Después de la cosecha de la vid, las miradas del sector agrícola se posan sobre las hortalizas de invierno, que son aquellas que se cultivan entre febrero y agosto como el ajo, la cebolla y la zanahoria. En el sector hay mucha incertidumbre por el aumento de costos, especialmente por la suba de fertilizantes, y hay diferentes opiniones sobre si será o no una buena temporada.
Actualmente, se cuenta con más variedades que permiten la siembra de ciertos cultivos durante todo el año, como ocurre con la lechuga. Sin embargo, por una cuestión operativa de relevamientos, en Mendoza se toman datos a campo dos veces al año, en invierno y en verano.
Así lo explicó Victoria Farmache, del área de Gestión de Información del Instituto de Desarrollo Rural (IDR). Si bien todavía no tiene información de esta temporada invernal (comienzan un relevamiento en junio), comentó que las principales hortalizas de esta época son ajo, cebolla y zanahoria, seguidas por coles, repollo, brócoli, coliflor, espinacas, acelgas y lechugas de invierno.
“De ellas, el ajo es la que más superficie concentra, más de un 60%. Históricamente fluctúa entre 8.000 y 12.000 ha. Es el cultivo que define la superficie de las hortalizas de invierno”, detalló Farmache. En la temporada 2021-2022, el ajo implicó una superficie de 11.365,3 ha.
¿Cuál es el panorama actual del sector ajero? Ariel Zucarelli, parte de la comisión directiva de Asocamen (Asociación de Productores, Empacadores y Exportadores de Ajos, Cebollas y Afines de Mendoza), comentó que no tiene estadísticas oficiales que indiquen un aumento de la superficie, pero que, por la contratación de empresas de servicio de desgranado, infiere que este año puede haber más hectáreas.
“El año pasado hubo mucho ajo que no se pudo vender, y por eso este año vimos mucha semilla barata disponible. No es que quizás haya más superficie por una buena expectativa, sino porque no se pudo vender antes”, afirmó Zucarelli. Lo negativo es que se espera que otros países como Brasil (principal comprador de Mendoza), Perú y España también aumenten sus superficies este año, con una mayor oferta mundial.
Otro agravante es que los fertilizantes han por lo menos duplicado su valor en dólares por la guerra en Ucrania y el costo del flete internacional. La siembra local comenzó a mediados de febrero con las variedades morado y blanco spring, luego siguió el ajo blanco perla en marzo y los colorados en abril, pero esas plantas requieren fertilizantes hasta agosto. Los aumentos se ven tanto en fertilizantes traídos del exterior como de guano de gallina, con el doble de costo.
“Muchas veces se da que alguien planta ajo por ver una semilla barata, pero sembrar en tierras que no fueron bien preparadas para eso terminará dando un ajo de menor calidad. Se necesita calidad para que el negocio sea rentable”, afirmó el directivo de Asocamen.
Una tormenta más complicada
Otra hortaliza destacada de invierno es la cebolla, un cultivo que también es de verano. “Actualmente, el cultivo de cebolla en Mendoza oscila en 1.400-1.800 hectáreas entre invierno y verano”, comentó Farmache. En la temporada 2018-2019, se estimaron 1.470 ha de esta hortaliza, de las cuales 926 ha fueron de invierno (cebollas valencianitas y torrentinas) y 544 ha de verano (valencianas).
Martín Calafiore, productor referente de cebolla y también integrante de Asocamen, comentó que el panorama actual de la cebolla es incierto por los costos: “Nuestros insumos básicos están por las nubes. Hablamos de combustibles, fertilizantes y energía. De una semana a otra te cambian todo y nosotros usamos perforaciones para extraer el agua. Es un contexto muy difícil; no sabemos qué pasará”.
Este productor coincidió con el aumento de fertilizantes y, como ejemplo, señaló que en 2021 compraba una bolsa por 7.000 y ahora le cuesta 15.000. Siempre y cuando se consiga, porque también hay faltante. Lo mismo pasa con el combustible, que la última semana aumentó y no se sabe si habrá cuando vuelva a ir a la estación de servicio.
Vale recordar que el sector cebollero ya venía golpeado el año pasado con la caída del precio de sus productos y el aumento de sus costos, una “tormenta perfecta” que no ha hecho más que agravarse. “Con lo que vendés no te alcanza para volver a producir y tenés que utilizar ahorros, volver a apostar desde cero. Si no tenés buenos rindes vas a pérdida, o sea rogar que no llueva ni se enferme la planta”, agregó Calafiore.
