El Ministerio de Economía y Energía trabaja en un plan para asociar a pequeños productores frutícolas y hortícolas de los oasis mendocinos cultivados, que han ido perdiendo superficie a lo largo de los años de la mano de la urbanización, la baja rentabilidad y la dispersión del sector.
La idea es que unan sus fuerzas más de 3.700 productores que aún subsisten con 20 hectáreas o menos, y que cuenten con herramientas para seguir compitiendo en el mercado, tener ganancias y acceder a avances tecnológicos, mercados internos y exportaciones.
En la provincia hay más de 2.700 productores de fruta que tienen una superficie de 5 hectáreas, y 2.500 de entre 5 y 20 hectáreas. En cuanto a las verduras, hay mil productores que tienen menos de 5 hectáreas y 1.500 que trabajan entre 5 y 20, lo que les dificulta competir en un mercado en el que la unidad productiva ha ido incrementándose y tecnificándose.
Con el modelo asociativo, muy similar al de la Federación de Cooperativas Vitivinícolas Argentinas (Fecovita), estas “fincas chicas” podrán acceder herramientas para sostenerse en el tiempo y avanzar.
Una de ellas es identificar la demanda, es decir, organizar lo que se consume con lo que se produce, además de acceder a beneficios fiscales, tecnológicos y financieros.
“El asociativismo, principalmente bajo la forma de cooperativas, brinda a los productores una ventaja comparativa frente quienes no están asociados”, asegura Daniel Dimartino, director de Cooperativas del Ministerio.
La meta es que en 2023 haya cinco cooperativas de primer piso que hayan desarrollado proyectos de desarrollo de producto y mercados, y que se encuentran aglutinadas en una asociación o cooperativa de segundo grado.
Los beneficios
Frente al aislamiento con una pequeña finca, la asociación traerá beneficios como la mejora de la escala de producto que se puede ofrecer y la garantía de provisión ante la demanda, ya que se facilita el estudio de las necesidades de los consumidores y se organiza la actividad de forma unificada.
También mejora la capacidad de negociación de los productores, tanto frente a proveedores como a clientes. A su vez tienen acceso a tecnología, innovación e industrialización.
Además, asociados y con asistencia del Gobierno de Mendoza logran abrirse a nuevos productos y mercados, innovar, certificar normas, reducir los costos y tener la posibilidad de ofrecer algo más que productos frescos que dependen de la estacionalidad.
Cómo se pondrá en marcha
La Dirección de Cooperativas se encargará de dar asistencia técnica y capacitación, con fondos y ayudas del Instituto Nacional de Asociativismo y Economía Social que se destinan a proyectos de este tipo.
El primer paso será identificar a los productores, asociaciones y cooperativas en los distintos oasis de la provincia.
Luego, se identificará qué productos se pueden desarrollar para crecer en el mercado y qué requerimientos técnicos y humanos tienen los proyectos.
Los participantes contarán con asistencia permanente de la Dirección de Agricultura de Mendoza, que a su vez trabajará en conjunto para asistencia técnica con el Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA)
En una primera etapa se lograrán cooperativas de primer piso, y en una segunda, se planteará una asociación de segundo piso, que nuclea a las primeras, fortaleciendo aún más el modelo.
Los mercados
Una vez asociados y organizados, los pequeños productores tendrán acceso a nuevos mercados y podrán contar con la asistencia para presentarse a licitaciones que impliquen vender a sectores estatales como la Dirección de Escuelas, los Hospitales o la Penitenciaría.
Tendrán además acceso a grandes proveedores de Mendoza, que ya han manifestado su compromiso de adquirir a productores locales, a empresas de transporte, a cadenas de supermercados y a municipios.
Con el apoyo de ProMendoza, contarán con el asesoramiento, la asistencia y las gestiones para abrirse a mercados en el exterior.
Venta a cadenas de supermercados, contando con el apoyo estatal en el acuerdo comercial.
La fecha para que esté funcionando con cooperativas de primer piso es 2023, aunque el plan de organización comienza ahora, ya que el primer paso es relevar a todos los productores de los oasis norte, centro y sur de Mendoza.