

Ese empeño por superarse y crecer diariamente, que él definió como “inconciencia”, por no prestar atención al entorno económico que lo rodea, lo llevó a ir un paso más allá y hoy tiene el orgullo de decir que puso en marcha la primera champañera en la historia del departamento.

Finca Gabriel y Privado son las marchas insignias de los espumantes que elabora por el método tradicional, el champenoise.

¿Cuándo decidiste empezar a hacer champagne?

“Al principio yo hacía la base del espumante y me lo hacía una empresa en San Rafael y como siempre digo, desde lo económico mu hubiera convenido haber seguido así, pero uno como enólogo busca siempre darle su toque personal y entonces empezamos a hacer la inversión. Hace unos 7 años empezamos, hicimos una inversión muy grande en todo lo que es adquirir maquinaria para elaborar el espumante por el método champenoise y comenzamos a hacerlo nosotros. Si bien es un método mucho más caro nosotros siempre buscamos en todos nuestros productos la máxima calidad y bueno, este método te da muy buena calidad.

¿Hubo algo en especial al momento de la decisión porque en Alvear no se hacía champagne?.

Es ese orgullo como alvearense de ser la primera fábrica de vino espumante que se instaló en nuestro departamento y a su vez es un desafío por el hecho de ser la primera porque tratamos de tener la vara lo más alto posible para que esos espumantes sean de excelente calidad y que así lo perciba la gente, que en definitiva es el jurado de lo que uno estás haciendo.

Durante la inversión en la champañera hubo tiempos tumultuosos en el país en lo económico. ¿No aparecieron dudas de si era conveniente seguir adelante?

Si es verdad, pero uno siempre va apostando y mirando hacia adelante y a veces terminás siendo algo inconsciente porque uno piensa en la empresa, en seguir y no mirás muchas veces la parte económica, los riesgos que hay.

Jorge Rubio. Realizó una degustación dirigida para los integrantes de la Cámara de Comercio.
Jorge Rubio. Realizó una degustación dirigida para los integrantes de la Cámara de Comercio.

Tal vez hubiera convenido que esa inversión estuviera en dólares o haberla puesto en un plazo fijo y me daba mucha más plata a lo que hoy nos puede estar dando el elaborar espumantes, pero el ser empresario y el hacer estas cosas va por caminos distintos. Son desafíos que a veces uno mismo se va imponiendo y los lleva adelante, gracias también a la gente con la que uno trabaja.

¿De dónde es la materia prima que utiliza en los espumantes y el resto de los vinos?

La uva es de productores de General Alvear y de algunos productores que geográficamente son distritos de San Rafael, pero que por la cercanía tienen mucha relación con nosotros.

Además tenemos viñedos propios heredados de mis suegros y en la actualidad estamos haciendo 75 hectáreas de distintas variedades.

¿A dónde se vende el espumante de bodegas Familia Rubio?

Hoy en día estamos comercializando en nuestro país y algo también exportamos a Brasil, que no es fácil ese mercado porque allá también tienen muy buenos espumantes.

¿Cómo se hace para competir con grandes e históricas marcas de espumantes?

El vino espumante es mucho más marquista, todavía no se ha diversificado como ha ocurrido en el vino, en esto tenés dos o tres marcas importantes a nivel internacional y se hace muy difícil competir, pero así y todo, muy de a poquito vamos haciéndonos valorar y si bien comenzamos con Brasil yo creo que lo importante es hacerse conocido en el país de uno, para después continuar en otros países.

¿Cómo viene la temporada vitivinícola después de las heladas?

Hay que esperar un poco todavía, las heladas no han sido generales, hay zonas más afectadas y otras menos afectadas. Igualmente heladas hubo y provocaron daños, lo que nos podemos cuantificar todavía son las pérdidas que puedan haber provocado.

¿Cómo ve las desregulaciones que se están llevando adelante y favorecen las exportaciones?

En realidad el drama de nuestro país son los aranceles altísimos que tenemos para entrar a distintos mercados, entonces se hace mucho más difícil porque eso hace que el producto tenga mayor costo, pero bueno, así mismo los productos argentinos están vistos como algo de calidad y entonces si vos podés poner un vino a 30 centavos de dólar, 50 centavos o un dólar más caro, al ser de Argentina te lo aceptan.

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