Sin embargo, al preguntarle si habrá algún éxodo masivo o cambio fuerte de actividad, Calafiore no lo ve como una opción: “El agricultor se muere siendo agricultor, siempre sigue apostando. Generalmente ningún chacarero hace todo monocultivo, sino que hay de todo un poco para diversificarte. Sí puede pasar que el productor que en 2021 plantó 200, este año plante 100. Pero sabe que si este año le va bien, el que viene plantará 300″.
Zanahorias de invierno
Una última hortaliza a mencionar es la zanahoria, que es considerada tanto de verano como de invierno y ocupa en Mendoza alrededor de 2.300 hectáreas. Santiago Salassa, asesor de la Cámara de Empacadores de Zanahoria de Mendoza (Caeza), tras la consulta con algunos productores sobre la siembra de invierno, analizó que quizás haya un poco menos de hectáreas implantadas que en 2021, pero probablemente de mayor calidad.
Ocurre que se está viendo una mejora en los precios de zanahorias de mucha calidad, mientras que las criollas o de segunda tienen precios muy bajos (entre $ 10 a $ 50 dependiendo del producto y la calidad).
Además, en poco tiempo comienza a salir la cosecha de Santa Fe, principal productora junto con Mendoza, y se estima que los precios van a caer.
La esperanza es que a partir de octubre-noviembre se recuperen los precios de la zanahoria con la cosecha de la siembra de invierno. “En general, esperan una buena temporada y los más optimistas desean que haya excedente de muy alta calidad para poder exportar, lo cual sería la meta de oro”, agregó Salassa.
Por su parte, Javier Gancedo, parte de la Unión Frutihortícola Argentina (UFHA), recordó que plantar en las chacras depende mucho de cómo estuvo el precio de la cosecha anterior, y cree que, con el valor que tuvo la zanahoria en el verano, se recuperó la inversión para plantar más.
“Está complicada la situación con el tema de los costos y todo eso, pero aquel que sembró zanahoria hoy en día tiene el dinero para volverlo a hacer”, afirmó Gancedo. De todos modos, advirtió que si muchos siembran zanahoria pasará como cuando se inundó el mercado de ajo y se terminó derrumbando el valor.
Datos generales sobre hortalizas
Más allá de las hortalizas de invierno, Mendoza es una provincia relevante a nivel nacional en este tipo de cultivos, siendo la segunda a nivel nacional después de Buenos Aires. Incluso, dentro de Mendoza es la actividad agrícola con mayor ocupación de mano de obra, aunque en importancia económica está por detrás de la vitivinicultura y la fruticultura.
Según los datos que maneja el IDR, hay dos épocas importantes para la siembra: entre febrero y agosto para las hortalizas de invierno y desde setiembre a enero para las hortalizas de verano. También se realizan siembras intermedias, en especial hortalizas de hoja, aunque hay cultivos que crecen más rápido en verano que en invierno, como la lechuga.
“Entre las hortalizas invernales y estivales más importantes se encuentran las llamadas hortalizas ‘pesadas’ tales como ajo, papa, zapallo, tomate industria, zanahoria y cebolla”, comentaron desde el IDR. Si bien a veces se confunden las hortalizas invernales con las pesadas, sobre todo por la importancia del ajo, lo cierto es que algunas pesadas como la papa o el zapallo son más de verano.
Si se cuentan verduras de hoja, coles y otras, la provincia sumaría más de 45 especies hortícolas. Además del ajo, en superficie son importantes la papa, el zapallo, tomate para industria, zanahoria, cebolla, lechuga y maíz dulce. A eso se suman el melón (es una hortaliza que se consume como fruta), pimiento, coles, acelga, espinaca y rúcula, entre otras.
Otro dato que destacaron desde el IDR es que entre el Valle de Uco y la zona Centro se cultiva más de 75 % del total provincial. Los departamentos más importantes en la producción de hortalizas son: San Carlos, Maipú, Tupungato, Lavalle, Luján, Tunuyán, San Martín y Malargüe.
Mendoza cuenta con unas 3.800 EAPS (Explotaciones agropecuarias) con parcelas que se dedican a la horticultura de las cuales 73% corresponden al estrato entre 0 y 5 hectáreas cultivadas, 14% entre 5 y 10 ha y tan sólo el 0,6% al estrato entre 50 a 100 hectáreas. Más del 70% de los productores, son propietarios de la tierra.