Tras el fin del cese de comercialización de hacienda que llevó adelante el sector agropecuario en reclamo al cierre de las exportaciones cárnicas decretado por el Gobierno nacional, en General Alvear hubo un punto de inflexión para la ganadería mendocina.
Con 10.000 cabezas como atractivo y compradores de todo el país, el predio ferial de la Cámara de Comercio alvearense fue el escenario del primer remate televisivo virtual de Mendoza.
La venta de hacienda con el innovador sistema dejó al descubierto dos aspectos que hacen a la ganadería en Argentina.
Por un lado, la comodidad de reunir a una importante cantidad de compradores mientras que el productor no tuvo más complicaciones que tener que filmar los lotes que ponía a la venta.
Mientras, por otro lado, la realidad se impuso a cualquier medida restrictiva y los precios se mantuvieron similares a antes del cierre de las exportaciones.
Por el momento, el único impacto de la decisión gubernamental de cancelar la venta de vaca de conserva al exterior (algo que no se consume en Argentina), fue en el valor de estos animales. Después de caer alrededor de un 40%, comenzó a subir nuevamente y en el remate de Alvear se hizo evidente esa recuperación.
“Si el Gobierno pretendía bajar los precios de la carne en el mercado interno, muy lejos estuvo de lograrlo con el cierre de las exportaciones. En el remate hubo precios similares a los de antes y hasta incluso mejores en algunos lotes. No dejar vender la vaca de conserva a China, que acá nosotros no la consumimos, es un error. Igualmente estamos en la incertidumbre total, no se sabe qué va a pasar mañana, si vuelve el paro del campo, si la medida del Gobierno se mantiene más en el tiempo. Acá nada es previsible”, lanzó Ramiro Labay, presidente de la específica de ganadería de la Cámara de Comercio.
Antes del cierre de las exportaciones y el cese de comercialización de hacienda impulsado por las entidades agropecuarias que conforman la Mesa de Enlace, el valor de la vaca de conserva rondaba los $ 140 el kilo.
Con las medidas adoptadas por el gobierno y el campo “el precio se desplomó y llegó a unos $ 100” y ahora “se pudo ver que comenzó a subir otra vez: estuvo en un promedio de $ 119”, añadió Labay.
La opinión del dirigente y ganadero fue reforzada por Roberto Mondino, titular de la firma rematadora.
“Venimos viendo estos días, precios más firmes todavía (que antes). Si bien las exportaciones se cerraron, la de vaca, hoy vimos que se sigue comprando la vaca a precios parecidos porque muchos productores se readaptaron y están comprando la vaca para engordarla”, comentó Mondino.
Tanto Labay como el feriero coincidieron en que las medidas adoptadas hacia el mercado de hacienda fueron desatinadas. Sin embargo en el parecer de Mondino, el paro del campo también estuvo mal.
“Creemos que es una medida desatinada y totalmente a destiempo (el cierre de exportaciones) pero esperemos que se revea y no siga”, dijo y luego agregó: “Esas medidas nos hacen volver para atrás, recordar viejos fantasmas. El productor tiene que estar en el campo y no estar pendiente de la radio o la televisión para ver qué puede pasar con los remates. Hay que tener reglas claras, financiamiento y dejar trabajar tranquilo al productor. Eso es lo que siempre pedimos”.
En cuanto al paro, Mondino también le aplicó una cuota de disconformidad: Si bien el paro fue una medida reaccionaria para demostrar fortaleza y que se necesita poner un freno a cosas que no deben ser, tampoco estamos muy de acuerdo con parar. El productor tiene que vender”.
Labay fue claro y no se anduvo con vueltas: “Para que bajen los precios hay que aumentar la oferta y no con estas medidas nefastas que, al disminuir la oferta, sólo hace que suban”.
Según el dirigente y ganadero, cerrar la comercialización de la vaca que va a China “perjudica al pequeño y mediano productor y no es precisamente el que fija los precios. Cada año hay que reponer un 20% de las cabezas. La vaca, al no exportarse, pierde valor y se muere en el campo porque acá no la consumimos. Eso hace que no haya reposición y repercute en la reducción de stock en el mediano y largo plazo”, agregó.
Ganado 2.0
Con un remate previsto de 10.000 cabezas, extrañamente el predio ferial en Alvear estaba completamente vacío. Los animales cambiaron los corrales por las pantallas.
Para llevar adelante el remate hicieron un mix entre la televisión, una plataforma virtual y el teléfono.
A través del canal Rural emitieron las imágenes de los lotes en venta mientras que los compradores seguían el remate en sus casas y conectados por una plataforma virtual o con un representante que se mantenía en contacto por teléfono o con una computadora.
En el predio sólo hubo un puñado de personas mientras que el grueso de los compradores de distintos puntos de Argentina estuvieron en la puja a través de la web.
“Ésta es la primera vez que se hace en Mendoza (remate virtual), y la intención es hacer una fecha por año. Es algo que sirve porque hoy la hacienda de Mendoza la vemos en los principales puestos de venta durante el año y en precio, se vende al mismo valor que otras zonas como la cuenca del salado”, remarcó Roberto Mondino.
Ganado virtual, beneficio real
Para un productor de años, acostumbrado a toda la logística que implica movilizar la hacienda hasta los predios de remate, la virtualidad en las ventas no sólo lo impactó sino que también lo benefició.
“Es una ventaja porque filmamos los animales, los ponemos a la venta y no los movemos”, dijo Luis Vavrik.
En los remates tradicionales, el productor ganadero es consciente de que una vez que retiró la hacienda de los corrales para trasladarla a los puntos de venta, sabe que “no vuelve más al campo” lo conforme o no el precio obtenido.
En cambio ahora “hasta tenés la opción de decir al rematador que pretendés un precio base y, si no se llega, le decís que lo deje pasar”, agregó Luis.
Lotes de seis provincias
Del remate participaron compradores de todo el país. El 40% de la hacienda que salió a remate era de Mendoza, el 30% de San Luis y el resto fueron lotes de Córdoba, Bs As, Santa Fe y La Pampa.