Pasaron 27 años y una inversión de más de 600.000 dólares para que el matadero frigorífico de ganado mayor y menor de San Carlos vuelva a estar en actividad. Se prevé que para octubre comiencen a faenar en las nuevas instalaciones.
El viejo reconstruido a nuevo matadero municipal sancarlino tendrá una capacidad de faena de 50 animales por hora con la posibilidad de mantener refrigerados 250 animales, en una primera etapa. En tanto, mientras está operando, continuarán incrementando la capacidad de frío con la construcción de una segunda cámara frigorífica que permitirá mantener a resguardo 1.000 animales.
Para materializar la obra, la comuna que dirige Rolando Scanio lanzó una licitación con el objetivo de encontrar inversores que concretaran la remodelación y puesta en marcha del matadero frigorífico, y como contrapartida el privado obtuvo la concesión para operarlo por 20 años.
Esa es la función del empresario mendocino Rubén Fusari (61), un conocedor del rubro por dedicarse desde hace 30 años al abastecimiento de carnes en la provincia.
“San Carlos tuvo hace muchos años un matadero para ganado mayor como para ganado menor que funcionaba muy bien, pero con el tiempo quedó en desuso porque había que renovarlo completamente siguiendo los lineamientos de las reglamentaciones de la Dirección de Ganadería y el Senasa. Entonces lo que hicimos fue buscar inversores que estuviesen interesados en este rubro y en este momento están haciendo toda la inversión correspondiente y a muy pocos días o semanas de poder ya terminar y comenzar a trabajar”, explicó el intendente Rolando Scanio.
A un mes de iniciar las operaciones
El edificio del matadero en San Carlos estaba prácticamente en ruinas. Además de reacondicionarlo completamente hubo que invertir en un sistema de calderas nuevas, instalaciones de trabajo y maquinarias de acero inoxidable, revestimientos con azulejo, hacer a nueva la cámara de frío, pero además iniciaron la construcción de una segunda cámara para ampliar la capacidad de refrigeración y por consiguiente almacenamiento de reses.
Realizar desde cero la red eléctrica de todo el predio, construir los corrales y las mangas de acceso, como así también el depósito de las achuras. También construyeron un nuevo sector para el ingreso de los camiones y la descarga de los animales.
También realizaron la construcción de una planta de tratamientos de efluentes líquidos que permitirá reutilizar el agua en la agricultura.
“La propuesta nos pareció muy atractiva, teníamos varios negocios en Mendoza y decidimos cambiar, pasar de ser usuarios de faena a brindar un servicio de faena y hemos realizado una inversión sobre todo en lo estructural que va a quedar para el día de mañana, no nos vamos a llevar nada, nuestra intención es venir acá a trabajar, a quedarnos 20 años y más también”, resumió el empresario Rubén Fusari.
Miles de dólares en juego
Para poner nuevamente en funcionamiento el matadero Fusari junto a un socio llevan invertidos más de 400.000 dólares a lo que se agregará alrededor de unos 250.000 dólares más con la construcción de la nueva cámara frigorífica, entre otras.
“Los cálculos son bastante difíciles porque empezamos con una bolsa de cemento de 450 pesos y hoy en día vale 2.500, no había manera atajar la diferencia en los precios, entonces incorporamos un socio que puso una parte muy importante de dinero, pero haciendo números en general estamos por encima de los 400 mil dólares actualmente”, comentó Fusari.
Pero además “hicimos unas reestructuraciones en las cámaras frigoríficas, ampliamos la capacidad y cambiamos los equipos de frío y estamos haciendo una cámara más, que creo que en 90 días podría estar terminada con la que vamos a tener una capacidad para mil animales. Es decir que hay una inversión para desarrollar para adelante de aproximadamente 250 mil dólares”, agregó el abastecedor de carnes.
“Lo que estamos dándole es mejor calidad al sector a todo, incluido al sector de los animales porque más allá de las reglamentaciones y la legislación nos pareció apropiado realizar poquito más de gastos y darle una practicidad mejor porque estamos convencidos que vamos a trabajar muy bien”, agregó Fusari.
Con las modificaciones que realizaron en todo el edificio a la línea de faena “ingresarán entre 50 y 60 animales por hora” y para comenzar a operar “van a trabajar de manera directa en el matadero entre 45 y 50 personas”, detalló.
En cuanto a la planta para el tratamiento de los desechos líquidos que debieron levantar “era necesaria porque implicaba un problema muy serio. En el proceso de faena se utilizan varios litros de agua eso para el lavado tanto de pisos como de todo el tripaje. Eso en su momento seguramente habrá ido a algún cauce, ahora nosotros hemos hecho la inversión necesaria para que esa agua tenga el tratamiento que corresponde y además pueda ser reutilizada en la parte agrícola”, afirmó el empresario.
Si bien el empresario continuará con su actividad tradicional, la de abastecimiento de carne, también “quiero brindar un servicio a cooperativas, a grandes y pequeños productores. Hay productores de San Rafael, de Mendoza y de todo el Valle de Uco que están esperando que empecemos a trabajar. Por lo demás, no nos interesa ser competencia de nadie (en el abastecimiento) sino ofrecer un servicio y de calidad”, indicó Fusari.
Además, prestarán como servicio adicional al cliente la movilidad para trasladar a los animales hacia el matadero y posteriormente, si es necesario, enviar la res a la carnicería.
Si el plan sigue su curso, estiman que en los próximos días estará la habilitación final de todo el establecimiento para comenzar a operar y la inauguración está prevista para octubre. En esta primera parte la autorización les permitirá el movimiento de carne dentro del territorio provincial, sin embargo, los inversores apuntan más alto y “esperamos con el tiempo conseguir la habilitación para el transporte federal de carnes con lo que desde este matadero se va a poder llevar carne a otras partes del país”, comentó.
Por último, el empresario aseguró que “nuestra intención es quedarnos acá a trabajar” y más allá de todas las vicisitudes que atravesaron desde el inicio del proyecto y el panorama complicado que presenta la economía argentina “nosotros nos matamos por ver de qué manera podemos hacer algo y no quedarnos en el mismo lugar, no bajar los brazos y es todo un desafío tener tanta gente (empleados). Pero nosotros no miramos nunca para los costados, miramos el objetivo nada más y el día de mañana, el gobierno (nacional) que esté, esperemos que algún día se acuerde de los que hacemos este tipo de actividad”, concluyó Fusari.