Este martes 1 de febrero se celebra en la Argentina el Día del Trabajador Vitivinícola y, entre ellos, se encuentran quienes tienen los salarios más bajos de la cadena, los empleados de viña.
Juan Carlos Aguirre, secretario gremial de Foeva (Federación de Obreros y Empleados Vitivinícolas y Afines), señaló, en diálogo con Los Andes, que en la actualidad, el sueldo de los trabajadores de viña está un poco por encima de los $ 40 mil y que la meta sigue siendo acercarse lo más posible a la Canasta Básica ($65.052). Es que si bien en muchas familias trabajan dos o más integrantes, y se suman los ingresos para cubrir la CBT, en algunos sólo cuentan con un salario.
En todos los casos, se trata de un trabajo compatible con la AUH.
Foeva ha intentado abrir la paritaria de este año, pero varios representantes de las cámaras empresariales están de vacaciones, por lo que estiman que recién iniciarán las conversaciones el mes próximo. Hace poco más de una década, rememoró Aguirre, los salarios de los vitivinícolas eran mejores, pero las negociaciones empezaron a cerrarse por porcentajes muy bajos de ajuste. “Desde que asumió la actual conducción de la federación hemos logrado un 33% en 2019, un 43% en 2020 y un 63% en 2021 (57% al básico y el resto en ítems no remunerativos
Asimismo, el representante sindical destacó esta mañana en “FM La Patriada”: “El consumo batió records en el mercado interno y también en las exportaciones (de vino). Hubo un récord de ventas, por eso pelearemos las paritarias para que los compañeros tengan un buen sueldo”.
“Necesitamos una paritaria urgente. Llegar a fin de mes es imposible. Por suerte, el Ministerio de Trabajo dio el visto bueno y empezamos a paritar desde Buenos Aires”, agregó en el mismo medio.
IFE para trabajadores del campo: cómo seguir cobrando cuando cierre la cosecha
Hasta el año pasado, los trabajadores de los cultivos de nogales, vid y olivos podían acceder al pago de $10.000 por mes, más el pago de la Asignación Universal por Hijo ($5.677, menos el retenido del 20%) durante cada mes que estuvieran inactivos. El beneficio, similar al Ingreso Familiar de Emergencia (IFE), que recibieron monotributistas y autónomos durante los meses más complejos de la pandemia, fue aprovechado por 550 trabajadores temporarios que lograron completar 12 meses de ingresos continúos.
Este año, la posibilidad se extenderá a otros cultivos (nogales, vid, olivos y hortalizas). De manera en que si por ejemplo, un trabajador se da de alta en una finca de forma temporal para la cosecha de la vid, y luego completa labores culturales en otra finca, pero no logra mantenerse empleado los 12 meses del año, el Estado completará sus ingresos con $10.000 por mes, por cada mes que se encuentre desempleado.
De acuerdo con Gonzalo Navarro titular de la Agencia Territorial del ministerio de Trabajo, Empleo y Seguridad Social de la Nación, este programa busca incentivar la registración, por lo que solo está disponible para trabajadores en blanco.
Finalmente, el funcionario recordó que es compatible con la AUH, y que Anses paga esta asignación a los cosechadores de forma ininterrumpida, aunque sean puestos en blanco.
Centros para que los niños sean cuidados mientras los padres trabajan
Asimismo, el año 2011 se dio inicio al programa “Buena Cosecha”, que promueve la creación de Centros Socio-Educativos Rurales destinados a contener a hijos de trabajadores rurales, en el año 2017 se desfinanciaron, y no fue hasta junio de 2020 que se volvieron a poner en funcionamiento y, en la actualidad, ya hay 48 de ellos ubicados en cinco municipios de la provincia. Se espera que asistan 3.080 niños en esta temporada de cosecha.
Según explicó Navarro, “se firmaron los convenios en junio entre la Nación, la Agencia Terriotorial Mendoza y los municipios de San Martín, Tupungato, Tunuyán, Luján de Cuyo y Maipú”, con tres objetivos fundamentales: que quienes estén haciendo las labores culturales vinculadas a la tierra tengan en donde dejar a sus hijos, y evitar riesgos potenciales para los menores (el relanzamiento del programa coincidió con una tragedia que se vivió en Junín, y que le costó la vida a una pequeña); fortalecer el trabajo contra la explotación infantil; dotar a las madres (también a los padres, pero son mayormente ellas quienes se quedan al cuidado de los pequeños) de la autonomía necesaria para desarrollarse económicamente.
Consultá los centros disponibles, según cada municipio:
