El Departamento General de Irrigación (DGI) espera una disminución en la recaudación en el orden del 20%. Esto se debe a que las hectáreas afectadas por las últimas tormentas serían tres veces más que las de años anteriores y por la Emergencia, los productores pueden posponer los pagos hasta el año próximo.
De todas maneras, en términos generales, “el aumento de la cuota de sostenimiento de Irrigación” para este año es del 108%, y cambia según qué tipo de regante se trate, según explicó Gustavo Cabrera, director de Contabilidad y Finanzas del organismo.
Es que el aumento anual de tarifas es del 108%, pero luego, “las inspecciones (votadas por los mismos regantes) tienen un promedio de aumento del 120% y si ha eso se le suman los “reembolsos de obra”, “la combinación de los tres elementos, hace que el boleto haya subido en promedio entre un 130% y un 140% entre 2022 y 2023″.
“La parte de la inspección de cauce lo deciden sus propios miembros, por eso es tan importante participar en las asambleas”, completó Cabrera.
Atraso en los incrementos de años anteriores
Desde el organismo además, señalaron que los últimos aumentos solo consideraban la inflación estimada de manera oficial por el Gobierno Nacional, lo que generó atrasos porque la real en 2021 alcanzó el 50,9% (presupuestada en 29%) y en 2022, el 95% (de 57,7% proyectado).
“El organismo asumió el riesgo que esto representaba pensando en sus usuarios. La pérdida de poder real de la moneda, sumado a la fuerte caída en la recaudación por causa, sobre todo, de las heladas, repercutió negativamente en las cuentas del DGI. Y también de las Inspecciones de Cauce, que solicitan apoyo financiero a Irrigación”, agregaron.
Para que Irrigación “no se desfinancie”
Según informaron, “para que Irrigación pueda mantener la sostenida inversión en obras que viene mostrando desde hace más de 5 años, fue que se fijó el incremento general del 108%”. Así, prevén que se podrá hacer frente a los gastos corrientes propios de la actividad y las obligaciones salariales de una planta de personal reducida considerablemente (un 18% desde el 2017).
No obstante, Cabrera explicó que se ha visto una ralentización de la recaudación, que hace que el principal desafío sea sostener la infraestructura de riego, y algunas obras podrían quedar relegadas si no se logran los niveles de recaudación esperados.
“El presupuesto de Irrigación es equilibrado entre ingresos y egresos, pero hay un 30% o 35% que se destina a la inversión o a la adquisición de maquinarias y si la recaudación, por efecto de la Emergencia, no se logra en los niveles esperados, lo primero que se pueden afectar son las obras. Pero se están haciendo gestiones con la provincia para ver que esto no suceda”, completó.
Es que, de acuerdo con el funcionario, “un 20% de la expectativa de recaudación” se ve mermado por la cantidad de hectáreas afectadas por las últimas tormentas que superaron a las de años anteriores. “Tenemos, por ahora, datos provisorios que nos ha dado la Dirección de Contingencias Climáticas, y por lo que nos dicen, los daños son similares a los de 2016, por encima de las 60 mil hectáreas”, comentó Cabrera.
De manera que de 500 mil usuarios empadronados, aproximadamente, unos 60 mil podrían no abonar el canon de este año, y sí hacerlo el próximo cuando se haya definido la forma de financiación. “De la cantidad de regantes, y las estimaciones de la DACC es que calculamos un porcentaje de afectación del 20% al 30%”, sumó el titular de Contabilidad y Finanzas de Irrigación.
Asimismo, Cabrera recordó que los productores en Emergencia van a recibir el boleto en sus domicilios, pero la ley los exime del pago durante todo 2023. No se requiere de ningún trámite en Irrigación, y no se les cortará el agua, porque los vencimientos se aplicarán el próximo año, cuando se “hagan las estructuras de pago”.
Descuentos por pago a término
Desde Irrigación recordaron que los usuarios pueden obtener descuentos con su conducta de pago. Por ejemplo quienes abonaron el vencimiento anual en febrero de 2020 tendrán este año un descuento del 18%.
Dicho descuento se verá aplicado tanto en el pago anual 2023 como en la primera cuota de este año.
Irrigación redujo personal
Con respecto al personal, es válido aclarar con respecto a los funcionarios que deben ser 12 según lo que establece la Ley de Aguas. Y son precisamente 12 los que tiene la Superintendencia. El Honorable Tribunal Administrativo (HTA) de Irrigación que forman los Consejeros de cuenca tiene un Secretario y dos direcciones, que son ocupadas por una misma persona.
Precisamente, anticipándose a un contexto económico cada vez más negativo y los efectos del cambio climático y la sequía (que obligan a una gestión más eficiente del agua), Irrigación ha bajado el número de empleados año a año, ha congelado los sueldos de los funcionarios (que son los mínimos que pueden haber) y al inicio de este 2023 no otorgó el bono que dio la Provincia.
La actual gestión al frente de Irrigación realiza un ajuste del gasto corriente y un trabajo en la eficiencia del gasto, desde que comenzó, en el 2017.
El sistema debe funcionar y eso tiene un costo, más allá de la cantidad de agua que nos dé la naturaleza. Es más, a menos agua es mayor el costo de mantener el sistema.
El aumento del agua para riego en barrios privados
“El aumento de tarifas ha sido del 108% anual con respecto al 2022, pero muchos usuarios consultan por qué tienen que abonar por una hectárea, cuando tienen una superficie menor. Esto está establecido en la ley 1920, ahí se establece que el cobro de los tributos es en base a la hectárea, entonces tenemos casos de 5.000 metros que pagan por una hectárea, y casos de 1 hectárea y 1.000 metros que pagan por dos hectáreas”, explicó Cabrera.
Esta situación tiene lugar muchas veces en los barrios privados de la provincia, en donde, por propiedades de 500 metros, sus propietarios abonan el equivalente a una hectárea.
Sin embargo, el aumento en porcentaje ha sido parejo para todos. “De todos modos, Irrigación ha ido tratando de adecuar el cobro y, sobre todo, para las superficies menores ha sacado normativas específicas (en el año 2017) por las que se crearon dos usos distintos: recreativo y agrícola”, agregó Cabrera.
En el caso del uso recreativo, tiene un coeficiente de 4 veces sobre el agrícola, pero los recreativos urbanos, de hasta 500 metros y entre 500 y 750 metros, pagan un canon menor, “pagan por una hectárea, pero con un coeficiente menor que es de una hectárea multiplicada por dos (a diferencia del recreativo común que es el de 4 veces una hectárea).
