En la semana en la que el vino argentino celebró su décimo aniversario como la bebida nacional, desde Los Andes hablamos con Fernando García, el enólogo responsable de uno de los vinos que más se consume en el país: Toro. Con un promedio de 13 millones de litros mensuales, el producto que depende de Fecovita se ha transformado, con sus 120 años de historia, en líder en ventas en Argentina y la segunda más importante a nivel mundial, según explican desde la bodega.
“Para hacer el vino más elegido por los argentinos hay que entender al consumidor”, dijo García, responsable enológico de la bodega. Él, junto a otros cuatro enólogos que lo acompañan, es el que decide los cortes finales que llegan a la mesa de los argentinos, a partir del vino que llega de los más de 5.000 productores que integran Fecovita.
Tinto, blanco, rosado, secos o dulce, blends y varietales, envasados en tetra, botella o bag in box, son las opciones que tiene en el mercado la que fuera centenaria empresa mendocina.
La clave para ser el más elegido a lo largo de tantos años de historia es para García el poder interpretar lo que ha querido el consumidor con el correr del tiempo. “El enólogo puede pensar que ha hecho un gran vino pero si al consumidor no le gusta de nada sirve”, sostuvo.
-¿Cómo es el proceso de elaboración de Toro?
-Trabajamos junto a los enólogos de las cooperativas haciendo hincapié en los protocolos y especificaciones para la elaboración de los vinos. Cuando llega el vino a bodega Toro, con el equipo enológico hacemos los cortes en función de lo que el consumidor requiere y realizamos el fraccionamiento.
-¿Qué representa cada litro de vino Toro y por qué es el más elegido?
-Toro representa el esfuerzo de todos los argentinos; es el reflejo del esfuerzo de los más de cinco mil productores que trabajan con Fecovita y de todos los que lo hacen. Es el vino de los laburantes y trata de entender el perfil de vinos que quiere el consumidor: frutado, más suave, que pueda acompañar las comidas y también que pueda estar presente en cualquier momento.
El enólogo entiende que la industria hoy debe ofrecer alternativas para los consumidores en cuanto los envases, como puede ser la lata, o vinos con menos graduación alcohólica o desalcoholizados. “Estamos trabajando en reducir los niveles de alcohol”, sostuvo el representante de Toro.
-¿Hay proyecciones para nuevos envases?
-Actualmente se fracciona en botellas, tetra brik y bag in box, y estamos evaluando junto a nuestro equipo de desarrollo de productos, nuevos envases y presentaciones que nos permitan captar al público joven que es más descontracturado y casual.
-¿Existe un prejuicio sobre el vino en tetra?
-Si, es así. Hay un prejuicio de que el vino en tetra es malo y verdaderamente no es así. Si no, no tendría las ventas que tiene. En Mendoza hay muchos enólogos que hacen mucho esfuerzo y está bueno que se los reconozcan. Otros proyectos de alta gama pueden tener más prensa y tienen su mercado, pero la vitivinicultura de la provincia se sostiene con los vinos de precio medio y bajo.
Nivel productivo
Para lograr ser el número uno en ventas en el país y uno de los líderes en el mundo, desde Fecovita se ha apostado para que la bodega esté a la altura desde lo tecnológico y lo comercial.
A nivel productivo cuentan con la planta de fraccionamiento de vino en multilaminado más moderna y grande del mundo, según explican desde la bodega, con una inversión de 40 millones de dólares, que le permite despachar 38.000 litros de vino por hora, sólo en este envase. Por mes se venden unos ocho millones y medio de litros en tetra, lo que acapara el 29,16% del mercado interno, mientras que en botellas se llevan el 9% cuatro millones y medio de litros en promedio mensual.
Si pasamos al mercado externo, Toro despacha el 28,5% del total en tetra, con más de 330 mil litros mensuales; en tanto que en botellas se lleva el 2% con poco más de 325 mil litros mensuales.
Desde lo comercial, la bodega se convirtió en uno de los principales sponsors de la Selección Argentina de Fútbol, algo que, según García, responde al plan de la empresa de llegar cada vez a más segmentos del mercado.
-Sobre la capacidad productiva de Toro, ¿cuánto más podría producir?
-Tenemos una capacidad instalada y de almacenamiento que nos permite recepcionar la producción de nuestros asociados y estamos preparados para aumentar nuestra producción en los momentos del año que la demanda crece significativamente.
-¿Cómo fue el consumo de vino en pandemia?
-Se dio un fenómeno particular, que fue la vuelta de la familia a los almuerzos y cenas. Esto permitió un aumento en el consumo en los hogares y repercutió en nuestro caso principalmente en la presentación de 1.125 cc.
Seguir ganando consumidores
Fernando García entiende que nuestro país se ha ganado su lugar a nivel mundial a raíz de varios factores: “Argentina tiene distintos oasis productivos con distintas características que hacen que sus vinos sean muy complejos, francos y competitivos. Por otro lado, en la parte comercial de las bodegas se hace un trabajo muy importante para vender vino fuera del país. Es algo muy difícil posicionar una etiqueta en una góndola, porque todas las bodegas del mundo están haciendo lo mismo que vos”, opinó.
En tanto que, en el mercado interno, el desafío es seguir dando opciones a los nuevos consumidores. En cuanto a Bodega Toro destacó que desde hace un tiempo vienen trabajando para que “sea la bebida para acompañar todos los momentos de la vida, ya sea una cena o un almuerzo, una charla con amigos o por qué no solos. Para los argentinos el vino es algo cultural. Desde chicos hemos crecido con una botella, una jarra o un pingüino en la mesa”.
“Cada vez trabajamos más en los perfiles de los vinos para conquistar nuevos nichos, algo en lo que ya hemos avanzado bastante”, manifestó. Toro puede encontrarse en varias presentaciones: tetra, botella y bag in box. Además del clásico, es posible encontrar blends o varietales únicos como Malbec y Cabernet.
Para cerrar, también habló del slogan de Toro: “Tomalo como quieras”. Sobre esto, García explicó: “Buscamos que cada uno encuentre la forma de disfrutar del vino a su manera: con soda, hielo, con gaseosa, solo, o de la manera que se les ocurra”.